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"Bienvenido al club de los campeones". Carlo Ancelotti, Jürgen Klopp y una botella de vino
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Dos técnicos, solo una Champions

"Bienvenido al club de los campeones". Carlo Ancelotti, Jürgen Klopp y una botella de vino

La relación de respeto y cariño entre Ancelotti y Klopp ha vivido varios encuentros a lo largo de sus carreras. Este es el regalo con el que el italiano sorprendió al alemán en el pasado

Foto: Carlo Ancelotti y Jürgen Klopp, en una imagen de archivo. (EFE/Peter Powell)
Carlo Ancelotti y Jürgen Klopp, en una imagen de archivo. (EFE/Peter Powell)

Carlo Ancelotti y Jürgen Klopp, París, una final de la Champions como telón de fondo de un Real Madrid-Liverpool. No será la primera vez que se enfrentan estos dos técnicos que se pueden considerar parte de la aristocracia futbolística debido a sus triunfos tanto domésticos como internacionales. El italiano y el alemán se han medido diez veces como entrenadores, con cuatro victorias de Carletto, por tres del teutón y tres empates. Y ahí aparece un dato llamativo: de los últimos 6 duelos entre ambos, Klopp solo ganó uno pese a dirigir un equipo como el Liverpool, mientras Ancelotti entrenaba a Napoli o Everton. Lo que justifica que en Inglaterra se afirmase que Klopp prefería al City de Guardiola para la final antes que el Madrid de un Carletto que se le atraganta.

Pese a dominarlo en el campo, el técnico del Real Madrid, no esconde su admiración por Klopp, al que califica como "uno de esos entrenadores que han llevado el fútbol a un lugar nuevo. Especialmente en lo que respecta a la escuela alemana. Hay más intensidad y presión, equipos más avanzados". Escuela de la que él se desmarca, pero puntualizando algunas cosas. "Yo no creo que sea de una vieja generación. Creo que me mantengo al día con los cambios en el fútbol y seguiré haciéndolo. Teniendo en cuenta las características de los jugadores que tienes, eso es lo más importante".

placeholder Ancelotti bromea con sus futbolistas. (Reuters/Susana Vera)
Ancelotti bromea con sus futbolistas. (Reuters/Susana Vera)

Ancelotti y Klopp fueron vecinos en Liverpool durante algún tiempo. Jürgen ya era la figura de referencia del Liverpool y Carlo llegó, en plena pandemia, al otro lado del Mersey, para hacerse cargo del Everton. La pasión de Carletto por el fútbol inglés, del que se enamoró tras su paso por el Chelsea, con el que ganó la Premier, le llevó a embarcarse en el proyecto de los toffees, con el riesgo que eso conllevaba porque bajaba un escalón competitivo, ya que se trataba de un técnico que venía de entrenar a equipos como el citado Chelsea, el Milán, el Bayern o el Real Madrid.

Fueron días de una rivalidad amable en la ciudad, porque como admitió Ancelotti, "somos buenos amigos. Me siento bien cuando estoy con él, aunque por supuesto que no tenemos mucho tiempo para hablar porque estamos muy ocupados cumpliendo nuestras responsabilidades con los clubes. Pero Jürgen es un hombre fantástico, me aporta energía cuando estoy con él. Tengo un gran respeto hacia su persona". Elogios que el alemán ha devuelto al italiano cada vez que le han preguntado por Carletto. "Carlo lleva tanto tiempo en el negocio... Me gusta Ancelotti, es un tipo fantástico. Como decimos en Alemania es un 'zorro inteligente'. Él dice todas estas cosas positivas sobre nosotros, y aunque sé que son sinceras, la realidad es que ya está jugando el partido".

placeholder Klopp y su taza 'The Normal One'. (EFE/Peter Powell)
Klopp y su taza 'The Normal One'. (EFE/Peter Powell)

Sin embargo, en esta relación tan afectuosa entre ambos hay un episodio que marca un punto de inflexión en su amistad. Se produjo a finales de julio de 2019 en la ciudad de Edimburgo. El Liverpool coincidió en la bella ciudad escocesa, la llamada "Atenas del norte", con el Napoli de Ancelotti en la pretemporada. Los reds llegaban estrenando el título de campeones de Europa, después de haber ganado al Tottenham de Pochettino con un gol de Salah y otro de Origi en el Wanda Metropolitano.

Y ocurrió que Ancelotti, que por entonces ya había ganado dos Champions con el Milán y una con el Real Madrid, se acercó al vestuario del Liverpool y le entregó un regalo muy especial al entrenador teutón. Así lo ha contaba el propio Klopp: "Jugamos contra Napoli y nos dieron un repaso (3-0). Sin embargo, mi recuerdo de aquel encuentro en Escocia fue el gesto increíblemente elegante de Carlo. Compró una botella de tinto muy cara y me escribió en ella un conmovedor mensaje de felicitación por lo que habíamos logrado la temporada anterior". En la botella se podía leer: "Bienvenido al club de los campeones de Europa". Klopp no supo cómo reaccionar ante el detalle de Ancelotti y la botella estuvo cerrada durante mucho tiempo en casa del alemán, que no se atrevía a abrirla y prefería conservarla por ser un presente de Carletto.

Así que este sábado se enfrentarán dos amigos de dos generaciones diferentes. Carletto ya se ha deshecho, como era de esperar, en elogios hacia el alemán en las intervenciones previas al partido en las que se le ha preguntado por Klopp. Pero Jürgen, aunque agradece las sinceras palabras de su amigo, no quiere dejarse embaucar por el zalamero Ancelotti y solo piensa en ganar su segundo título continental y colocarse a uno de Carlo. Y quizás en un futuro no muy lejano, pase lo que pase en la final, los dos cenaran juntos degustando algún buen vino que elegirá, probablemente, Carlo. Un técnico de buen paladar.

Carlo Ancelotti y Jürgen Klopp, París, una final de la Champions como telón de fondo de un Real Madrid-Liverpool. No será la primera vez que se enfrentan estos dos técnicos que se pueden considerar parte de la aristocracia futbolística debido a sus triunfos tanto domésticos como internacionales. El italiano y el alemán se han medido diez veces como entrenadores, con cuatro victorias de Carletto, por tres del teutón y tres empates. Y ahí aparece un dato llamativo: de los últimos 6 duelos entre ambos, Klopp solo ganó uno pese a dirigir un equipo como el Liverpool, mientras Ancelotti entrenaba a Napoli o Everton. Lo que justifica que en Inglaterra se afirmase que Klopp prefería al City de Guardiola para la final antes que el Madrid de un Carletto que se le atraganta.

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