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Gesta de la España de Luis Enrique en Italia: jugará la final de la Liga de Naciones (1-2)
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Gesta de la España de Luis Enrique en Italia: jugará la final de la Liga de Naciones (1-2)

España se clasifica para la final de la Liga de Naciones tras ganar a Italia, la campeona de Europa, en su estadio. Los de Luis Enrique jugaron toda la segunda parte en superioridad numérica

Foto: Ferran Torres celebra un gol en el partido entre Italia y España en San Siro. (EFE)
Ferran Torres celebra un gol en el partido entre Italia y España en San Siro. (EFE)

Ganar a Italia en su casa, una selección que es campeona de Europa, y romper una racha de 37 partidos sin perder es una gesta. Ahora hay que buscar explicaciones a esta gloriosa victoria que sirve para jugar la final de la Liga de Naciones el próximo domingo. El responsable, para lo bueno y para lo malo, es Luis Enrique. Para eso tiene adjudicada la figura de líder de un equipo en el que no hay estrellas y está convencido, porque lo defiende con pasión, de que está haciendo un equipo de autor. Es su proyecto y tiene demasiados críticos. Principalmente por las decisiones que toma en la convocatoria de jugadores. Pero cuando gana un partido de esta envergadura y en él está Gavi en el once, el chico de 17 años que ha jugado cuatro ratitos en el Barcelona, es justo reconocer su trabajo.

La España que está construyendo Luis Enrique es capaz de lo mejor y también de darse algún que otro batacazo. En el estadio milanés de San Siro, tocó cara. Es una de esas victorias para la historia, y no es la única, porque España llegó a la fase final de este torneo tras golear a Alemania. En ese partido, en el estadio de La Cartuja de Sevilla, marcó tres goles Ferran Torres. Contra Italia, el extremo del Manchester City hizo dos tantos. Es el goleador de Luis Enrique. Ferran lleva seis goles en siete partidos en la Liga de Naciones. Se tuvo que ir del campo con molestias en el inicio del segundo tiempo y entró Yeremi Pino (18 años). Dos debutantes contra Italia: Gavi y Pino. España acabó con estos chavales y Bryan Gil (20 años).

Foto: Luis Enrique, en la Ciudad Deportiva de Las Rozas. (EFE)

La España de Luis Enrique tiene estas cosas. Capaz de ganar a superpotencias como Alemania e Italia y tener complicaciones para clasificarse de forma directa para el Mundial de Qatar 2022. En el último parón dejó malas sensaciones con la derrota en Suecia y el partido en Kosovo. Dijo Luis Enrique que por estas fechas los jugadores estarían más rodados y se vería un equipo más competitivo. Tenía razón. España se plantó en Milán, ante los campeones de Europa, con muchas bajas por lesiones y el joven Gavi en el once. Sin delantero centro y con Oyarzabal, Sarabia y Ferran Torres moviéndose por el frente de ataque. Salió una primera parte perfecta, a pesar de los sustos en el inicio del encuentro. Unai Simón evitó, en el minuto 5, el gol de los italianos con una estirada abajo en un lanzamiento de Chiesa. El balón lo había perdido Gavi. El chico fue de menos a más. Normal. Tiene descaro, calidad y personalidad, pero le falta experiencia en grandes partidos.

Unai Simón, seguro

Unai Simón es una de las claves del éxito en Milán. Muy seguro el portero del Athletic. Sujetó al equipo con intervenciones en momentos clave. España fue fiel a su estilo. Tuvo más la pelota, empezó estando incómoda con la presión arriba de los italianos, costaba salir y encontró el carril de la muerte. El costado izquierdo por el que penetraron Marcos Alonso y Oyarzabal. Por ahí destrozaron al campeón de Europa. Había espacios y eso es lo que necesita explotar la Selección española. Por el centro era otra guerra más dura. Estaban Jorginho, Barella y Verratti.

Foto: Luis Enrique celebra con Gavi el triunfo. (Reuters)

Marcos Alonso es otro de los destacados. Abrió el campo, llevó peligro, ganó duelos. Otro jugador que llevaba tiempo sin aparecer por la absoluta y que tuvo una noche brillante tras las bajas de Gayá y Jordi Alba. Marcos pudo hacer el tercer tanto, en el 78', en un disparo cruzado que desvió Donarumma. Por el costado izquierdo se rompió el partido a los 15 minutos. Un centro de Oyarzabal cogió descolocada a la defensa italiana y el remate, nada sencillo, de Ferran Torres fue el primer gol. Ferran estuvo más listo en el posicionamiento que el central Bastoni. Ferran Torres tiene instinto goleador. Hizo el segundo, en el 45', con un remate de cabeza cruzado en otro centro de Oyarzabal. Fue cuatro minutos después de que Italia se quedara con un jugador menos por la expulsión de Bonucci. El central vio dos tarjetas amarillas. La primera por protestar y la segunda por sacar el brazo en un salto y golpear en el cuello a Sergio Busquets.

Para ganar a la competitiva Italia, hay que hacer muchas cosas bien y tener ese punto de suerte. España jugó con personalidad y fue eficaz en las áreas. Italia estuvo espesa y sin puntería. Quiso jugar como España y tuvo que tirar de la épica tras la expulsión. Con 0-1, pudo empatar el partido en una ocasión clarísima de Insigne. Solo ante Unai Simón, disparó el balón fuera de los tres palos. Era un momento de agobio para España. Un minuto antes fue Bernardeschi el que fusiló a Unai Simón y el portero desvió la pelota fuera con la ayuda del poste.

Errores atrás

Jugar la segunda parte con superioridad numérica y dos goles fortaleció a España. Italia no se rindió. El partido para Italia supuso un desgaste físico extra. Los de Luis Enrique, con el marcador a favor y con el control de la pelota, metieron a los de Roberto Mancini en su campo. Pudo hacer Oyarzabal el tercero. El recurso de Italia era replegarse y montar contraataques. El partido tuvo fases de descontrol. A Italia le interesaba romper el ritmo, la posesión de España, y también tiró de carácter con acciones para intentar desquiciar a los de Luis Enrique. Agitó el partido. A España le interesó enfriarlo e impuso el ritmo conveniente. Pero tuvo un error, un despiste que costó el gol de Pellegrini en una contra conducida por Chiesa en el 82'. Falló Pau Torres.

España se complicó en los minutos finales. Debió y pudo cerrar antes el partido y acabó con los nervios de estropear el trabajo. Jugó bien, se gustó, pudo golear en la segunda parte y merece jugar la final de la Liga de Naciones. Tiene que corregir los despistes y las imprecisiones en los pases para ser una Selección más sólida y fiable.

Ganar a Italia en su casa, una selección que es campeona de Europa, y romper una racha de 37 partidos sin perder es una gesta. Ahora hay que buscar explicaciones a esta gloriosa victoria que sirve para jugar la final de la Liga de Naciones el próximo domingo. El responsable, para lo bueno y para lo malo, es Luis Enrique. Para eso tiene adjudicada la figura de líder de un equipo en el que no hay estrellas y está convencido, porque lo defiende con pasión, de que está haciendo un equipo de autor. Es su proyecto y tiene demasiados críticos. Principalmente por las decisiones que toma en la convocatoria de jugadores. Pero cuando gana un partido de esta envergadura y en él está Gavi en el once, el chico de 17 años que ha jugado cuatro ratitos en el Barcelona, es justo reconocer su trabajo.

Luis Enrique Sergio Busquets
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