La última perversión del fútbol moderno: la 'vergüenza' de la grada artificial del Levante

Levante-Getafe, novena jornada de LaLiga. El conjunto valenciano acumula 16 partidos seguidos sin ganar y cierra el descenso con cuatro puntos. Es el peor inicio en Primera División de su historia y, por ese motivo, la junta directiva cesa a su entrenador esa misma semana, Paco López. Enfrente espera el colista de la competición con un único punto en el zurrón. Aunque la crispación flota en el ambiente y la tensión aumenta, es un momento propicio para empezar una nueva etapa con una victoria que impulse al recién llegado al banquillo, Javi Pereira. Sin embargo, ese día y contra todo pronóstico, las miradas se van a centrar en una grada visitante artificial y abarrotada que representa algunas de las miserias del fútbol moderno.

La tribuna no estuvo ocupada por los pocos seguidores del Getafe desplazados hasta el Ciutat de València, sino por 350 empleados de la financiera participada de forma mayoritaria por el fondo de inversión JZ International y de origen valenciano, Gedesco. En un tiempo de vacas flacas para el fútbol en España, la entidad representa el principal patrocinador del club de Orriols y aporta entre 700.000 y 1,3 millones de euros en función de determinados objetivos económicos tanto del equipo como de la propia empresa. El mensaje desde la junta directiva fue claro: hay que cuidarlos... incluso si se pasan de rosca.

Según los propios aficionados levantinistas, la delegación desembarcó en varios autobuses con bombos y cencerros tras celebrar una copiosa comida. La entidad conmemoraba ese fin de semana los 20 años de funcionamiento y sus empleados estaban "exultantes, hasta el punto de que ver a algunos miembros de Gedesco en evidente estado de embriaguez", como cuentan testigos presenciales. Sin embargo, desde la empresa han querido desmentir que se consumiera alcohol en las horas previas y disfrutasen de barra libre, sino que "se realizó un pequeño cóctel en la comida".

Aunque por ley no podrían haber accedido en esa condición al recinto deportivo, el personal de seguridad les dio el visto bueno. El partido contra el Getafe tan solo era un punto más en la ruta de actividades de la empresa. Una oportunidad de entretenerse, aunque el partido acabase 0-0 con tan solo seis disparos entre los tres palos. Sin excesiva diversión en el campo, el espectáculo (dantesco) estuvo en la grada.

"Se comentó mucho entre la masa social levantinista que vinieron con todo pagado, pero eso no fue así. Se les hizo un 'pack' especial con precio reducido donde se establece que, por 90 euros en lugar de los 135 que costaría realmente, podrían comprar su entrada y la camiseta del equipo con el dorsal '20' en su espalda. Sin embargo, hay que reconocer que iban muy 'tajados' y que, como son parte del patrocinador principal, se les permitió pasar así", apunta Carlos Ayats, presidente del pequeño accionista y fundador del proyecto centrado en la actualidad del club Sin Tregua.

Riñas con el personal de seguridad

"La imagen que dejaron es muy jodida. Hubo broncas con el personal de seguridad del estadio y, en un momento dado, se intentó echar a alguno de los allí presentes por su actitud incívica, pero hubo una orden clara de la directiva de tener cierta laxitud y esa persona volvió a la grada jaleada por sus compañeros", cuenta Ayats. Desde Gedesco, apuntan que "fue un malentendido" y no saben el motivo concreto de que se llevara al trabajador al vomitorio para aclarar el asunto, ya que estaba de pie animando y el personal de seguridad le dijo que "se pusiera la mascarilla y no se levantara". Además, aclaran que si ellos hubiesen observado algún comportamiento incívico, hubiesen sido "los primeros en sacarlo del estadio".

Por su parte, el presidente de la grada de animación del Levante, Raúl Cuello, aporta su punto de vista como seguidor de lo sucedido: "Fue vergonzoso y dieron una imagen lamentable del Levante", afirma el representante.

