El Barça tiene un problema cuando el Real Madrid respeta más a Xavi que el propio Laporta

Carlo Ancelotti le ha dado más apoyo y cariño a Xavi en los últimos días que su propio club. El de Tarrasa no siente el respaldo de la cúpula azulgrana y su futuro es incierto. No deja de ser llamativo que el entrenador del equipo rival muestre más respeto que la postura de aislamiento de Laporta con Xavi.

El presidente del Barcelona está a la espera de que acabe la temporada para hacer balance con la comisión deportiva del club. Deco, como director deportivo, es el encargado de presentar un informe del trabajo del entrenador, con sus aciertos, fallos, gestión y proyecto. Será el momento de ponerle nota a Xavi y darle más argumentos a Laporta para que levante o baje el dedo. Continuidad o sentencia.

Tras el partido del Barcelona contra el Sevilla se tomarán medidas con respecto al futuro de un entrenador que no ha conseguido ganar ningún título. El objetivo de mínimos, como dice Xavi, de ser segundo en la Liga, no convence a Laporta. El presidente está hecho un lío. A finales de enero, Xavi le dijo que se marchaba y hace un mes cambió de opinión tras acudir a su domicilio, darse un abrazo y transmitir que tiene energías e ilusión para seguir adelante.

Esa confianza se quebró pronto. Xavi se desvió del discurso triunfalista de Laporta y el presidente se lo tomó como una afrenta. Le ha retirado el apoyo y está a la espera del informe de Deco. En él se incluyen los posibles sustitutos. Rafa Márquez como opción de la casa y Hansi Flick como alternativa con más experiencia.

La decisión no es nada sencilla tras escucharse el domingo cánticos en Montjuic contra el presidente. "Xavi, sí. Laporta, no", es la reacción de una parte de la afición que se pone de lado del entrenador y apunta al palco. Esto provoca que el presidente, más enojado, coja todavía más distancia con Xavi y esté en un periodo de larga reflexión.

Tensión y desconfianza

Al Barcelona le puede ocurrir que eche de menos a Xavi cuando no esté en el banquillo, si finalmente le despide Laporta la próxima semana. Las personas más cercanas al dirigente (Rafa Yuste, principalmente) tienen este debate. El presidente, enfurruñado por la sinceridad que manifestó el entrenador sobre las dificultades económicas del club para reforzar la plantilla y ser competitivos, le ha retirado el apoyo. Xavi está en la cuerda floja y Laporta gana tiempo para evaluar quién puede ser su sustituto. Si lo encuentra y le echa, se puede arrepentir.

A Xavi le llega más el apoyo del entrenador del Real Madrid que el de su presidente. Es lo rocambolesco de una situación que está siendo desagradable para el entrenador del Barça. El clima es de frialdad, tensión y desconfianza en el club azulgrana. Hasta de burlas en el Bernabéu, con cánticos de "Xavi, quédate". Esto no le gusta nada al técnico del Real Madrid. "Tengo mucho respeto por él, como persona y como técnico. El trabajo que está haciendo es muy bueno y le deseo lo mejor", es la postura del italiano cuando se le ha preguntado por Xavi.

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Carlo Ancelotti se moja en un asunto que ni le va ni le viene. Empatiza con Xavi por la experiencia de ser un entrenador que también ha tenido que trabajar en clubes donde ha sufrido las injerencias del mandatario. Del Nápoles se tuvo que marchar por la difícil convivencia con el presidente Aurelio de Laurentiis, sus intromisiones en la parcela deportiva y la falta de complicidad.

Esto es, precisamente, lo que falla en el Barcelona. Laporta no tiene complicidad con Xavi. Le sustituyó por Koeman cuando no era su entrenador preferido, de él decía que no tenía experiencia y el error del entrenador fue seguir el discurso triunfalista de un dirigente que se maneja con improvisaciones y calentones que ahora le puede costar el puesto de entrenador.