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Joaquín no está para bromas: así mastica con 40 años su rol secundario en el Betis
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una leyenda que juega poco

Joaquín no está para bromas: así mastica con 40 años su rol secundario en el Betis

Joaquín tiene fuerzas e ilusión, pero no consigue tener el protagonismo que quiere en el Betis, en la que puede ser su última temporada tras 21 años como futbolista

Foto: Joaquín durante un partido con el Betis. (Efe)
Joaquín durante un partido con el Betis. (Efe)

No está siendo sencillo para Joaquín tener el rol de suplente que le asigna Manuel Pellegrini en el Betis. Por mucho que se quiera convencer de que no hay que mirar la edad (40 años), tenga actitud, físico y conserve las ganas de un juvenil, está siendo complicado tener minutos. Joaquín se propuso poder tener una despedida del fútbol acorde a su larga trayectoria y para ello esperó el momento del regreso de los aficionados a los estadios. Para todos los futbolistas era duro jugar con las gradas vacías, pero en el caso de Joaquín sentía que el final de su carrera no podía cerrarse sin el calor y el cariño de los aficionados. Renovó una temporada más. Tiene fuerzas, ilusión y es competitivo. Quiere sentir al público. Lo necesita, pero jugar en el Betis de Pellegrini es caro.

"Es un tío muy competitivo, aunque no lo parezca por su carácter bromista, y tiene una mezcla de rabia por no jugar, pero entiende que el equipo está por encima de todo", confirman fuentes del club verdiblanco. Joaquín quiere que esta temporada, la que puede ser la última, quede en el recuerdo. Le falta protagonismo. No está brillando, pero entiende su situación. "Tiene toda la pinta de que será mi último año porque ahora estoy jugando menos que el portero de Oliver y Benji. Yo no quiero estar por estar y acomodarme. Sé que mi papel es el que es", manifestó, en Canal Sur Radio, cuando solo se llevaban tres jornadas de Liga.

Foto: Ferran Torres celebra un gol en el partido entre Italia y España en San Siro. (EFE)

La filosofía de Pellegrini es hacer rotaciones para tener a todos los jugadores enchufados y los resultados están siendo buenos. Pero la competencia del centro del campo hacia delante, con el nivel tan alto de calidad que hay en la plantilla, provoca que Joaquín solo haya disputado 58 minutos en las ocho jornadas de Liga. En tres encuentros no ha jugado ni un solo minuto. Aunque es verdad que ha sido titular en los dos partidos de la Europa League. El portuense no está entre los diez jugadores que más juegan con el técnico chileno. Un ránking que encabeza Fekir (844 minutos) y le siguen Edgar (623), Guido (595), Sergio Canales (568), Rui Silva (540), Montoya (518), Pezzella (514), Borja Iglesias (502), Víctor Ruiz (457) y Juanmi (445). Joaquín está muy lejos de todos ellos.

La justicia de Pellegrini

Se confirma lo que intuía a principio de la temporada. Si veía que su aportación era escasa y pasaba a un segundo plano, lo dejaría. "A día de hoy me sigo cabreando cuando no juego", reconoce el capitán verdiblanco. Esa imagen que transmite de buen rollo, cercana y bromista es diferente a la que menos se ve cuando está en el banquillo o le cambian. Joaquín es muy competitivo y quiere estar en el campo. No tiene los minutos que le gustaría, pero no es por una cuestión de físico porque en el Betis confirman que entrena fuerte, que se cuida y ha bajado el peso. El motivo es la fuerte competencia y el criterio de un entrenador que quiere ser justo con los méritos en el rendimiento de la plantilla.

No hay ningún problema con Manuel Pellegrini, un entrenador que se ha ganado a la grada y a la prensa. Al chileno se le respeta en Sevilla y se le señala como el artífice de la buena temporada del Betis. Habla poco, pero es claro. No suele dar explicaciones a los jugadores, pero con Joaquín, al que ya tuvo en el Málaga, tiene una conexión especial. Eso indica el grado de justicia que aplica el entrenador. Joaquín no tiene privilegios porque hay un entrenador que no hace distinciones. El rol que le toca masticar a sus 40 años es secundario después de 21 años de carrera y siendo el jugador del Betis que más partidos ha vestido esta camiseta (407 en total entre Primera división y Segunda). Por delante de José Ramón Esnaola (378) y Rafael Gordillo (343). Un total de 854 partidos acumula Joaquín en los diferentes equipos que ha jugado (Betis, Málaga, Valencia y Fiorentina).

placeholder Manuel Pellegrini en una conferencia de prensa antes de un partido de la Europa League. (Efe)
Manuel Pellegrini en una conferencia de prensa antes de un partido de la Europa League. (Efe)

Esta es la sensación agridulce que tiene un jugador que es leyenda en el Betis. Contento porque su equipo está jugando bien y ganando, pero fastidiado por no estar más en el césped y sentir a la grada. Hace mucho tiempo que no juega un partido entero.

Joaquín ama el Betis. Ha hecho de todo por llegar a los 40 años y demostrar que tiene ilusión, motivación y hambre para competir en la élite. La cabeza le pide jugar más, el físico le aguanta, pero la competencia es mayor con gente joven. Las bromas desaparecen cuando se queda sin jugar un solo minuto en un profesional ambicioso que se siente futbolista, bético y es accionista. Hay quien en Sevilla sí bromea con este asunto y le llama "presidente". ¿Llegará algún día a presidir el Betis? Es otra de las preguntas que se hacen con Joaquín. En 2017 se hizo con el 2% del capital total del Betis y se convirtió en el cuarto accionista de la entidad. Gastó 1.100.000 euros. "Es una manera de devolver al Betis y al beticismo todo lo que me ha dado. Me planteo un futuro en este club, con el que quiero seguir vinculado", comentó tras adquirir el paquete accionarial.

No está siendo sencillo para Joaquín tener el rol de suplente que le asigna Manuel Pellegrini en el Betis. Por mucho que se quiera convencer de que no hay que mirar la edad (40 años), tenga actitud, físico y conserve las ganas de un juvenil, está siendo complicado tener minutos. Joaquín se propuso poder tener una despedida del fútbol acorde a su larga trayectoria y para ello esperó el momento del regreso de los aficionados a los estadios. Para todos los futbolistas era duro jugar con las gradas vacías, pero en el caso de Joaquín sentía que el final de su carrera no podía cerrarse sin el calor y el cariño de los aficionados. Renovó una temporada más. Tiene fuerzas, ilusión y es competitivo. Quiere sentir al público. Lo necesita, pero jugar en el Betis de Pellegrini es caro.

Joaquín Sánchez
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