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El Atleti desperdicia la ventaja y tendrá que cruzar el muro amarillo para estar en semis (2-1)
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IDA DE LO CUARTOS DE FINAL

El Atleti desperdicia la ventaja y tendrá que cruzar el muro amarillo para estar en semis (2-1)

Los colchoneros firmaron un buen partido, en el que fueron superiores al Borussia Dortmund. Sin embargo, un error defensivo en la recta final deja abierta la eliminatoria para la vuelta

Foto: Lino celebra el segundo gol del Atleti. (Europa Press)
Lino celebra el segundo gol del Atleti. (Europa Press)

El juego tiene arduas disyuntivas, momentos de suma dificultad. El doble o nada se emplea cuando hay mucho que perder y otro tanto que ganar. Para el Atlético de Madrid, la Champions se ha convertido en su oasis particular. Un lugar en el que puede redimirse de los pecados cometidos, y donde puede cometer actos puros para limpiar su aura. La victoria ante el Borussia Dortmund (2-1) le otorga ventaja, pero no la esperada a la vista del encuentro. Quieren estar en las semifinales del torneo, viejo lugar conocido que anhelan con vehemencia.

El Atleti llegó a la final la última vez que se cruzó con un equipo alemán en las eliminatorias. Simeone es el discípulo aventajado de Carlos Bilardo, entrenador supersticioso cuyas prácticas relacionadas con la fortuna se incluyen ahora en el librillo de su pupilo. No es descabellado, por tanto, pensar que el argentino tenga este dato en su mente. Tampoco que habría un posible cruce con el Barça, al que dejaron atrás en 2014 y 2016, antes de llegar a Lisboa y a Milán.

La intensidad estuvo en las gradas y en el campo, al que el Atleti saltó con una convicción que no se recordaba. Apenas se habían sentado algunos aficionados cuando De Paul puso en órbita la viveza criolla. Robó por un error desafortunado de los alemanes, tocó con la puntera y marcó. Jugada propia del potrero argentino. Ese que Rodrigo se empeña en mostrar cada vez que salta al campo. El abrazo con El Cholo confirmó que quizás el entrenador se vea reflejado en él.

El Metropolitano tuvo aspecto de noche grande, de "circo romano", como lo etiquetó Simeone hace años. Es una caldera que no se calienta igual que El Calderón, pero con capacidad para achicharrar a cualquier rival que se presente en Madrid. El Inter era el mejor equipo de Europa hasta que pasó por el feudo colchonero.

placeholder De Paul marcó el primero. (Europa Press)
De Paul marcó el primero. (Europa Press)

La cenicienta alemana

El Dortmund fue la cenicienta inesperada en los cuartos, el rival deseado por todos. Al Atleti siempre le ha precedido su fama de pupas, porque vieron meigas en el sorteo antes de que se celebrara. La inferioridad de los alemanes con respecto a otros equipos se notó. A pesar de su empeño en ciertos tramos, especialmente en la segunda mitad, estuvieron lejos del nivel mostrado en los cuartos de final.

Estos duelos son instantes, destellos, momentos. No hay cabida para los errores y el Dortmund había cometido uno a las primeras de cambio. El bagaje es requisito imprescindible en encuentros de esta envergadura. Cuando acababan de asimilar lo ocurrido, Samuel Lino se encargó de aumentar la ventaja y despertar el estado de ilusión en El Metropolitano.

placeholder Haller anotó el gol alemán. (EFE/Chema Moya)
Haller anotó el gol alemán. (EFE/Chema Moya)

El sabor agridulce

El propio Lino tuvo en sus botas el tercero, en la segunda mitad. Fue en boca de gol, aunque esta vez Kobel se lo negó con una parada digna de Oliver y Benji. Hubiera sido el broche para la eliminatoria, en la que el Atleti ha mantenido hasta ahora una seriedad pocas veces vista en Liga. Pero de la que ya había habido síntomas en la Champions.

Los colchoneros, sin embargo, se quedaron con un sabor agridulce, porque el gol del Dortmund deja muy abierta la eliminatoria. Fue obra de Haller tras un error defensivo e implica que el partido será distinto en Alemania. El cabezazo de Brand en la última jugada dejó temblando el larguero y a la afición.

Sufrir el duro muro amarillo será el peaje a pagar para estar en las semifinales de la Champions. El Atleti tiene que ser cauto, porque queda todavía mucho camino para llegar a Londres. Habrá que hacerle caso entonces a Machado: se hace camino al andar. Y los colchoneros son buenos caminantes.

El juego tiene arduas disyuntivas, momentos de suma dificultad. El doble o nada se emplea cuando hay mucho que perder y otro tanto que ganar. Para el Atlético de Madrid, la Champions se ha convertido en su oasis particular. Un lugar en el que puede redimirse de los pecados cometidos, y donde puede cometer actos puros para limpiar su aura. La victoria ante el Borussia Dortmund (2-1) le otorga ventaja, pero no la esperada a la vista del encuentro. Quieren estar en las semifinales del torneo, viejo lugar conocido que anhelan con vehemencia.

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