La encrucijada de Xavi y el lío del Barça ante el Madrid que no puede arreglar ni las palancas

Llega el primer Clásico de la temporada (domingo, 16:15h) y lo hace en el peor momento posible para el Barcelona: con pie y medio fuera de la Champions, el conjunto culé ya sabe que buena parte de sus aspiraciones de ganar un título pasan por la Liga. Pero el conjunto culé transita por la cuerda floja, principalmente porque se ha encontrado con un inesperado problema que ni las palancas han podido solucionar: las lesiones han dejado al desnudo las carencias del equipo.

Xavi Hernández se las prometía muy felices tras lograr siete fichajes de renombre con los que reforzar su equipo. Todas las posiciones, salvo la portería, recibían nuevas piezas gracias, en buena parte, a los 868 millones de euros obtenidos por las cuatro palancas ejecutadas por la directiva culé. Sin embargo, a las primeras de cambio, se ha encontrado con un grave problema que quedó claramente escenificado en la Champions: el Barça tiene un agujero en defensa.

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En uno de los momentos claves del curso, las lesiones de Ronald Araújo, Andreas Christensen, Jules Koundé y Héctor Bellerín han dejado al Barça bajo mínimos. Esta situación ha provocado que Xavi se vea obligado a hacer encaje de bolillos para conformar una defensa competitiva y, lo cierto, es que no lo ha logrado. Varios jugadores han quedado tocados por la debacle ante el Inter y, ahora, el preparador azulgrana debe de valorar qué hacer en el Clásico.

Gerard Piqué y Eric García han quedado como dos de los grandes señalados del fracaso europeo. Mal colocados, lentos en la anticipación y desdibujados en velocidad, el Inter encontró todos los espacios que quiso y más a la espalda de la zaga. Si a ello le sumamos que ni Sergi Roberto ni Marcos Alonso estuvieron a la altura de las circunstancias, el resultado es que el Barça concedió demasiadas ocasiones y que solo un inspirado Ter Stegen impidió un drama mayor.

De medio del campo hacia adelante, el Barça demuestra tener desborde, calidad y gol... pero el problema está en la otra parcela del campo. Con no muchos jugadores que sean capaces de recuperar la posición, la labor de Sergio Busquets se antoja fundamental para tapar huecos, pero con equipos rápidos y que buscan la espalda de los laterales, el capitán azulgrana queda malparado, incapaz de achicar agua cuando hay muchos metros en los que tapar espacios.

Ahora, las dudas de Xavi radican en qué zaga conformará ante el Real Madrid, un equipo que si destaca por algo es por su velocidad en ataque, donde Vinícius, Valverde y Benzema —más Rodrygo, que apunta a suplente— pueden hacer mucho daño. La principal opción culé pasa por jugar con una defensa de tres, formada por Piqué, Eric García y Marcos Alonso, acompañados por dos carrileros largos, como pueden ser Alejandro Balde y Sergi Roberto.

En caso de jugar con defensa de cuatro, los centrales pueden ser Piqué y Alonso, con la posibilidad de colocar a Balde a pierna cambiada y Jordi Alba en el costado izquierdo. O, incluso, puede haber sorpresa y Koundé podría llegar al partido, pudiendo desempeñarse en el eje de la zaga o en el carril derecho. Las palancas no han sido capaces de evitar el drama azulgrana en defensa, su gran 'debe' y, ahora, el Clásico medirá las posibilidades del Barça en Liga.