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La tangana, el adiós de Buffon, la bronca en el vestuario y el "cinismo de un penalti"
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el portero fue expulsado y rajó después

La tangana, el adiós de Buffon, la bronca en el vestuario y el "cinismo de un penalti"

El partido, intenso desde el minuto uno, terminó con una tangana, la expulsión de Buffon, un penalti discutido y un reguero de declaraciones sobre lo ocurrido en el Bernabéu

Foto: Los italianos increpan al árbitro. (Reuters)
Los italianos increpan al árbitro. (Reuters)

Fue un partido más caliente de lo previsto, pues con un 0-3 en el Juventus Stadium pocos esperaban que hubiese vida en la eliminatoria. Vaya si la hubo, el Madrid sobrevivió con un gol en el minuto 97 de Cristiano, la manera más agónica posible de seguir en pie en Europa. La Juventus hizo todo lo posible para remontar y muy cerca estuvo, pero a veces los detalles se vuelven en contra. Tanta fue la pasión que Buffon terminó expulsado en el que es, probablemente, su último partido en la Champions. Como le ocurrió a Zidane en aquel Mundial maldito, se va expulsado y desquiciado, en una imagen no del todo edificante. Eso sí, salió ovacionado por el Bernabéu. Algo es algo.

Le echó el árbitro por protestar, aunque quizá la palabra se quede algo corta. El guardameta salió corriendo a por Michael Oliver, el árbitro, a increparle, a decirle que no, a asegurarle que el penalti, un empujón de Benatia a Lucas Vázquez, no era como había dicho. Esos siete minutos, los últimos, se recordarán de esta eliminatoria. Chiellini hacía gestos de robo, otros jugadores juventinos se llevaban la mano a la cara. Todos, al unísono, iban a increpar al colegiado. La bronca fue sonada, será recordada y no se quedó en el césped, pues después siguieron los problemas en el vestuario, donde también esperaba Sergio Ramos.

Foto: Como en la final de Lisboa, Cristiano Ronaldo se quitó la camiseta tras marcar el gol que clasificó al Real Madrid para semifinales. (EFE)

No sirvió de nada, claro, porque aún no se conoce un árbitro que haya rectificado un penalti por la presión de unos jugadores. Y por más años que tenga el fútbol, se seguirán pitando penaltis y los futbolistas correrán crispados hasta el árbitro, a decir que lo que señaló no lo fue. ¿Lo fue? Es una jugada extraña, Lucas Vázquez está solo delante de la puerta, dispuesto a rematar el partido, cuando el central se le echa encima. Le llega una pierna desde atrás y esa pierna arrastra por delante al gallego.

"Creo que somos justos ganadores, no sé por qué están protestando, da por detrás a Lucas", decía después Cristiano ante el micrófono de BeIn Sports. Él lo tenía claro y era uno de los que más cerca la presenciaron, pues un cabezazo del luso dejó solo a Vázquez delante del marco de Buffon. Cristiano convirtió el penalti, una de sus muchas especialidades, aunque en esta ocasión tenía una papeleta algo más difícil, pues necesitaba calmar los nervios en ese huracán de protestas y confusión. No dejó muchas dudas, la verdad, ni tres porteros paraban ese penalti.

["¡Qué robo!": las portadas italianas tras el partido]

"No hay discusión en el penalti, Cris me la pone en el área pequeña y cuando voy a controlar, el central me pega", contaba Lucas, el receptor de la acción. ¿Y tanta protesta? "Es una situación normal, hicieron un gran partido y es normal que protesten hasta el final", añadía el extremo.

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La rajada de Buffon

Discrepaba, y mucho, Buffon. Lo hacía en el campo, persiguiendo al árbitro, y en la zona mixta, delante de un micrófono morado de una televisión española. En una explicación, eso sí, algo confusa: "No pienso que fuese un final justo para la Juve después de lo que se ha visto. Yo estaba muy cerca y si tienes el cinismo de pitar un penalti cuando se han marcado tres goles, destruir todo lo que ha hecho un equipo... Era una décima de penalti el que no ha concedido y no puede ser que pase esto después de todo lo que ha ocurrido antes. Te has querido hacer el protagonista en una eliminatoria por un episodio muy dudoso". No hay explicación sobre qué tiene que ver si es o no penalti con todo lo ocurrido anteriormente.

No le gustaba la acción y tampoco el árbitro, a quien no consideraba a la altura del encuentro: "Se lo he dicho a mis amigos del Madrid, que se merecían pasar y clasificarse, pero cuando se llega a un escenario así, si no tienes la personalidad tienes que quedarte en la grada con unas patatas, una bebida". Allegri prefería no opinar. "No sé si es penalti, tiene que pensar Colina —el jefe de árbitros de UEFA— si era penalti o no". También se quejó Agnelli, el dueño de la Juve, en un perfecto castellano, que pedía que se impusiese la tecnología de vídeo para este tipo de circunstancias.

