El día de la marmota en Hungría: Verstappen gana, con Alonso y Sainz sufriendo en exceso

Max Verstappen logró la novena victoria de la temporada -la séptima consecutiva- en el Gran Premio de Hungría, una carrera en la que el neerlandés supo aprovecharse a la perfección de los problemas de Lewis Hamilton en la salida para dominar la carrera desde la primera curva. Desde ese momento, el líder destacado del Mundial no soltó la primera posición y volvió a demostrar su superioridad con respecto al resto de pilotos en Hungaroring.

El neerlandés de Red Bull ganó la carrera sin ningún problema, seguido de Lando Norris y de Checo Pérez, que coparon el podio en Hungría. Los españoles, que hicieron un gran comienzo de carrera, fueron cedieron cierto poder con el paso de las vueltas, aunque lograron entrar en los puntos. De esta manera, Carlos Sainz acabó octavo, perdiendo una plaza a falta de cuatro vueltas en favor de George Russell, mientras que Fernando Alonso lo hizo noveno,

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Javier Rubio

En la primera vuelta hubo absolutamente de todo. Lewis Hamilton, que salía desde la pole, era incapaz de traccionar bien en los primeros metros, lo que provocó que tanto Max Verstappen como los McLaren de Oscar Piastri y de Lando Norris le adelantaran, relegándole a la cuarta posición en los primeros metros. Fernando Alonso también lo hacía bien, ganando una posición para ponerse séptimo... pero con Carlos Sainz volando con la intención de dar la sorpresa.

Y es que el de Ferrari, que salía undécimo, calzó los blandos en su monoplaza que, apoyados en una espectacular salida, le sirvieron para subir cinco posiciones, ascendiendo a la sexta plaza, pero con un problema en pista: Charles Leclerc. El español volvía a demostrar que era mucho más rápido que el monegasco, pero la Scuderia volvía a impedir que el madrileño le ganara la posición, lo que provocó que no pudiera seguir creciendo en su remontada.

Pero esa primera vuelta también tuvo como resultado a los dos Alpine fuera de carrera. Una malísima salida de Guanyu Zhou provocó que el chino llegara a final de recta desbocado, golpeando por detrás al Alpha Tauri de Daniel Ricciardo... que dio lugar a un golpe en cadena. Este impacto generó que el australiano perdiera el control de su monoplaza, impactando contra los dos Alpine, que terminaron chocando entre sí. Solo dos vueltas después, los dos galos tenían que abandonar.

No necesitó demasiado Verstappen para empezar a poner tierra de por medio, demostrando que su Red Bull es el monoplaza más rápido en pista. Los McLaren, que volvieron a ser la gran sorpresa una carrera más, mejoraron claramente su rendimiento, pero fueron incapaces de seguir el ritmo del neerlandés. Y lo mismo sucedió con Checo Pérez, que comenzó a remontar, empezando por los dos pilotos españoles, en busca de las posiciones cabeceras en Hungría.

Pero entonces llegó el momento de la primera parada, cuando una mala acción en boxes de Ferrari -la enésima-, complicaba a Leclerc, permitiendo a Sainz ganarle la posición. Lo mismo sucedió con Alonso, que también perdió la posición con su compañero, Lance Stroll y con Valteri Bottas, pero el asturiano no tardó en recuperar ambas posiciones. A partir de ahí, la tarea de los españoles era tratar de tirar lo máximo posible para intentar ganar alguna posición más.

El momento decisivo de la carrera

Después de varias vueltas más sin demasiadas novedades en pista, las estrategias empezaron a hacer acto de presencia para enfocar las últimas vueltas del Gran Premio de Hungría. Y, llegaron los undercut... pero entre compañeros de equipo. El primero fue de Norris sobre Piastri para, unos giros después, producirse el de Leclerc sobre Sainz. El monegasco, que recibió una sanción de 5 segundos por superar la velocidad del pit lane, terminaría llevándose el gato al agua ante su compañero.

En las vueltas finales, Sainz comenzó a sufrir en exceso, mientras que Alonso sabía que no podría pelear por los puestos de cabeza. Y es que el fin de semana no fue demasiado positivo para ambos pilotos, demasiado atrás con respecto a las posiciones que acostumbran. El cambio de formato en la clasificación, que generó muchos problemas de tráfico en pista y las tácticas conservadoras en los libres para proteger neumáticos, tuvieron como resultado un Gran Premio nefasto para los nacionales.

En los giros finales, Verstappen no sufrió lo más mínimo para ganar la carrera, seguido de Norris y de Pérez. Sainz se quedó a 0,7 segundos de Leclerc, sanción incluida, y terminó en octava posición. O, lo que es lo mismo, solo un puesto por delante de un Alonso que tampoco encontró ritmo en todo el fin de semana. Una vez más, volvimos a vivir el día de la marmota con Red Bull y Verstappen. Solo quedan descontar las fechas para ver cuando el neerlandés es, de nuevo, campeón del mundo.