La foto que resume las miserias del fútbol moderno: 2.500 euros al mes por jugar en 3.ª
Antes, si querías jugar en el filial de un grande, tenías que ser muy bueno. Ahora puedes pagar por la experiencia
A poco que le guste el deporte, usted habría visto la foto que abre este artículo. Se trataba del primer partido oficial del Rayo C, el tercer equipo del club de Vallecas, y sí, ese jugador tremendamente fuera de forma está defendiendo el escudo en un partido oficial.
¿Qué ha pasado para que el fútbol base del Rayo acoja a estos talentos tan, digamos, crepusculares? Agárrese, porque tirando de este hilo se llega a un oscuro callejón del mundo del fútbol, uno de esos lugares de los que nadie quiere hablar.
El jugador de la imagen es un exfutbolista ucraniano de 38 años llamado Dimitiri Koltsov. Rebotó entre varios equipos de las ligas inferiores de Italia mientras estuvo en activo, a menudo como suplente, pero no luce la camiseta del Rayo por sus méritos futbolísticos, sino porque no había más jugadores. ¿Que cómo es que el Rayo Vallecano, una de las mejores canteras de España, no tiene jugadores suficientes para el tercer equipo? Claro que los tiene, los juveniles, pero este equipo no va de eso. En realidad, el Rayo C es un constructo comercial que tiene poco que ver con el fútbol.
Definen el debut del Rayo C como un "partido de solteros contra casados"
La historia comienza cuando el equipo femenino del Rayo saltó al campo contra el Real Madrid con un nuevo patrocinador, Genova International Academy of Soccer. La noticia sorprendió a los aficionados, conscientes de lo complicado que tiene el Rayo conseguir patrocinios, especialmente para el fútbol femenino, que no se emite por televisión ni congrega demasiado público en las gradas. Costaba entender cómo se había pasado de la Inmobiliaria CNI, con sede en Santa Eugenia, a una academia internacional de talentos apadrinada por Roberto Carlos, Chendo y Morientes.
Hay truco. Fuentes no oficiales del Rayo Vallecano confirman que este no es un acuerdo de patrocinio al uso, sino que implica la creación de un nuevo equipo en Tercera Aficionados (una suerte de 8ª división), el Rayo C, que estará nutrido por jugadores de la academia Genova. Esto convendría al Rayo ya que, para ahorrarse costes salariales, mantiene en el primer equipo a varios jugadores con ficha del B, lo que ocasiona que el segundo equipo ande siempre corto de efectivos. "Sin embargo, tras lo visto en la primera jornada, no parece que se vaya a poder subir a muchos al B", dicen desde el club.
Al ser preguntados, fuentes oficiales del Rayo aluden a un acuerdo de la junta directiva "cuyos términos no se harán públicos".
Testigos presenciales afirman a este diario que el Rayo C debutó el pasado domingo con la equipación de la pasada temporada y una alineación de jugadores desconocidos y multinacionales, no especialmente jóvenes, con algunos de ellos en un estado de forma cuestionable. "Fue el clásico partido de solteros contra casados", dicen.
Los casados debían ser los rayistas, porque perdieron 5-2 contra el Polígono H de San Blas y se encuentran en última posición de su liga. Solo presentaron 12 jugadores, de los cuales dos eran juveniles que se convocaron a última hora y otro, Koltsov, el de la imagen, es empleado de Genova Internacional. El resto, en su mayoría, salieron del Leganés C, el otro filial que controlaba Genova Internacional en España hasta este año. Así las cosas, los aficionados han comenzado a conocer a este Rayo C como el "Rayo Random".
Aunque no se acredita en el acta, desde el banquillo dirigió al equipo el exrayista Antonio Amaya, bien recordado en el club por su faceta como defensa central, pero también por ser el primer condenado por corrupción deportiva en España por el caso Osasuna. La sentencia da como hechos probados que Amaya, cuando jugaba en el Betis, junto a otros jugadores y directivos, alteraron "los resultados de la competición deportiva pagando un total de 650.000 euros por incentivar su victoria ante el Real Valladolid en la jornada 37 de la temporada 2013/2014 como para dejarse ganar en el partido que les enfrentó contra Osasuna en la jornada 38" y lo condenó a un año de cárcel.
