Reguilón, otro canterano (como Achraf) que no tiene claro regresar al Real Madrid

El Real Madrid ha hecho ¡clin, clin, caja! con la venta millonaria de Achraf Hakimi al Inter de Milán. Un pastón (40 millones de euros más un pellizco de otros cinco millones que caerá en bonus) que deja el chico que llegó a los seis años a la cantera. Es la mejor inversión. Formar para vender. Cuanto más cerca estaba Achraf del primer equipo, maduro para el regreso a casa, decide marcharse. Y, claro está, el Madrid vende. En el fútbol también sirve eso de que dos no se separan si uno no quiere. Que se lo pregunten a Neymar. El Paris Saint Germain lo tiene atadito. El acuerdo de ruptura es mutuo entre Madrid y Achraf.

Esta generación de nuevos futbolistas no llevan el escudo en el corazón. Es lo que podrían decir la mítica ‘Quinta del Buitre’. Solo uno, Martín Vázquez, emigró. El resto se quedó por amor a los colores. Pudo el sentimiento de pertenencia y eran el espejo para las futuras generaciones. Míchel, por ejemplo, tenía buen caché en Italia y se quedó en Chamartín. Sus mejores años se los dieron al Real Madrid. Los nuevos tiempos de un mundo globalizado, como se suele decir hoy en día, cambian. Achraf renuncia al Real Madrid y sus pasos los puede seguir Sergio Reguilón.

Es otro de los futbolistas que están en la caja registradora. Hay que vender, y mucho, en la operación salida del Real Madrid. El primero ha sido Achraf y entre los siguientes está decidir qué hacer con el lateral zurdo que vive con pasión sus partidos en el Sevilla. A Reguilón (qué curioso, otro canterano y lateral) le sucede lo mismo que al hispano-marroquí. Está cedido. Sin opción de compra. Eso de regresar al Real Madrid para no jugar con regularidad, como que no le apetece. Si le dieran a elegir, no hay dudas de que seguiría en Sevilla. Para que se produzca tiene que rascarse el bolsillo el presidente José Castro o ingeniárselas el director deportivo más mediático, Monchi.

La apuesta por Mendy

Sergio Reguilón tiene en Sevilla lo que le falta en el Real Madrid. La confianza de Julen Lopetegui, el rol de titular y el reconocimiento del club. Reguilón tiene que elegir si regresar al Real Madrid para dar relevos a Marcelo y Mendy o plantear una nueva cesión o directamente una venta. ¿Qué precio tiene el mercado? No es fácil que llegue a los 40 millones de euros que ha pagado el Inter de Milán por Achraf. Entre 25 y 30 millones de euros sería una excelente venta para la caja registradora del Real Madrid. Este asunto llevará más tiempo porque el Sevilla sigue compitiendo en la Liga y falta la Europa League en agosto. Con Reguilón pueden dar otro buen pellizco en la casa blanca.

A la Ciudad Deportiva del Real Madrid se la conoce como ‘La Fábrica’ por su producción y formación de jóvenes futbolistas hasta que llegan al mundo profesional. Pocos alcanzan el sueño de afianzarse en el primer equipo. Hoy, el ejemplo más representativo, es Dani Carvajal. El lateral que te come la moral. A Achraf le ha dado pereza competirle el puesto. Sergio Reguilón tuvo su momento de gloria la temporada pasada. Se hizo ilusiones cuando Solari cogió los mandos tras la destitución de Lopetegui y jugó por delante de Marcelo. El objetivo de Zinédine Zidane era recuperar la mejor versión del brasileño y preparar la consolidación de Ferland Mendy. Marcelo es un excelente jugador cuando está en forma y está poniendo todo de su parte para demostrar que le queda más tiempo en el Madrid. Ni se quiere ir de España y, si depende de Zidane, seguirá teniendo hueco en la próxima plantilla. Esto obliga a que Reguilón se replantee su futuro y maneje diversas opciones.

El entrenador francés tiene una estructura de equipo y funciona con unos criterios en los que Carvajal está asentado en el lateral derecho y Marcelo y Mendy alternan el izquierdo. Incluso, su compatriota Mendy ha pasado al derecho en la segunda parte del partido contra el Eibar. A ellos se suma la polivalencia de Eder Miliato y Nacho. En este escenario los dos canteranos (Achraf y Reguilón) no aceptan regresar para entrar en las rotaciones de Zidane. Se abren las puertas y dejan atrás su sueño de triunfar en el primer equipo del Real Madrid. Zidane no hace dramas. “Hay una parte económica y otra deportiva”, es lo que dijo el francés cuando le preguntaron por la salida del hispano-marroquí al Inter. Le colgó el cartel de transferible.

Achraf Hamkimi se ha despedido con una carta en sus redes sociales que, leída del tirón, parece escrita con el corazón. Con más detenimiento está hecha con el compromiso de quedar bien ante los aficionados que no puedan entender porqué no se queda. “Nunca habría imaginado que podría llegar este momento. No es una despedida porque de tu casa no te puedes despedir. Te puedes alegrar, pero siempre será el lugar donde encontré la felicidad”. A ver cómo se lo explica a esos aficionados que le produce decepción su marcha por las ilusiones que generaba su vuelta. No es sencillo. Su prioridad no era el Madrid. Y tiene sus razones. En el Inter de Milán hay un proyecto que le seduce en lo económico (5 millones de euros netos y cinco años). Y en lo deportivo, un entrenador, Antonio Conte, que le asegura la titularidad. De Zidane no se ha despedido.

Sergio Reguilón no va a llegar a los niveles de Achraf Hakimi. Si lo consigue, sería otro bombazo en un mercado en crisis. Pero aquí el Real Madrid tiene que trazar su estrategia porque se trata de otra buena venta si se dan las condiciones favorables. El negocio para Florentino Pérez puede estar en la transferencia de dos canteranos que no son una prioridad en los planes de Zidane.