Es noticia
El mosqueo de Modric con Solari, ¿por qué le cambia todos los partidos?
  1. Deportes
  2. Fútbol
el croata se cansa de que le cambien tanto

El mosqueo de Modric con Solari, ¿por qué le cambia todos los partidos?

Hay algo que no convence a Solari de Modric para considerar que no es insustituible y tiene que estar en el campo hasta que pite el árbitro. El croata está cansado de que le cambien

Foto: Luka Modric durante el partido disputado en el estadio El Alcoraz contra el Huesca. (Efe)
Luka Modric durante el partido disputado en el estadio El Alcoraz contra el Huesca. (Efe)

Se está convirtiendo en una decisión habitual que Solari saque del campo a Modric cuando ve peligrar la victoria. Las precauciones -o el plan más conservador- lo paga el actual Balón de Oro. El miedo del nuevo entrenador apareció después de la dura derrota contra el Eibar y la mala imagen en Ipurua. Ese día 'señaló' al croata con uno de los cambios (el segundo, pero podría haber sido el primero si no se lesiona Odriozola) metiendo en el campo a Isco como un revulsivo que tampoco funcionó. Desde Eibar, Luka Modric no ha acaba los partidos con Solari y uno de ellos –la vuelta contra el Melilla en el Bernabéu– lo ha dejado de jugar por descanso.

Hay algo que no convence a Solari del rendimiento de Modric para considerar que es uno de esos futbolistas que no son insustituibles y tienen que estar en el campo hasta que pite el árbitro porque son capaces de ganarte el partido. No es un jugador cualquiera. Es el Balón de Oro y calidad y personalidad le sobra para ser una garantía. Pero Solari recela de la forma física del croata y en su estrategia para darle más energía, frescura y equilibrio al centro del campo han ganado terreno dos jóvenes: Marcos Llorente y Fede Valverde. El primero lleva cuatro partidos seguidos en el once y ha jugado todos los minutos menos la segunda parte contra el Melilla. Marcos Llorente no se toca tras el varapalo de Eibar. El segundo cada vez tiene más peso. El uruguayo Fede Valverde entró en Roma y contra el Valencia por Modric. Los dos siguientes partidos a la derrota contra el Eibar.

Foto: Los jugadores del River Plate, con la Copa Libertadores. Opinión

El gesto de Luka Modric en el cambio contra el Huesca resultó significativo. Ovacionado por el público de El Alcoraz, puso una cara de sorpresa cuando, en el minuto 64, fue el segundo sustituido por Solari. Ocho minutos antes había entrado Fede Valverde por Ceballos para sujetar a un equipo que sufría contra el Huesca y para Solari no fue suficiente. Quitó a Modric y sacó a Isco y el croata torció el gesto. Otro partido que no acababa en una semana en la que ya había descansado contra el Melilla en la vuelta de la Copa del Rey.

Eibar como punto de inflexión

Para Solari se justifica como una rotación más en la plantilla de un futbolista que conserva galones para ser titular, pero al que no considera imprescindible para finalizar los partidos. Algo que no es habitual porque el croata se siente capacitado, por su experiencia y jerarquía, para sujetar al equipo cuando aparecen las dificultades o hay fases en las que aprieta el rival. Antes de la dolorosa derrota contra el Eibar, Modric había jugado enteros los partidos contra el Valladolid y Celta. Pero Ipurua ha marcado un punto de inflexión importante en el que el técnico argentino parece asustarse o volverse conservador y es capaz de prescindir de uno de los mejores jugadores de la plantilla como es el caso de Modric. El plus se lo da Fede Valverde en situaciones límites.

Recuperar al mejor Modric es una de las preocupaciones que laten en el Real Madrid para elevar el nivel de juego de un equipo que, como quedó demostrado en Huesca, sufre ante el colista de la Liga. No está siendo una buena temporada para el croata. Julen Lopetegui detectó que había llegado fatigado física y mentalmente del Mundial y administró sus minutos hasta el punto que no entró en el once hasta el tercer partido de Liga –Leganés– y en los siguientes fue uno de los cambios. Con la llegada de Solari y la temporada más avanzada, el croata ha ido cogiendo mejor ritmo y mejorando su preparación física. Pero Solari duda del vigor del croata y en la sala de prensa, tras la sufrida victoria en Huesca, se justifica diciendo que no hicieron un partido para enmarcar, pero el equipo sacó el carácter. La falta de brillo se la imputan a Modric.

Se está convirtiendo en una decisión habitual que Solari saque del campo a Modric cuando ve peligrar la victoria. Las precauciones -o el plan más conservador- lo paga el actual Balón de Oro. El miedo del nuevo entrenador apareció después de la dura derrota contra el Eibar y la mala imagen en Ipurua. Ese día 'señaló' al croata con uno de los cambios (el segundo, pero podría haber sido el primero si no se lesiona Odriozola) metiendo en el campo a Isco como un revulsivo que tampoco funcionó. Desde Eibar, Luka Modric no ha acaba los partidos con Solari y uno de ellos –la vuelta contra el Melilla en el Bernabéu– lo ha dejado de jugar por descanso.

Luka Modric
El redactor recomienda