Todo por la foto
El modelo de negocio de Genova International es parecido al de los másters: cobra a los alumnos por entrenar y paga a las empresas por hacer las prácticas y por usar sus instalaciones. El sistema es sencillo: a cambio de un patrocinio o una cantidad de dinero, Genova crea un nuevo filial en la estructura de los clubes que solo maneja jugadores de la academia. Estos estudiantes, que proceden en su mayor parte de Australia, Estados Unidos y los países árabes, pagan una media de 2.500 euros al mes por entrenar en las instalaciones del club y jugar en Tercera Aficionados con su escudo. Genova los capta en sus países de origen a través de su red de embajadores internacionales, en la que figuran exjugadores como Fernando Morientes, Walter Pandiani, Genaro Gattuso, Roberto Carlos o Tim Cahill.
"Era una empresa que nos dio la posibilidad de traer jugadores, de hecho nos pagaban un dinero por cada jugador extranjero que nos daban, eso nos permitía crear un equipo filial complementando con chavales de aquí", explica el dirigente de una entidad del fútbol español, una de las primeras en firmar con Genova, que prefiere mantener su anonimato. "La escuela cobraba al chico y nos pagaban a nosotros", insiste.
Se trata de un acuerdo astuto para Genova, ya que no tiene instalaciones deportivas propias, y para sus estudiantes, que regresan a su país de origen con una imagen que atestigua que han jugado en las categorías inferiores de grandes clubes como el Torino, el Rayo Vallecano o el Inter de Milán, lo que los hace más atractivos para los equipos locales. Más cuestionable es el negocio para el club hospedador, que a cambio de una pequeña vía de financiación, tiene que ceder sus campos de entrenamiento y poner su escudo en espectáculos como el del Rayo C-Polígono H San Blas de la pasada semana.
Genova no solo es una academia: también oferta en su web tours para equipos en su web. Por 2.800 euros por jugador, vuelos excluidos, cualquier formación del mundo puede pasar dos semanas en Madrid, alojarse en un hotel de 4 estrellas, ver un partido en el Bernabéu, jugar contra varios filiales de la región e incluso acercarse de excursión a Toledo y Segovia.
Sin embargo, no está probado que el paso por la academia sirva como trampolín para el fútbol europeo más allá del trampantojo de la foto con el escudo. En casi todas las ocasiones, los estudiantes cambian de un filial a otro de los controlados por Genova sin cobrar un solo euro ni ascender al primer equipo. Después, el teléfono no suena, o llama un club de Tercera que no paga por jugar, de ahí que la mayoría terminen por regresar a sus países de origen.
De hecho, los tres casos de éxito que expone la academia, los tres italoaustralianos, son cuestionables. El más mencionado es el extremo Reno Piscopo, de 22 años. Genova presume de que pasó varios años en los filiales del Inter y del Torino antes de fichar por un equipo de la primera división australiana. Y es verdad, pero no se menciona que en sus tres temporadas en los filiales solo jugó 18 partidos, muchos saliendo desde el banco en los últimos minutos, ni que el club que lo fichó en la liga de Australia, el Wellington Phoenix, ya lo tenía en sus equipos infantiles cuando se marchó a la academia. De esta forma, el caso de Piscopo también podría verse como que gastó 150.000 euros en cinco años de una formación que le sirvieron para llegar al mismo punto al que habría llegado quedándose en la cantera de los Phoenix.
O el segundo más nombrado, el lateral también australiano Jonathan Alcorace, que pasó diez años en la academia y se movió solo entre equipos controlados por Genova. Actualmente, con 23 años, está sin equipo. O el del delantero Anthony Carter, del que Genova sostiene que pasó siete años con ellos y fichó por el Parma de la Serie A, pero los registros ubican a Carter en el Academico de Viseu, un equipo modesto de la segunda división portuguesa. La academia confirma a este medio que, efectivamente, es integrante de la humilde plantilla lusa, cedido por el filial del Benfica. A los 26 años, Carter solo ha jugado 42 partidos profesionales, con una media de 48 minutos por encuentro.
Tanto es así que algunos padres se han decidido a emprender acciones legales contra Genova International School. Es el caso de este matrimonio de australocroata que pagó alrededor de 100.000 euros por la formación de su hijo, ya que la academia les prometía "mares y montañas", y al final ningún club se interesó por ficharle y tuvo que retirarse a los 18 años. "Llegó con un Ferrari, nos prometió mares y montañas, nos dijo que conocía a todos en el mundo del fútbol", reza la denuncia, finalmente desestimada por llegar fuera de plazo.