El penalti le tocaba a Cristiano, que confesaba que tuvo nervios, que no es de acero: "Se me hicieron eternos esos minutos, sabía que era decisivo, pero gracias a dios marqué y pasamos". Él ya marcó dos goles del Madrid en la ida y ya lleva seis en los cruces, y no ha dejado de marcar en ningún partido de esta Champions. Cristiano no quiso dejar que el relato fuese solo esa jugada final y recordó que para llegar a ese 0-3 la Juventus se había empleado con especial dureza.

"Han dado patadas por detrás, es su juego", remarcaba el luso sin que siquiera se lo preguntasen. En su análisis admitía que la noche era más para olvidar que otra cosa. "Fue un partido sufrido, para aprender que sirva de lección que en el fútbol no hay nada regalado, hay que pelear hasta el final, hoy el Madrid podría haber marcado más, pero Buffon ha estado bien", comentaba, para después admitir que no estuvieron bien durante el partido. Algo que necesitarán cambiar drásticamente para las semifinales. Un partido tan malo como el que se vio en el Bernabéu suele conllevar una eliminación. Cristiano, por cierto, se llevó una amarilla por quitarse la camiseta, poco más que un detalle en un partido a cara de perro.

Tiene razón Cristiano en lo de las patadas, la Juventus comprendió desde el primer minuto que el modo era ese. Seis fueron las amarillas a los jugadores de la 'vecchia signora', que no se cortaron en parar contragolpes aunque fuese en ocasiones con agresividad. La diferencia estadística es evidente, 20 faltas señalaron a los italianos por ocho al Madrid. Una muestra clara de la intensidad de ambos conjuntos. Suena a antídoto de siempre de fútbol, no hay remontada posible si no se rasca. Y cerca estuvieron.

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El mal partido del Madrid

En el Madrid, más allá de la adrenalina del resultado, cabe analizar el juego del equipo. Es obvio que estuvo por debajo de lo requerido por la situación, aunque finalmente sobreviviese. "Hay que estar contento por el pase, que es lo más importante", razonaba Vázquez. "Esto es una lección de fútbol, el que se relaja lo paga, la Champions no perdona a nadie", abundaba el extremo.

"Hemos tenido errores puntuales y el rival los ha aprovechado, nos ha costado tener oportunidades, pero las tuvimos, cualquier equipo puede eliminarte", contaba Carvajal, que no pudo por el aire con Mandzukic en los dos primeros goles. El lateral, ya con tiempo de servicio, contaba que esta situación, de algún modo, le recordaba a otras del pasado. "Ha sido un partido complicado y no esperábamos que saliese así, pero bueno, desde que estoy aquí siempre ha habido un partido malo y ha sido hoy. Lo hemos salvado, es un día para celebrar", remarcaba Carvajal.

Foto: Buffon, derrotado tras quedar Italia eliminada del Mundial (Reuters)

Zidane tampoco quiso poner paños calientes, y aunque llevaba una sonrisa de alivio en la cara era el primero en admitir que Allegri, de partida, le había ganado el tablero táctico. "Hemos tenido en la primera parte muchas ocasiones, pero no han querido entrar y al final hemos sufrido nosotros, hemos hecho muchos errores y su planteamiento ha sido perfecto. Nosotros rectificamos un poco al descanso porque no se podía seguir así", contaba el técnico francés. "La culpa no es de Gareth o Case, ha sido así, pero Lucas y Marco al principio de la segunda parte nos han dado un poco más de tranquilidad". Es decir, no quiere señalar a Bale, pero el caso es que sin él —y sin el brasileño— el equipo podía ser más equilibrado.

El análisis no era solo de este partido, el francés reivindicaba la eliminatoria entera y en su cálculo le salía a ganar. "Creo que dentro de los 180 minutos merecíamos nosotros pasar. Hubiese sido difícil no marcar esta noche, hemos tenido muchas ocasiones, pero esto es fútbol, es bonito. Allí salimos con un 0-3 y hoy, todo al revés".

Y lo que iba a ser un trámite fue un día de nervios, de penaltis, de protestas, de expulsiones, del punto final de Buffon, del enésimo gol de Cristiano, del fallo de Keylor, de los cambios de Zidane. El día en el que la Juve pensó que iba a hacer una machada histórica en el Bernabéu y el Madrid se salvó cuando el tiempo estaba más que consumido. Carvajal dice que pasa cada año, ellos se saben el camino. En todo caso, siempre queda la primera fase de Buffon: "La vida sigue".

Fue un partido más caliente de lo previsto, pues con un 0-3 en el Juventus Stadium pocos esperaban que hubiese vida en la eliminatoria. Vaya si la hubo, el Madrid sobrevivió con un gol en el minuto 97 de Cristiano, la manera más agónica posible de seguir en pie en Europa. La Juventus hizo todo lo posible para remontar y muy cerca estuvo, pero a veces los detalles se vuelven en contra. Tanta fue la pasión que Buffon terminó expulsado en el que es, probablemente, su último partido en la Champions. Como le ocurrió a Zidane en aquel Mundial maldito, se va expulsado y desquiciado, en una imagen no del todo edificante. Eso sí, salió ovacionado por el Bernabéu. Algo es algo.

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