El volantazo de Florentino Pérez para enterrar el hacha con el vestuario

"Planea una limpia, pero después de hablar con mucha gente, Florentino Pérez ha entendido que es este vestuario el que debe sacar al Real Madrid de este trance", apuntaba una fuente cercana al presidente a la salida de la Junta directiva de este lunes por la noche, en la que se acordó oficialmente el despido de Julen Lopetegui. Los teléfonos echaban humo y el diagnóstico era unánime: el vestuario ha ganado esta batalla, pero veremos quién gana la guerra al final de esta temporada.

Las palabras de Sergio Ramos en la zona mixta del Camp Nou retumbaron en la T4 del Santiago Bernabéu, la zona noble del estadio donde se dirimen las decisiones importantes en el Real Madrid. "El respeto se gana, no se impone. Hemos ganado todo con entrenadores que ya conocéis, al final la gestión del vestuario es más importante que el conocimiento técnico de un entrenador”, advirtió desafiante el capitán posicionando al vestuario frente a la llegada de Antonio Conte y su mano dura.

Si al finalizar el partido la predisposición de Florentino Pérez a cerrar el fichaje del italiano era total, con el paso de las horas y las exigencias del extécnico de la Juventus, el presidente ha ido rebajando su enfado y apostando por una decisión más pragmática (no hay que olvidar que todo esto se ha producido por una mala planificación de la temporada). Conte había exigido un contrato de duración de dos a tres temporadas, con un salario que superaba el de Lopetegui (6 millones netos anuales) e incluso el que dejó Zidane heredado de Ancelotti (7,5 millones). Algo a lo que hay que añadir los 18 millones que se lleva el exseleccionador español. A eso se sumaban otras peticiones del italiano en forma de fichajes en el mercado de invierno, con especial hincapié en la defensa y en la delantera. Los puntos débiles del equipo ya señalados por Zizou antes de marcharse y en los que insistió Lopetegui al llegar.

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Ante ese panorama y con unos informes que calificaban a Conte como un hombre de carácter con poca mano izquierda con el vestuario, y, por tanto, difícil de 'orientar' en sus decisiones desde la presidencia, Florentino terminó por variar su postura inicial. Hasta el punto que ha dado un volantazo y ha enterrado el hacha de guerra contra un vestuario en el que, pese a todo, hay jugadores marcados que saldrán en verano. El máximo mandatario merengue ha dado órdenes de seguir peinando el mercado en busca de un entrenador que en ningún caso hipotecaría el futuro del próximo proyecto. Gusta Roberto Martínez, pero después de la mala experiencia con Lopetegui al sacarlo de España prefieren no forzar con el seleccionador belga.

Ahora Solari tiene dos semanas para demostrar, ante Melilla, Valladolid, Viktoria Plzen y Celta (antes del parón de selecciones), si es capaz de conjurar a la plantilla. No está descartado que finalmente se quede al cargo del equipo hasta final de temporada. De hecho, el vestuario no vería con malos ojos esa opción, ya que se trata de un exjugador que conoce el vestuario y a los futbolistas que lo manejan. De trato cercano y dialogante, Solari es una persona cultivada y respetuosa que tratará de distribuir el protagonismo entre toda la plantilla para tenerlos activados a todos.

Löw en la cabeza de Florentino

Florentino sigue pensando en otro nombre para el nuevo proyecto, el del alemán Joachim Löw, que además está muy cuestionado en Alemania tras los tropiezos de la Mannschaft en la Liga de las Naciones. El presidente blanco ya ha tentado en tres ocasiones al técnico alemán, en una de ellas incluso se llegó a ver con él. Pero hasta que salga de la selección alemana, el Real Madrid buscará algo interesante en el mercado mientras gana tiempo con Solari.

El presidente, aunque poco, ha rebajado el tono de su enfado con el vestuario, que le ha ganado este pulso y podría provocar que la interinidad de Solari no fuera tal y terminase por convertirse en el nuevo Del Bosque o el próximo Zidane. Según fuentes de la presidencia, la única posibilidad rocambolesca que existe de que Florentino desenterrase el hacha de guerra sería que el Manchester United pusiera en la calle a Jose Mourinho. No dudaría en presentar al día siguiente al técnico portugués para meter en cintura al vestuario. Pero eso está lejos de ocurrir por el enorme finiquito que el United tendría que pagar a The Special One. Sin mano dura disponible, los jugadores se salen con la suya y Solari se hará cargo de la nave las próximas dos semanas. Como mínimo...