En torno a la academia surgen dudas. Por ejemplo, que den a entender en su web que disponen del Bottagisio Sport Center, las preciosas instalaciones de juveniles del Chievo Verona a orillas del Adigio, cuando no figura ninguna colaboración con ese club en los últimos años, o que incluyan las loas del seleccionador sub18, Pablo Amo, por trabajar con Genova, cuando éste ni siquiera lo menciona en su CV.
En cuanto a números tampoco hay consenso. En distintos publirreportajes en España e Italia, la academia se define como "la mayor del mundo" y sostiene tener entre 18.000 y 23.000 estudiantes, si bien en España, el único país en el que parecen tener fútbol base según sus redes sociales, la cifra está en torno a 40. "Es por causa del coronavirus, en enero llegarán nuevos jugadores", dicen desde la academia. Según el Registro Mercantil, Genova International facturaba justo antes de la pandemia 46.300 euros al año, y cerró 2019 con unas pérdidas de 17.300.
El hombre de los mil selfis
Detrás de este tinglado está el italoaustraliano Morris Pagniello, de 45 años, exfutbolista, el hombre del Ferrari antes mencionado y líder único de Genova International Soccer School. Quizá le suene el nombre, porque la semana pasada informó a la prensa de que quería contratar a Samuel Eto'o para su equipo recién creado, el Racing de Murcia, aprovechando su partido de Copa ante el Levante.
De hecho, a tenor de su álbum de fotos, se trata de una de las personas más influyentes del fútbol mundial. Piense en cualquier jugador, entrenador o presidente y busque en Google su foto con Pagniello, que lo más probable es que la encuentre. Florentino Pérez, Bartomeu, Pelé, Messi, Cristiano, Maradona, Zidane, Infantino o el mismísimo Papa de Roma, Pagniello es el rey del selfie. En su cuenta de Instagram muestra una selección de fotos de móvil con famosos, de las cuales su preferida es la de la entrega de la Bota de Oro a Messi.
Las fotos demuestran que Pagniello, aunque no tenga negocios con casi ninguno de estos personajes, sí consigue estar en los círculos de poder del fútbol español. Su influencia va más allá: fuentes cercanas al Real Madrid indican que "Pagniello entra a Valdebebas cuando quiere, se hace fotos con quien quiere, saluda al presidente... se da por sentado que es un tipo con contactos".
Sorprende que clubes e instituciones abran la puerta tan fácilmente al italioaustraliano, cuando hay tantos motivos para sospechar. Por comenzar con algo, este periódico ha contactado con el entorno de Eto'o y puede adelantar que no va a fichar por el Racing de Murcia.
Genova cobraba 25.000 euros por temporada a los jugadores y pagaba 5.000 por cada uno al club
Pagniello es el perejil de todas las salsas. De todas las salsas turbias. Desde hace diez años, prácticamente no ha pasado uno sin aparecer en los medios italianos y españoles por alguna extravagancia como el fichaje de Eto'o o pedir jugar la eliminatoria de Copa en Dubai, si bien es más habitual verle en otras secciones del periódico. En 2014 abandonó Italia, meses antes de que fuese detenido en la operación Dirty Soccer de amaño de partidos para apuestas en la que estaba implicada la Ndranghetta, la mafia calabresa. Finalmente no fue condenado y puso rumbo a España.
Su llegada fue tan ruidosa como su salida de Italia. Nada más aterrizar dijo que su objetivo era "comprar clubes de fútbol en España" y no tardó mucho. Se convirtió en el principal accionista de la Cultural Leonesa, donde prometió grandes talentos juveniles y la inversión de entre 100.000 y 200.000 euros en el club a cambio de controlar el filial. Duró siete meses. Finalmente Genova solo pagó 15.000 euros al club por aportar cinco jugadores al filial, a los que cobró 25.000 euros a cada uno por la temporada. Para colmo, la Cultural solo sacó 5.000 euros limpios, ya que mantener la cantera le sale por 10.000 euros anuales. Felipe Llamazares, presidente de la Cultural, finiquitó el acuerdo en un año y se refirió a Pagniello como "un caradura" que "vino a León a intentar estafarnos".
