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Valverde ya no sabe qué hacer con Ousmane Dembélé y su problemático entorno
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Valverde ya no sabe qué hacer con Ousmane Dembélé y su problemático entorno

"¿Cuál es la solución? No lo sé, no lo sé. No sé qué responder", dijo Valverde cuando le preguntaron por el último acto de indisciplina de jugador francés

Foto: Ousmane Dembélé ha entrado en la convocatoria para el partido de este martes contra el Tottenham. (Reuters)
Ousmane Dembélé ha entrado en la convocatoria para el partido de este martes contra el Tottenham. (Reuters)

Ousmane Dembélé la ha vuelto a liar. Justo un mes después de que se hiciera público que no había asistido a un entrenamiento y que el club ni siquiera le había podido localizar por teléfono, el jugador llegó dos horas tarde a la sesión del domingo. Esta vez, sí que cogió el teléfono al delegado Carlos Naval y no puso la excusa de la gastroenteritis: "Me he dormido, ahora voy". Y cuando llegó se entrenó aparte, apenas quedaban ya compañeros en el vestuario y ni siquiera habló con Valverde. Un Valverde que este lunes capeó el temporal como pudo, pero que dejó una frase que lo dice todo: "¿Cuál es la solución? No lo sé, no lo sé. No sé qué responder. Cuando pasa una vez quitas importancia y le ayudas. Lo intentaremos hacer de la mejor manera posible a ver si somos capaces de acertar".

El Txingurri reconocía así que no sabe ya qué hacer, cómo dar con la tecla, para que el jugador reaccione de una vez por todas. Porque ya ha intentado varias vías: la de hablar con él, la del palo al castigarle dejándole en la grada en el partido ante el Betis tras su retraso y la de la zanahoria volviendo a alinearle e incluso apostar por él en lugar de por Coutinho en el derbi del sábado en Cornellà. Frente al Espanyol fue además uno de los más destacados del partido, con gol incluido. "Hombre, después de meter cuatro goles en un derbi me esperaba un domingo tranquilo, hacía sol, que fuera un día llevadero y no pasara nada", bromeó Valverde. Esta vez está en la lista de 19 convocados para el partido de Champions frente al Tottenham, en la que la única baja importante es Luis Suárez —que reapareció el sábado, pero que continua sufriendo molestias en su rodilla derecha— y la única incorporación es el lateral izquierdo del filial Miranda. Ya veremos si Dembélé juega y, si lo hace, cuál será la reacción del público del Camp Nou.

placeholder Dembélé fue titular y marcó un gol en el derbi contra el Espanyol. (Reuters)
Dembélé fue titular y marcó un gol en el derbi contra el Espanyol. (Reuters)

El Barça sabía cómo era

El entrenador azulgrana tiene una problema de difícil solución, porque nada ha funcionado hasta el momento, y sabe además que el francés apenas cuenta con aliados en el vestuario. Excepto Umtiti, que está en Doha (Qatar) recuperándose de su lesión de rodilla, y Lenglet, que solo quiere hablar sobre el buen rendimiento de su compatriota en el terreno de juego, Dembélé está solo. Solo con sus ‘primos’, un grupo numeroso de amigos que viven con él y de él. "Ya sabíamos de su forma de ser además de su entorno. De hecho, ya había tenido problemas en el Rennes cuando no firmó la primera renovación. Algún hecho de indisciplina. Más que nada por el entorno que le rodea, que no le ayuda. Pero al final tienes que arriesgar. Y como es joven siempre piensas que hay tiempo para reconducirlo”, reconoció en ‘Esports Cope’ Urbano Ortega, el que fuera mano derecha del secretario técnico Robert Fernández.

La marcha de Neymar precipitó el fichaje de Dembélé a pesar de los informes negativos sobre su conducta. Había que parar el golpe como fuera y el Barça asumió el riesgo y decidió tirar hacia adelante. Una temporada y media después el futbolista sigue igual y los toques de atención no parecen afectarle, como tampoco lo hicieron las críticas de sus compañeros —entre ellos Piqué y Luis Suárez— justo después del jaleo antes del Betis porque se fue con su selección y tres días después aparecía, ajeno a todo, en las redes sociales bailando con Griezmann, tan contento.

El club le contrató un nutricionista particular la campaña pasada al comprobar sus malos hábitos alimenticios, pero el francés lo echó de su casa porque se sentía vigilado. Su madre pasó una temporada en Barcelona, pero se marchó poco después de nuevo a Francia. Y con su padre no tiene relación. Se pasa las horas muertas con sus ‘primos’ y los videojuegos. Pep Costa, el enlace de la entidad con el vestuario, es básicamente el guardaespaldas de Messi, con el que tiene una excelente relación, mientras que con el francés no ha habido manera de establecer ninguna.

placeholder Valverde ya no sabe qué hacer con Dembélé. (EFE)
Valverde ya no sabe qué hacer con Dembélé. (EFE)

El dilema

La cuestión ahora es que si el Barça se da por vencido y opta por venderle, sabe que no puede depreciar el producto. Dembélé es el segundo fichaje más caro de la historia del club, solo por detrás de Coutinho. Además, según adelantó el diario ‘Die Welt’, si lo vende antes de 2022, deberá liquidar una cifra cercana a 40 millones de euros al Borussia Dortmund, que era el bonus por objetivos.

En este sentido, que el francés esté en la lista ante el Tottenham en lugar de haber sido castigado de nuevo se puede interpretar como un intento para no devaluarle justo en el mejor escaparate posible: la Champions. Hay que tirar con esta temporada como sea y que Dembélé se luzca porque cualidades tiene. El Barça se puede aprovechar de sus destrezas futbolísticas al tiempo que demuestra, de puertas afuera, que sus indisciplinas no son para tanto. Así conseguiría un buen precio por él si se deciden todos a bajar los brazos y darle por perdido. Él, desde luego, no está ayudando en absoluto.

Ousmane Dembélé la ha vuelto a liar. Justo un mes después de que se hiciera público que no había asistido a un entrenamiento y que el club ni siquiera le había podido localizar por teléfono, el jugador llegó dos horas tarde a la sesión del domingo. Esta vez, sí que cogió el teléfono al delegado Carlos Naval y no puso la excusa de la gastroenteritis: "Me he dormido, ahora voy". Y cuando llegó se entrenó aparte, apenas quedaban ya compañeros en el vestuario y ni siquiera habló con Valverde. Un Valverde que este lunes capeó el temporal como pudo, pero que dejó una frase que lo dice todo: "¿Cuál es la solución? No lo sé, no lo sé. No sé qué responder. Cuando pasa una vez quitas importancia y le ayudas. Lo intentaremos hacer de la mejor manera posible a ver si somos capaces de acertar".

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