"Si tú te bajas la mascarilla en el estadio para beber agua, viene alguien de seguridad, te echa la bronca y te amenazan con expulsarte del estadio y levantarte un acta de sanción. Pero ellos tenían unos privilegios que nosotros no tenemos", cuenta. Las imágenes de los empleados de Gedesco sin mascarilla, eufóricos y sin respetar las estrictas normas de Sanidad en los recintos deportivos corrieron como la pólvora entre los aficionados levantinistas provocando así indignación e ira en redes sociales.

"Enseñaron pancartas pidiendo números de teléfono, haciendo publicidad, y cantaron 'Gedesco, Gedesco' y 'alcohol, alcohol, hemos venido a emborracharnos... el resultado nos da igual', fue penoso", detalla Cuello. Desde la empresa financiera, explican que "se cantaron todo tipo de canciones de contextos festivos, como 'La Cucaracha', porque había gente que no era futbolera y otros sí, y esas son conocidas, pero no porque se hubiese consumido alcohol antes".

"Me llamaron aficionados de otros grupos de animación de España riéndose de la situación"

"No creo que se hiciera con el ánimo de tapar el mal estado del equipo y distraer a la afición con otro foco llamativo, pero está claro que ayudó", dice Ayats. Por su parte, Cuello apunta que habló personalmente con el director de Seguridad del campo, Juan Antonio, y le confesó que el grupo le había llevado "por la calle de la amargura toda la tarde porque iban muy bebidos y querían introducir cosas en el estadio que no podían, como trompetas o bombos".

El presidente de la grada de animación 'granota' explica que "quien lo organizó tuvo poca empatía con la afición sabiendo la situación que atraviesa el equipo. El Levante lo hizo con buena intención, pero ni vislumbraron que la cosa se fuese de madre ni que no pudieran controlarlos. Para ellos, era la continuación de la fiesta: comida, barra libre y a ver al Levante. Me llamaron aficionados de otros grupos de animación de España riéndose de la situación".

"Desde el Levante me han dicho que, si lo llegan a saber, no lo hubiesen hecho. No todo vale aunque seas el patrocinador principal, pero ya no hay marcha atrás y, después de la lluvia de quejas y de la carencia de profesionalidad en diversos ámbitos, se ha quedado institucionalizada la coña", desliza Ayats.

Desde entonces, tanto el Levante como Gedesco han guardado silencio. "No han hecho ningún comunicado pidiendo perdón, aunque desde el club nos han dicho que 'era normal que nos enfadásemos, pero no debíamos hacerlo con el Levante'. Yo creo que reconocer los errores está bien porque la afición se sintió ultrajada y nadie se ha lamentado de lo sucedido", zanja Cuello. La empresa confirma que habló con el Levante para que "ellos explicaran la situación, ya que nosotros no tenemos nada que justificar. Nuestra intención era animar al equipo, pero malinterpretamos la situación".

Por otra parte, Gedesco ha querido remarcar que "hemos querido apoyar al Levante desde el principio y queremos que le vaya bien al equipo. Se focaliza todo en ese día, pero sin el patrocinio estarían en otra situación". Asimismo, la financiera resalta que "se podría haber elegido otra actividad e invertir ahí el dinero de las camisetas y la entrada, pero se optó por apoyar al club". Hoy, el Levante tendrá una nueva oportunidad de salir del pozo contra el Granada ante su afición (21:00). Presumiblemente, no volverá a vivirse una situación tan "lamentable" en las gradas de Orriols.

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Desde la afición, no se comprendió el descontrol de una grada que no ha hecho más que incrementar el clima de irritación en una entidad que va a escándalo extradeportivo por semana. El último, protagonizado por la mujer del centrocampista 'granota' José Campaña, por una foto de su hija vestida con los colores del Sevilla en el Sánchez-Pizjuán y en brazos del presidente José Castro con el mensaje: "Ella y su presi", desató un aluvión de respuestas que le reprochaban el poco tacto teniendo en cuenta la situación del equipo y el resultado final del Sevilla-Levante (5-3). La esposa cerró la trifulca con un mensaje contundente: "El equipaje lo habéis pagado vosotros, tranquilos, un beso". Campaña, llamado al orden por el club, ha terminado pidiendo disculpas en las redes sociales. Es solo un capítulo más de una temporada negra hasta el momento.

*Este periódico trató de contactar con el Levante para conocer su versión, pero no tuvo éxito.