La hora de la verdad para Lance Stroll en la Fórmula 1, aun con la alargada sombra de su padre

En un día como hoy y exactamente hace un año, Lance Stroll se iba por los suelos con su bicicleta de montaña en España. Un buen estropicio se hizo en las muñecas y una pierna con la pretemporada y el campeonato a la vuelta de la esquina. Así comenzaba su particular via crucis en 2023. Fernando Alonso ayudó con los clavos. Aunque no con todos.

Aquella escena en Losail delató el punto de máxima ebullición del canadiense la pasada temporada, la personificación de la frustración total. Por cuarta vez consecutiva se quedó en el Q1. Al volver a boxes, Stroll tiró por los aires el volante de su AMR23 y empujó a Henry Howe, su entrenador y amigo personal con las peores maneras. Totalmente desconcertado, solo podía balbucear después ante las cámaras.

Stroll se juega su reputación en 2024. Al menos, como cualquier otro piloto, de no ser porque es hijo de su padre. La inmisericorde vara de medir de Alonso y el revuelto mercado de pilotos para 2025 sitúan al canadiense en una gran encrucijada de su carrera deportiva. Una temporada más como la pasada y…

Aguantar el tipo, bajo la sombra del padre

Desde el karting, su trayectoria ha sido impulsada y protegida por el ‘paterfamilias’. Desde el helicóptero para acudir a la cercana pista de karting, su entrada en la Ferrari Academy y posterior salida llevándose al director del programa, Luca Baldiserri, el título de Fórmula 3 con el equipo Prema, también adquirido por su padre, el impresionante y costoso plan de pruebas con Williams, su posterior entrada en el equipo, el paso a Force India tras la adquisición por parte de Lawrence Stroll, luego convertirdo en Aston Martin…

El canadiense se ganaba sus galones, aunque la percepción de su talento era matizada por la alargada sombra de su padre. Más o menos, Aguantó el palo de su vela con los rivales de equipo hasta la llegada de Sebastian Vettel. El alemán le batió en entrenamientos (24/19) las dos temporadas juntos, pero en carrera el panorama se igualó (19/22). Un tricampeón como Vettel no mermó la reputación de Stroll pero con Fernando Alonso quedó destrozada.

Empezar a contrapié

“Mi apartamento está lleno de almohadas, y no me dejan salir”, bromeaba Stroll en la presentación del AMR24. El canadiense no repetirá el calvario inicial de 2023. Una dura y acelerada rehabilitación y el tiempo perdido para coger el punto a su monoplaza condicionaron la primera parte del campeonato. Mientras, en el box de al lado, un volcánico Fernando Alonso cosechaba podios sin parar y se erigía como la sensación inicial.

Varios factores se cebaron con el canadiense, que empezó pedaleando cuesta arriba al empezar la temporada. Tras duras sesiones en el simulador, Stroll saltó al asfalto en el Gran Premio de Bahrein sin estar plenamente recuperado. Le costó varias carreras. Aunque la fiabilidad y algunos errores operativos del equipo le noquearon en aquellos momentos iniciales.

En Yedda abandonaba por avería de motor cuando entraba en los puntos. En este apartado, el canadiense llevó en 2023 peor fortuna que el español, con cuatro abandonos y varios problemas mecánicos diferentes en sesiones de entrenamientos.

Perder el norte y la confianza

A medida que avanzaba el certamen empeoró la situación de Stroll, quien nunca había afrontado una situación similar en su carrera. Porque a medida que mejoraban sus muñecas, al canadiense se le fue de la mano la evolución del AMR23. Desde las evoluciones introducidas en Canadá, el comportamiento del monoplaza verde empezó a desconcertar al equipo, pero también a su segundo piloto.

Los resultados de Alonso también empeoraron (ay, aquel GP de México de trompos incomprensibles), pero la experiencia y adaptabilidad del español le permitieron capear el temporal. El español ha sobrevivido a diferentes tipos de neumáticos, motorizaciones, y reglamentos aerodinámicos, con un estilo agresivo y confiado para domar un monoplaza. Por el contrario, el canadiense comenzó a mostrar sus limitaciones, minando progresivamente su confianza.

"Durante algunos meses, con los cambios que se hicieron, hubo fines de semana en los que simplemente no podía llegar a ese lugar donde me sentía libre en el coche y conducía lo mejor que podía”, explicó el canadiense para justificar sus problemas. “Y en este nivel, cuando tienes esos problemas, cuando el coche no se comporta como quieres y no encaja con tu estilo de conducción, no funcionará".

Sobre todo, el sábado. Su punto más bajo fue el accidente de Singapur el sábado, que le impidió participar en el Gran premio. Dos quintos puestos y un décimo en las últimas tres carreras de 2023 dieron oxígeno y esperanza al canadiense.

Una gran oferta de pilotos

Un piloto de talento excepcional en plena forma en el otro monoplaza, una lesión y una buena nómina de averías mecánicas, pusieron al canadiense contra la pared. Alonso hablaba de un Stroll como “el líder de Aston Martin en los próximos años”, siempre dispuesto a echar un brazo al hombro a su compañero de equipo. Su padre ejercerá como siempre apoyo incondicional, pero Aston Martin no puede permitirse un piloto con el 26 por ciento de los puntos totales. El español terminó cuarto, con 206 Stroll, décimo con 74.

Si el equipo británico quiere jugar en la liga de los grandes, necesita cubrir todos los frentes. Porque habrá pocas excusas para mantener a Stroll si repite el rendimiento de 2023 frente a las opciones que Aston Martin podría tener en el mercado.

En este sentido, Fernando Alonso será clave ¿Y si el español fichase por Mercedes? Aston Martin perdería su principal activo, por lo que necesitará una figura de calibre y un segundo piloto fuerte. Carlos Sainz también está en el mercado, como Sergio Pérez (ya conocido en el equipo) Alex Albon o Daniel Ricciardo. Pero ¿Y si Alonso se queda y vuelve a dejar en evidencia al canadiense?

Solo seis pilotos están confirmados en sus asientos en 2025. Si Lance Stroll volviera a sucumbir como en 2023 ¿Qué decisión tomaría Stroll senior?