Un sorteo repetido, el penalti de Messi y la silla de Alaba: el camino del Madrid hasta la final

"Como me gusta ser justo, diré que si alguien merece ganar esta Champions League es el Real Madrid". Las palabras de Luis Enrique, del que no existen sospechas por pecar de madridista, no pudieron ser más sinceras. Pase lo que pase en el Stade de France frente al Liverpool, Carlo Ancelotti y sus pupilos han escrito en la historia de club blanco un relato frenético durante tres eliminatorias consecutivas que se pusieron cuesta arriba para luego acabar ganando la Champions. Como subir L'Angliru y empalmar con el Mortirolo, la afición del Madrid aprendió a aguantar la respiración hasta los minutos finales, mientras Karim Benzema, Luka Modric, Thibout Courtois y compañía hacían de lo imposible algo cotidiano. Aunque parezca que han pasado siglos, la travesía del Madrid de las remontadas empieza por culpa de un error informático.

13/12/2021. La 'bolita' de la discordia

El Real Madrid llegaba al sorteo de la fase final de la Champions con sabor agridulce. Se había impuesto como primero de grupo, pero por el camino había sufrido una dolorosa derrota en casa contra el Sheriff Tiraspol de Moldavia. Iba primero en LaLiga, pero la sensación era que los clubes punteros de Europa todavía estaban un punto por delante a nivel competitivo. Sorteo no natural en la sede de la UEFA en Nyon (Suiza), todavía no pueden encontrarse los equipos del mismo país, además de tenerse en cuenta a los primeros y segundos clasificados de cada grupo. El Madrid fue el primero en conocer rival: Benfica. Sin duda, el rival más asequible de los posibles. Pero todo se torció cuando el Atlético de Madrid buscaba su rival: la programación del sorteo falló y provocó una serie de quejas en los clubes implicados. En una insólita decisión, la UEFA decidió que debía rehacerse desde el principio "a raíz de un problema técnico con el software de un proveedor de servicios externo".

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El Confidencial Agencias

La incredulidad llegó a la planta noble del Madrid, al interpretar que el inicio del sorteo había sido justo y que repetirlo íntegro sería adulterar la competición. La bola no tan caliente designó al Paris Saint Germain, quizás el mejor segundo clasificado de todos los grupos.

09/03/2022. La remontada de las remontadas

Pocos creían en una remontada. El Paris Saint Germain fue mejor, mucho mejor, en el partido de ida en el Parque de los Príncipes. Leo Messi perdonó al que fuera su máximo rival fallando un penalti —más mérito de Courtois en la parada—, y lo que podía haber sido una goleada acabó en un 1-0 tardío tras un jugadón de Kylian Mbappé. El morbo estaba servido. Hasta dos tantos en fuera de juego marcó el francés ante una hinchada blanca que veía a su equipo abatido sobre el césped. El delantero francés, que meses después se convertiría en el enemigo número 1 del madridismo tras su negativa a firmar como agente libre, puso por delante al PSG, silenciando al Santiago Bernabéu. Entonces llegó la jugada: Donnarumma, lento, controló un balón en su área; Benzema llegó feroz para disputarle la pelota (rozando la falta), provocando un grosero error y el gol del francés después de un pase de Vinicius. El templo del Madrid pasó al éxtasis.

Fueron quince minutos en los que el Madrid pudo marcar cinco goles si hubiera sido necesario. Benzema completó un hat-trick para culminar la remontada. Modric, Rodrygo, Valverde, Vinicius... Todos dieron un paso al frente. A jugadores de la talla de Marquinhos le temblaron las piernas. Empezó el Madrid de las remontadas. Y si toda historia necesita una imagen, un símbolo, fue un gesto espontáneo de David Alaba quien lo otorgo, alzando una silla blanca (utilizada por miembros de seguridad para prevenir las invasiones de campo) en comunión con la hinchada.

12/04/2022. Una noche mágica entierra la desconexión

No fue afable el sorteo de los cuartos de final para el Madrid. El vigente campeón de Europa se cruzaba en su camino. Thomas Tuchel ya había eliminado a los blancos un año atrás, en semifinales, para luego conquistar la Champions. Todo había cambiado un curso después. El equipo londinense llegaba al encuentro desestabilizado a nivel institucional por las sanciones a su dueño, el magnate ruso Roman Abramovich, tras el estallido de la invasión de Rusia a Ucrania. Abramovich puso en venta el club, pero el daño estaba hecho. En Stamford Bridge, el Real Madrid mostró su superioridad futbolística, gracias a un nuevo triplete de Karim Benzema en estado de gracia. 1-3 acabó el partido. Sensación de los deberes hechos... pero quedaba por sufrir.

El equipo de Ancelotti se desconectó en el Santiago Bernabéu. En el minuto 15 de partido ya iba perdiendo. Al trantrán, sin capacidad de reacción, los minutos fueron pasando y al inicio de la segunda mitad, Rudiger puso el 0-2 en el marcador. Un tanto más y el Madrid entraba en el escenario de la eliminación. Hubo un gol anulado. Shock en el estadio. Alivio. A la segunda fue la vencida, Werner marcó en el minuto 75 y tocaba remontar de nuevo. En términos futbolísticos, el Madrid estaba sin ideas. Solo quedaba entonar la épica o un destello de brillantez. Esto último es más sencillo si en tu equipo juega Luka Modric, que telegrafió un centro a 40 metros para la llegada de Rodrygo, sí, otra vez Rodrygo, para empatar la eliminatoria. La prórroga volvería a ser del Madrid y Benzema sentenció.

04/05/2022. El talismán Rodrygo castiga a Pep Guardiola

Real Madrid contra Pep Guardiola. Quizás, el villano más señalado por el madridismo de las últimas décadas (con permiso de Leo Messi). Junto a él, el conjunto más completo del mundo, el Manchester City de Kevin de Bruyne, Bernardo Silva y compañía. Un equipo con seis delanteros titularísimos para tres puestos. Nadie tenía tanta rotación de buena calidad en toda Europa y, probablemente, nadie haya jugado un fútbol más estético en la temporada. El partido del Etihad Stadium se resume con un 2-0 a los once minutos de encuentro. Ancelotti apostó por Toni Kroos como pivote ante la ausencia por sanción de Casemiro y la jugada salió rana. Pero es la Champions y es el Real Madrid. 4-3 como resultado final, incluido un penalti a lo panenka de Benzema. Todo se decidiría, una vez más, en el Santiago Bernabéu.

Llámelo épica, llámelo brujería, llámelo flor. Pero el Madrid lo volvió a hacer. Guardiola planteó un encuentro más recogido, defendiéndose con la pelota. Mientras que Ancelotti sabía que todo se iba a decidir al final. Cuando el City dio un paso atrás para protegerse en los últimos minutos, llegó el tanto de Mahrez. Parecía que esta vez sí, el Madrid tocaba techo, y el rugido del Santiago Bernabéu llegó en el 90. Gol de Rodrygo. Siguiente jugada, centro lateral de Carvajal y gol de Rodrygo. Siguiente jugada, Rodrygo se queda en uno para uno y Ederson evita el tanto. A esas alturas, todos sabían el desenlace del partido. Y otra vez Benzema sentenció con un tanto de penalti provocado por él mismo en la prórroga. La imagen de Guardiola, cariacontecido mirando a la nada en el banquillo, dio la vuelta el mundo. Dicen que lo importante es el camino.... el del Madrid fue glorioso.