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La fobia de Laporta al Real Madrid le lleva a humillar a Xavi en un ataque de ira sin límites
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Análisis del peligroso populismo culé

La fobia de Laporta al Real Madrid le lleva a humillar a Xavi en un ataque de ira sin límites

Laporta ha echado a Xavi por decir que el Real Madrid va a fichar a Mbappé y el Barcelona tiene telarañas en la caja fuerte. Este es el detonante que le ha costado el puesto al técnico

Foto: Joan Laporta en un partido del Barcelona. (EFE Alejandro García)
Joan Laporta en un partido del Barcelona. (EFE Alejandro García)

El ridículo de Laporta es espantoso, pero su fobia con el Real Madrid llega hasta el límite de echar y humillar a un mito. Un entrenador que es de la casa. Xavi ha hecho todo lo posible para que funcione un proyecto que se gestiona entre las improvisaciones, los calentones y el antimadridismo de un presidente que no es capaz de sanear al club y acercarse a las expectativas que vendió cuando accedió a la presidencia.

Laporta cierra un círculo peligroso. Empezó con una pancarta en una calle próxima al Bernabéu y ese "Ganas de volver a veros" a destruir otra leyenda. Primero utilizó a Messi y lo traicionó hasta estafarlo. Después ninguneó a Koeman. Y ahora pisotea a Xavi, el entrenador que la temporada pasada ganó una Liga.

Laporta ha echado a Xavi por decir que el Real Madrid va a fichar a Mbappé y el Barcelona tiene telarañas en la caja fuerte. Este es el detonante que le ha costado el puesto de entrenador al de Tarrasa. Hace un mes se le saltaban las lágrimas al presidente, en un acto de falsa renovación, y a falta de una jornada para que acabe la Liga, lo fulmina por un ataque ira.

¿Qué culpa tiene Xavi por decir que el Real Madrid será más potente? No es una barbaridad reconocerlo. Es hasta un acto de honestidad que el entrenador, una vez que sabe que Mbappé va a jugar en el máximo rival, sea consciente de que lo que le espera al Barcelona es un desafío todavía más grande.

Foto: Kepa, durante el calentamiento de los porteros antes de un partido. (AFP7)

El problema lo tiene Laporta y su madridismo patológico. Xavi no es un irresponsable y no deja de ser un hombre de club, ni por supuesto un desleal, por dejar de vender humo como viene haciendo Laporta. El presidente ya no distingue si dice la verdad o la mentira. Es un populista. Ha sido capaz de manifestar que la llegada de Mbappé generará conflictos de convivencia en el vestuario y deportivos para Ancelotti.

Laporta ha pasado de salir al campo de entrenamiento a dar un abrazo a Xavi, antes de jugar el partido de vuelta contra el Paris Saint-Germain, para dejarse ver como un forofo a sentirse traicionado por el entrenador por decir que el Real Madrid va por delante en la planificación de la plantilla. Ahora se echa a los brazos de un entrenador alemán. Hansi Flick, un técnico de mano dura, con carácter, que no sabemos si tiene ADN Barcelona y como solución para contrarrestar el poderío del Madrid y con el mismo objetivo de siempre: vender ilusión y fuegos artificiales.

El ridículo de Laporta es espantoso, pero su fobia con el Real Madrid llega hasta el límite de echar y humillar a un mito. Un entrenador que es de la casa. Xavi ha hecho todo lo posible para que funcione un proyecto que se gestiona entre las improvisaciones, los calentones y el antimadridismo de un presidente que no es capaz de sanear al club y acercarse a las expectativas que vendió cuando accedió a la presidencia.

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