La final de la Copa del Rey se jugará cuando la afición pueda entrar en los estadios

Después de que Athletic de Bilbao y Real Sociedad llegaran a un acuerdo para solicitar a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), presidida por Luis Rubiales, que la final de la Copa del Rey se pudiera retrasar hasta el momento en el que las condiciones sanitarias permitan a los aficionados regresar a los estadios, la Federación ha aceptado esta solicitud, dejando aún abierto el momento en el que se pueda disputar, aunque siempre antes de que finalice la próxima temporada. "La RFEF comparte plenamente el deseo de los clubes de disputar la final de la Copa cuando las circunstancias sanitarias y deportivas permitan celebrar dicha final abierta al público y con la presencia de ambas aficiones y de todos aquellos aficionados que deseen asistir", ha señalado la institución presidida por Rubiales en un comunicado.

"La Casa Real y y el Trofeo de mayor arraigo y tradición del fútbol español son merecedoras de una final con público", ha añadido la RFEF, que ha agradecido a los dos clubes que hayan sido capaces de llegar a un acuerdo y solicitar mancomunadamente el traslado de la fecha del enfrentamiento. Así pues, y aunque no hay fecha aún para su celebración, la Federación ha señalado que articulará "los mecanismos reglamentarios necesarios" para que la final de Copa se pueda jugar "en el momento oportuno", durante el año vigente o el próximo, pero siempre "antes de que se dispute la final de la temporada 2020-2021". "La RFEF fijará, de común acuerdo con la Real Sociedad y el Athletic Club, la fecha más conveniente para que dicha final sea la gran fiesta del fútbol español", ha añadido.

El partido, que se tenía que jugar el pasado 18 de abril en el estadio sevillano de La Cartuja se suspendió antes incluso de que se declarar el estado de alarma en el país, cuando en España se habían registrado unos dos mil casos y ningún fallecido por coronavirus. Ahora, con una cifra que casi roza los 220.000 infectados, de los cuales más de 25.000 han perdido la vida, la UEFA puso contra las cuerdas a los dos clubes al forzarlos a jugar sin afición en una fecha próxima, al entender que si no se hacía perderían la opción de jugar en competiciones europeas. Sin embargo, este lunes los dos clubes vascos han llegado a un acuerdo y han optado por jugar el partido en el momento en el que se pueda celebrar con público y de manera oficial, a puerta abierta, en una fecha próxima a determinar.

"El deseo y la voluntad de ambos clubes siempre ha sido, ahora y antes, jugar la final con la presencia de nuestros aficionados y aficionadas. Es lo que más nos gustaría. Una final de Copa con nuestras aficiones en las gradas", han indicado los dos equipos en sendos comunicados. El objetivo de esta decisión, indican, es "poner en valor uno de los eventos deportivos más prestigiosos y con más tradición que se puede disputar en el fútbol mundial, único en esta edición y hacerlo junto a sus seguidores, seguidoras, abonados, abonadas, socios y socias, la verdadera esencia y la razón de ser de este maravilloso deporte".