La solidaridad de Aitana: aparca su lucimiento personal para reivindicar a sus compañeras

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"No se pueden permitir ni abusos de poder en las relaciones laborales ni falta de respeto". Aitana Bonmatí recibió el premio a mejor jugadora del año por la UEFA, pero desvió el foco a lo que consideró importante. Una de las líderes de la Selección española en la consecución del primer Mundial femenino de su historia tiró de pragmatismo y criticó todo lo ocurrido con Luis Rubiales. El ya expresidente está suspendido 90 días de su cargo por la FIFA por el beso “no consentido” a Jennifer Hermoso. "Desde Jenni a todas las que sufren lo mismo: estamos con vosotras y estamos trabajando para que la sociedad mejore".

"Venimos de ganar de un Mundial, pero no se está hablando mucho de ello porque están pasando cosas que no se deberían dejar pasar", explicó una indignada Aitana. El momento más relevante de la historia del fútbol femenino español ha sido eclipsado por completo por un dirigente que no ha estado a la altura.

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Es una lástima que quede para la historia de esta manera. Como bien dijo Aitana, España ha sido campeona del mundo. Pero en el recuerdo perdurará la crisis desatada por Rubiales instantes después de que se certificara el éxito de la Selección. No hubo apenas tiempo para disfrutar porque se desató una tormenta de dimensiones incalculables. Hizo bien Bonmatí en resaltarlo.

La claridad de Aitana

Fíjense si la situación ha sido grave que hasta la propia Aitana antepuso el apoyo a una compañera y al grupo de jugadoras que su disfrute personal. No todos los días se gana el premio a mejor jugadora del año, pero para ella estaba por delante reivindicar al fútbol femenino. Las futbolistas tienen los bolsillos vacíos de dinero en comparación con los jugadores, pero llenos de dignidad. Ningún futbolista de la Selección se ha pronunciado todavía sobre el asunto. Solo Borja Iglesias, no tan asiduo, renunció a integrar el equipo nacional si seguía la actual dirigencia.

Las críticas, no obstante, se extendieron fuera de las fronteras españolas en la ceremonia. La seleccionadora inglesa, Sarina Wiegman, también apuntó a Rubiales. "Me duele lo que está pasando en torno a ellas. Merecen ser respetadas y escuchadas". Una voz más que reclama darle valor al título conseguido por la Selección femenina.

Las palabras de Sarina

El palo de Aitana a Rubiales fue claro y rotundo. En cierto modo, no se permite avanzar al fútbol femenino porque hay personas que se encargan de estropearlo todo incluso en los momentos de disfrute. Había dos maneras de salir al escenario: a disfrutar del trofeo y pensar solo en sí misma. O tener en cuenta todo lo ocurrido, dar la cara y apoyar a sus compañeras. Bonmatí eligió lo segundo, enarbolando esta causa del fútbol femenino.

Rubiales, por su parte, tuvo en sus manos una salida lo más honrosa posible (si es que la había). La dimisión era la única vía, pero no le cuadró y se atrincheró en el cargo. La FIFA tardó menos de 24 horas en destituirle. Si volviera a la presidencia, ni Aitana, ni ninguna de sus compañeras campeonas del mundo, volverán a Las Rozas.

Toda esta crisis ha demostrado que no es conveniente ponerse de perfil en este tipo de asuntos. Las jugadoras han estado de 10, al demostrar en todo momento que iban a una. Daba igual que fuera Salma Paralluelo en un homenaje en Zaragoza. O Aitana delante de todos los integrantes del fútbol en una de las ceremonias más relevantes de la UEFA. La audacia se tiene o no en función de los valores en los que crea cada uno. Parece que las jugadoras lo tienen más claro.