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Lo 'inútil' del teletrabajo de los futbolistas con el coronavirus
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Lo 'inútil' del teletrabajo de los futbolistas con el coronavirus

Mantener la forma física es el plan esencial en la cuarentena. Tener un pico alto de intensidad es otra historia. Los especialistas apuntaban por estas fechas tener la curva en un punto alto

Foto: Karim Benzema enseña músculo en el gimnasio durante la cuarentena. @benezema
Karim Benzema enseña músculo en el gimnasio durante la cuarentena. @benezema

En algún momento tendrá que regresar el fútbol. Los partidos de la Liga, la Champions, Europa League y veremos si la Eurocopa con las estrecheces del calendario (el martes analizará la UEFA los diferentes escenarios). Habrá que competir después de un parón indefinido con el físico que cada uno haya mantenido... y multiplicando las ganas. Cuando se retome la competición (si se vence más pronto que tarde al coronavirus) se podrá comprobar el daño que ha sufrido el futbolista. Habrán perdido ritmo de competición, como es evidente, y por muchas horas de gimnasio casero no tendrán la dinámica de trabajo que da el campo de entrenamiento, la supervisión directa de los preparadores físicos, entrenadores, fisioterapeutas o médicos de sus respectivos clubes. La actividad es otra.

A ellos también les cambia la vida. Mantener la forma física es el plan esencial en la cuarentena. Tener un pico alto de intensidad es otra historia. Los especialistas apuntaban por estas fechas tener la curva en un punto alto, cerca de su plenitud. Zidane, por ejemplo, se podría sentir afectado en el trabajo minucioso que ha llevado durante casi siete meses con las rotaciones. El plan de entrenamiento casero habrá sido ‘inútil’ cuando se produzca un regreso a la competición. En cualquiera de los escenarios se puede decir que, en la reanudación, estarán en las mismas condiciones (a peor).

El físico es lo que hay que cuidar en la cuarentena. La masa corporal, tonificar los músculos y todas esas facultades que la genética y el esfuerzo proporciona para competir en la élite. Son atletas. Viven, cada vez más, de su cuerpo. La resistencia, potencia, velocidad y explosividad no pueden estar en cuarentena. La técnica y el talento es más complicada mejorarla con el tele entreno en los jardines de los chalets (algunos tienen pequeños campos de fútbol). Estos días, hasta la fecha de reanudación, no se mejorará el gol, la definición, el regate, el remate ni la intensidad individual y colectiva. El trabajo casero está en la cinta y con las pesas.

El fitness de Marcos Llorente

En este periodo de teletrabajo que han empezado los futbolistas tenemos varias ventanas abiertas para hacernos una ligera idea de lo que consiste su reclusión domiciliaria en los súper gimnasios. Hay un vídeo de Sergio Ramos corriendo en una cinta (último modelo) como si se tratara de una gacela. Hay otro de Benzema reventando pesas con unos brazos como Popeye. No tiene desperdicio el de Marcos Llorente, con todo tipo de aparatos de fitness, como si se tratara de un culturista. Podemos ver a Ter Stegen saltando a la comba. Con ejercicios de multisaltos laterales, verticales… Son algunas muestras que nos indican lo que no pueden perder los profesionales del fútbol. El físico no se descuida. Hay que mantenerlo. Con pesas, carreras en cinta, bicicleta estática, sin balón y una buena dieta.

Esta es la otra parte del teletrabajo de los atletas. Tienen que ser, todavía más escrupulosos y disciplinados, con la alimentación. La báscula está en casa. Les espera a la vuelta, cuando llegue la fecha, y dictará sentencia sobre quién se ha cuidado y el que se ha dado algún capricho más del permitido o directamente se ha confiado y se ha abandonado. Encerrados en casa, la única estrategia es llevar una vida monacal, con una disciplina y un rigor muy diferente a la del resto de los ciudadanos. Es otro teletrabajo. Cada uno es, en sí mismo, su preparador físico, nutricionista… su propio entrenador. Los días se hacen largos, monótonos y, como todos, conviven con la incertidumbre de conocer el fin de la pandemia del Covid-19.

El entretenimiento, en el primer fin de semana sin fútbol, está en fisgonear como teletrabajan (sin balón) los jugadores y nos muestran, en sus redes sociales, sus super gimnasios, abdominales, biceps, tríceps. cuádriceps, gemelos, trapecios… En este inicio de encierro domiciliario, los futbolistas tele entrenan porque, lógicamente, necesitan no dilapidar la mitad de su materia prima: el físico. La otra, la técnica, no se pierde ni con el paso de los años. Ni con la inactividad. El que tiene talento se lo lleva a la tumba. Ya lo dice Zidane: “El que es bueno es bueno”.

En algún momento tendrá que regresar el fútbol. Los partidos de la Liga, la Champions, Europa League y veremos si la Eurocopa con las estrecheces del calendario (el martes analizará la UEFA los diferentes escenarios). Habrá que competir después de un parón indefinido con el físico que cada uno haya mantenido... y multiplicando las ganas. Cuando se retome la competición (si se vence más pronto que tarde al coronavirus) se podrá comprobar el daño que ha sufrido el futbolista. Habrán perdido ritmo de competición, como es evidente, y por muchas horas de gimnasio casero no tendrán la dinámica de trabajo que da el campo de entrenamiento, la supervisión directa de los preparadores físicos, entrenadores, fisioterapeutas o médicos de sus respectivos clubes. La actividad es otra.

Sergio Ramos Zinédine Zidane Karim Benzema
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