Fernando Alonso repite la gran euforia de 2023 y Carlos Sainz apunta hacia Verstappen en Baréin

• F1 GP de Baréin 2024 hoy, en directo: carrera de Fórmula 1 con Alonso y Sainz

"Tenía ganas y curiosidad en la primera crono del año, porque estamos todos en las mismas condiciones y mismo momento de la pista, y ha sido una sorpresa increíble el ser competitivos". Lo que valía para Fernando Alonso valía para todos. Tras más de una semana de especulaciones, llegaba la primera prueba del algodón de la temporada 2024 y del Gran Premio de Baréin. El mismo piloto que se entremezclaba donde no esperaba. Otro, Carlos Sainz, en cambio, confiaba algo más.

El madrileño terminó cuarto con sabor a tarea incompleta. Alonso, sexto con euforia tras una sesión clasificatoria revuelta e incierta, con una pole para Max Verstappen que este calificaba de "inesperada". El neerlandés reconocía que tuvo que excavar para extraer cada centésima de su tiempo final en la Q3, cuya diferencia —dos décimas— no reflejaba la enorme igualdad durante los tres bloques.

Así, tres décimas y media separaban a los seis primeros clasificados, con cuatro monoplazas diferentes. Una perspectiva que hace la boca agua para el campeonato. Solo resta saber si los rivales de Red Bull serán capaces de meter presión a Verstappen. Ferrari levanta la mano, de momento. Con la sonrisa de Fernando Alonso, quién sabe.

Sainz, el muro de la Q3

Sainz pasaba holgadamente a la Q2 con un solo juego de blandos, al contrario que su compañero que usó dos. Los dos Ferrari pasaban en cabeza en cada uno de los dos primeros bloques. Sainz, en el primero; el monegasco, en el segundo. Pero, al llegar a la Q3, de repente, la pista se iba hacia Verstappen y en contra de los monoplazas italianos.

"Todos esperábamos la pole de Max, pero, después de la Q1 y Q2, sentí que podía luchar por ser primero. Luego, por alguna razón que todavía no entiendo, no encontramos esas dos o tres décimas que normalmente encontramos en la Q3". Fueron los únicos del grupo de cabeza, a diferencia del neerlandés, que, a medida que avanzaba la sesión, vivían el fenómeno contrario.

Quizá por la ligera bajada de temperaturas en combinación con más goma en el asfalto, los dos pilotos de Ferrari coincidían: en la Q3, el SF24 tocaba techo. "Hice una vuelta muy conservadora en la Q2 para guardar ese juego de neumáticos para la carrera y, sin forzar el coche al máximo, hice un 1:29.5", explicaba Sainz al terminar. "Luego, en la Q3, cuando me esforcé por hacer una buena vuelta, volví a hacer 1:29.5. Hay algo que tenemos que entender, porque fue una buena clasificación, pero la Q3 no salió perfecta".

Sainz pensaba que tenía "tres décimas en el bolsillo" para el intento final. Los mejores parciales de Leclerc en la sesión, combinados, le hubieran dado la pole. Pero no pudo juntarlos todos en el último bloque.

Sin embargo, Fred Vasseur volvía dar muestras de confianza en el potencial de Ferrari, también para la carrera. "Para nosotros, lo más importante sería poder presionar a Red Bull. El año pasado tenían tal ventaja que no tuvieron ningún problema en este sentido. Pero, si este año estamos más cerca, es posible hacerlo. Si están bajo presión, se ven obligados a tomar decisiones y tener una vida menos fácil".

Un Alonso eufórico

Fernando Alonso era la viva imagen de la euforia. Su sexto puesto final era una posición más retrasada que la de 2023, desde la que pudo subir al podio. Pero, en esta ocasión, al bajarse de su monoplaza, se volvía entusiasta hacia su equipo con el puño cerrado. Eran ciertas las señales que una semana atrás se intuían en la pretemporada: el AMR24 no significaba el paso esperado por el español. Todo cambiaba este fin de semana.

En primeros libres, sus tiempos le subían relativamente fácil arriba. La incredulidad se adueñaba de Alonso. En los libres tres, terminaba por detrás de Sainz. Ansioso estaba por saltar al asfalto en igualdad de condiciones para medir armas. En la Q1, se repetía la historia de los libres. Su primer intento le colocaba cuarto. Se permitió el segundo intento con usados. Tercero en la Q2, terminaba a seis décimas de la mejor referencia de Leclerc.

En la Q3, Alonso decidió salir antes del último grupo, solo en pista, en tierra de nadie. Solo tenía un intento y no quería que la preparación del neumático se viera frustrada por el tráfico. No había más que una bala. Se colocó tercero, fácil, de nuevo arriba. Russell, Sainz y Pérez completaban su giro final por detrás del español. Uno tras otro le pasaban en los compases finales. 35 milésimas le separaban del británico, tercero. Alonso se veía en la pelea.

Alonso: "Hubiera dicho que era imposible"

El español lo explicaba al terminar: "He tenido sensaciones contrarias a los test durante todo el fin de semana. El coche era difícil de conducir, no los sentíamos nuestro, no hacía lo que queríamos y no estaba en control de lo que hacíamos. Cambiamos cosas en el set up y no respondía realmente bien a lo que queríamos conseguir. Y este fin de semana ha sido todo lo contrario. Cada cambio que hemos hecho hacía lo que queríamos, y ha sido bonito ver el progreso que hemos hecho con los reglajes".

El análisis de los datos de la pretemporada y la respuesta del equipo han modificado el panorama para Alonso. "Estar en la misma décima que Ferrari o Mercedes era completamente inesperado. Si me hubieseis preguntado ayer o hace una semana, diría que hubiera sido imposible al cien por cien". Alonso hablaba de estar ahora "conectado", recordando a ese mismo piloto de 2023 en esta pista. "De modo que este nivel extra de confianza es lo positivo de este fin de semana".

"Va a ser una carrera extremadamente reñida. Competir en un grupo de coches nunca es algo fácil para gestionar los neumáticos. Creo que va a ser difícil [ganar posiciones], está todo muy ajustado y rodando en grupo, en tráfico, se dañaran más los neumáticos. Veremos a ver qué pasa", confirmaba el español.