Una aficionada de la Real, la última víctima de la violencia entre los ridículos 'hombres de negro'

Aunque el problema de la violencia desgraciadamente es algo inherente al fútbol y viene de lejos, llegó un momento en el que parecía que estaba controlada. Sin embargo, últimamente se están produciendo demasiados incidentes. En la mayoría de los casos, provocados directa o indirectamente por grupos ultras, a quienes su indumentaria, completamente de negro, les uniforma, nunca mejor dicho, más como aficionados que buscan pelea que como hinchas de los equipos de fútbol a los que dicen apoyar.

Este martes, una aficionada de la Real Sociedad tuvo que ser ingresada en la UCI tras recibir el impacto de un proyectil en la cabeza durante una de las cargas que la Ertzaintza efectuó en las proximidades de Anoeta antes del partido de la Champions contra el Paris Saint-Germain. Según relató su marido a Noticias de Gipuzkoa, todo sucedió a la llegada de los ultras del equipo francés, cuando algunos locales intentaron acercarse y los antidisturbios intervinieron para evitar enfrentamientos.

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La realzale, de 44 años, recibió un pelotazo —aunque los policías ya no lanzan pelotas de goma, sino balas de foam— a la altura de la oreja y, si bien en un primer momento llegó incluso a entrar a Anoeta con la intención de asistir al partido, tras ser atendida en el estadio, tuvo que ser trasladada, primero al Hospital del Bidasoa y, dada la gravedad de la lesión, más tarde al Hospital Donostia, donde se quedó ingresada consciente, pero con una hemorragia cerebral interna.

"Dispararon a la altura de la cabeza"

Joseba, su marido, mostró al mencionado diario su enorme preocupación por el estado de su mujer y contó con todo detalle lo sucedido. "Mi hijo y yo entramos a Anoeta con el carné de socios, pero ella tenía que hacerlo con la aplicación Realzale. Como no le cargaba, se fue a buscar cobertura. En la explanada no pillaba, por lo que salió a la mediana del Paseo de Errondo. De repente, escuchó un ruido, vio aparecer una fila de ertzainas y recibió un pelotazo en la sien desde unos 20-30 metros".

"Dispararon a la altura de la cabeza, algo que no pueden hacer, y no venía de rebote porque se encontraba en mitad de la carretera. Lo que más le disgusta es que encima pasaron por encima de ella cuando estaba en el suelo. Y eso que intentó levantarse, pero volvió a desplomarse porque estaba mareada", siguió contando este aficionado de la Real, que es sanitario. Salió a por ella y entraron al campo, pero "al poco rato le entró somnolencia y cada vez estaba peor", por lo que decidió llevársela.

"Ella se pensaba que nos íbamos a casa, ya le costaba hablar", explicó Joseba. "Nos dirigimos al Hospital del Bidasoa, donde me dijeron que me fuera para casa con el niño y que me llamaban, que iban a hacerle un escáner. A medianoche me llamaron y me dijeron que había que derivarla al Hospital de Donostia porque tenía hemorragia y había que decidir si iba a entrar en Neurología o en la UCI".

La Ertzaintza abrirá una investigación

El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco informó de que "la Ertzaintza se ha puesto en contacto y a disposición de la familia de la mujer herida y ha abierto, de oficio, diligencias de investigación", además de solicitar al juzgado la intervención de un profesional médico forense "para evaluar de manera independiente a la mujer herida y que pueda determinar la naturaleza y el origen de las lesiones". Desde la propia Real Sociedad también están pendientes de su evolución.

Lo que sorprende es que la versión de los agentes es que la mujer "no estaba ingresada en la UCI" y que conversaron con ella sobre lo sucedido, sin que pudiera determinar la dirección del objeto que le causó la hemorragia cerebral, aunque sí se refirió a que fue alcanzada "por un pelotazo". La Unidad de Asuntos Internos de la Ertzaintza abrirá este viernes una investigación "para analizar todos los detalles relacionados con la actuación policial". De hecho, se van a visualizar las cámaras del Paseo de Errondo.

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Lo que sí confirmaron fuentes de la Ertzaintza es que se empleó material antidisturbios, del mismo modo que se realizaron identificaciones y cacheos en los que se requisaron al menos 15 palos de golf, una barra metálica, dos pares de nudillos metálicos, un cuchillo, dos navajas, un bastón extensible, varios destornilladores, un martillo... Así como varios pasamontañas y guantes, además de bengalas.

Como puede comprobarse, todo tipo de utensilios que no sirven precisamente para animar, sino para provocar situaciones como la que sufrió esta aficionada de la Real por culpa de los disturbios provocados por los ridículos hombres de negro. Grupos ultras que habitualmente no portan ningún distintivo del equipo al que supuestamente apoyan. Casi mejor.