El repaso de Imanol a Xavi dentro y fuera del campo: "Me cansa tanto elogio cuando perdemos"

"Hemos jugado frente a un señor equipo, que tiene un gran entrenador y unos grandes jugadores. Han jugado mejor que nosotros y hemos sufrido. La salida de balón es lo que más entrenamos, pero con ellos tan intensos, tan bien colocados, con tanta agresividad, fue difícil sacar la pelota jugada. La victoria, que desde el banquillo sinceramente no la esperábamos, es oro para nosotros".

Así resumió Xavi Hernández la victoria in extremis del FC Barcelona en su visita a la Real Sociedad, en la que, todo sea dicho, tampoco faltó la colaboración arbitral. Más concretamente, la del VAR, donde es imposible que Del Cerro Grande no viera el clamoroso penalti de Koundé a Oyarzabal, así como la entrada de Araújo a Aihen Muñoz en el minuto 8 de partido. Alberola Rojas no enseñó al uruguayo ni la tarjeta amarilla, cuando pudo haber revisado la jugada y expulsarle.

"Muchos entrenadores lo repiten cuando perdemos, ya no me vale, me cansa tanto elogio, eso de qué orgullo de equipo que dicen todos", fue la inesperada respuesta del técnico de la Real, Imanol Alguacil, quien, mosqueado como pocas veces se le ha visto, aseguró que "el aficionado se puede ir medianamente orgulloso, pero nosotros hacemos autocrítica. Estamos muy enfadados, porque hicimos un partido para ganar y lo perdimos".

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"Cuando eres mejor que el rival, tienes que sentenciar. Arriesgas para generar lo que hemos generado, pero para acertar y ganar, y en momentos puntuales hay que defender de verdad. Si nos vamos a alegrar con lo que les hemos hecho y pierdes, no sirve de nada sirve. Hay que ganar. Nada de darnos palmaditas. Estoy enfadado. Perdonadme, eh", sentenció el técnico oriotarra, quien nada más acabar el encuentro tuvo que contenerse para no dar un puñetazo a la pantalla del VAR, aunque una vez más no habló del arbitraje.

Como en el Clásico, pero al revés

Lo cierto es que la Real le dio un auténtico repaso al Barça. Jugando como a Xavi le gustaría que jugara su equipo, que aún está muy lejos de la excelencia que el catalán sí vivió cuando vestía de corto. Los de Imanol dominaron la pelota y, por tanto, llevaron la iniciativa del juego la mayor parte del partido. Crearon numerosas ocasiones de gol, algunas muy claras que salvó Ter Stegen, mientras que los azulgranas solo se acercaron a la portería de Remiro en los últimos minutos, cuando llegó el decisivo gol de Araújo que les dio los tres puntos.

A diferencia de lo que sucedió el día del Clásico, cuando el Real Madrid remontó con dos goles de Bellingham el 1-0 que había marcado Gündogan y Xavi dijo que "nos llevamos una derrota inmerecida", esta vez el de Terrassa no tuvo ningún reparo en reconocer la superioridad de la Real, aunque sin decir nada del arbitraje, algo que en el caso del catalán sí es bastante habitual.

Aquella expulsión de Brais en la Copa

Para demostrar la diferencia entre Imanol y Xavi fuera del campo, sirva lo que dijo el oriotarra sobre la expulsión de Brais Méndez en la eliminatoria de Copa que el año pasado le enfrentó al FC Barcelona en el Camp Nou: "Yo soy árbitro y, si me llaman del VAR y veo la imagen, le expulso, porque es clara. Pero, si no existiera el VAR, Xavi y yo pensaríamos que es una jugada más, sobre todo ahora que el Barça juega con tanta agresividad, de hecho Diego Rico tiene la tibia abierta por un taco...". Esto mismo puede aplicarse a la entrada de Araújo sobre Aihen Muñoz o el penalti a Oyarzabal.

La Real es, con permiso del Girona de Míchel, el equipo que mejor juega de LaLiga, además de estar brillando en la Champions League, donde este miércoles, ante el Benfica en Anoeta, tiene la oportunidad de clasificarse matemáticamente para los octavos. Después de haber sumado 7 de 9 puntos posibles, necesita una nueva victoria ante los portugueses y una derrota del Salzburgo ante el Inter, pues los austriacos se quedarían con 3 a falta de 6. Y ello con hasta seis jugadores de Zubieta —que pueden ser siete si Traoré es baja—, a saber Zubeldia, Le Normand, Aihen, Zubimendi, Barrene, Oyarzabal y Aritz u Odriozola, en el once titular.

Muchos millones en el banquillo

Como le gusta decir al director de fútbol txuri urdin, Roberto Olabe, "nuestro modelo de identidad tiene claro que la cantera es su base piramidal. El jugador de casa nos hará más fuertes y el que venga de fuera nos hará mejores".

En este sentido, la Real está teniendo esta temporada el hándicap de que cuatro de los cinco fichajes, los lesionados André Silva y Kieran Tierney, más Arsen Zakharyan y el repescado Álvaro Odriozola, aún no han podido aportar al equipo lo que se espera de ellos. Lo mismo que sucede con Sadiq Umar, quien la temporada pasada sufrió una grave lesión de rodilla, y el joven Mohamed-Ali Cho, todavía muy verde.

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Ante el Barça, Imanol tuvo en el banquillo a futbolistas que han costado 55 millones de euros, un lujo que un club como la Real no puede permitirse. A los 20 del nigeriano Sadiq hay que sumar los 12 del ruso Zakharyan, los 11 del francés Cho, los 10 del andaluz Carlos Fernández y el millón y medio que Aperribay pagó al Real Madrid por Odriozola. Y lo peor es que cuando algunos de ellos saltaron al campo en los minutos finales no aportaron nada, algo que, por contra, sí sucedió en el Barça.

"No estuvimos bien, pero nos llevamos tres puntos vitales", dijo Xavi en la previa del partido de este martes en Champions contra el Shakhtar. "El objetivo es jugar bien y ganar", añadió, aunque una vez más confundiendo el orden de los factores, que en el caso del fútbol sí altera el producto. Así se lo recordó Imanol Alguacil, quien le dio un repaso tanto dentro como fuera del campo.