En abril de 2017, el Eldense perdió 12-0 contra el Barcelona B en el Mini Estadi y las casas de apuestas detectaron una intensidad inusual en el partido. Fue tan ominoso que se puede comprobar en el vídeo inferior cómo la defensa alicantina casi renuncia a parar los ataques del Barcelona durante la primera parte. El primero en denunciarlo públicamente fue dijo el delantero del Eldense Cheikh Saad: "En el vestuario casi hubo agresiones. Entre los implicados hay un líder del equipo, y otros cuatro jugadores. He recibido amenazas, pero no me importa. Hay un vídeo en el que se dice que mis compañeros habían apostado cantidades muy, muy altas. 8-0 al descanso y 12-0 al final",
No es normal traer a jugadores tan malos, cualquier equipo de preferente nos mete cinco goles
Más contundente se mostró el entrenador Mario Cartagena en Marca: "Claro que estaba amañado el partido. Un jugador normal, con 7-0 hace lo que sea para que no te metan más. La culpa es de todo el mundo, de los que vienen y de los que los traen. Los jugadores que venían eran horribles, llegué a tener unos 40-50", dice. "El club traía a jugadores que pagaban por jugar en el Eldense pero que no tenían ni mucho menos el nivel para jugar en Segunda B. El dinero, lógicamente, se lo quedaban ellos".
Con todo, el entrenador considera que estas goleadas eran factibles, dado el nivel de los jugadores que proporcionaba Pagniello: "No me sorprende nada que haya pasado esto, sabía que pasaba algo raro. No es normal traer jugadores tan malos. Cualquier equipo de Preferente, al Eldense le mete cinco goles, de verdad. Ellos han venido a ganar dinero y ya está, yo estaba ahí para poner el carnet y poco más, pero yo por ese aro no entro. Me encanta el fútbol y quiero vivir de ello, pero no a cualquier precio".
Más adelante se conocería que ese partido no fue el único que amañó el Eldense esa temporada, sino el quinto, ya que existía una reyerta entre las mafias china e italiana, que había tomado el control del Eldense, por amañar los resultados del equipo.
LaLiga, en un informe de su departamento de Integridad de 2017, vinculó a Pagniello con el Caso Eldense, que aún sigue en investigación, y denunció que la mafia estaba detrás del intento del italocanadiense por controlar la Cultural Leonesa. De hecho, la patronal sospecha que hubo arreglo en el Marino de Luanco-Cultural del 23 de noviembre de 2014 porque saltaron los indicadores contra el fraude de las casas de apuestas.
Juan Sabas denunció ante la Policía que Pagniello le ofreció 300.000 euros por entrenar a su rival por el ascenso
Por último, el exdelantero Juan Sabas denunció ante la Policía, cuando entrenaba al Extremadura, que Morris Pagnielo lo citó en el Carrefour de Leganés para llevarle a un evento de la academia pero que, una vez allí, descubrió que estaba con Felipe Moreno, dueño del Leganés. Ambos le ofrecieron en reiteradas ocasiones entrenar al Cartagena la siguiente temporada (Moreno es amigo del presidente del Cartagena) con un sueldo estratosférico de 300.000 euros anuales. Nada fuera de lo normal, de no ser porque el Extremadura se encontraba en pleno playoff de ascenso a Segunda División... contra el Cartagena.
El caso se archivó en junio de 2019 en el Juzgado de Instrucción n.º 7 de Leganés por falta de pruebas.
Pagniello niega todas las acusaciones: "Estamos desde 2014 en España ayudando a equipos. Empecé con la Cultural, pero por motivos de trabajo no pude seguir con ellos, y también estuvimos un año en el Hércules y el Jumilla. Con todos tenemos buenas relaciones, incluso con la Cultural, que parecía complicado. Hablando se entiende la gente y se dieron cuenta de que yo no era cómo pensaban. O cómo los periódicos decían", dice a este periódico en conversación telefónica.
Asediado por los escándalos, a Pagniello solo le queda en España el Racing de Murcia, un equipo de Tercera que refundó y que ha ganado cierta fama por tener a David Vidal en el banquillo, y el Rayo Vallecano, que reconoce no es su prioridad: "Tenemos nuestro club, el Racing Murcia, que es la prioridad, donde ponemos las mayores energías, pero también trabajamos como academia para otros equipos, como el Rayo y el Leganés", zanja Pagniello.
Consultado por este periódico, el Leganés afirma que "no existe ningún tipo de acuerdo" con la academia de Pagniello desde hace meses.
A poco que le guste el deporte, usted habría visto la foto que abre este artículo. Se trataba del primer partido oficial del Rayo C, el tercer equipo del club de Vallecas, y sí, ese jugador tremendamente fuera de forma está defendiendo el escudo en un partido oficial.