Fernando Alonso o cuando la madurez te aconseja las verdaderas batallas que librar

No corrían buenos tiempos para Lance Stroll, el compañero de equipo de Fernando Alonso antes de llegar al Gran Premio de Austria. El contraste entre los resultados de uno y otro piloto provocaron un torrente de críticas al joven canadiense, alertando de lo perjudicial que estaba siendo su rendimiento para las aspiraciones de su equipo. La llegada de un circuito donde Stroll se sentía cómodo ha permitido por primera vez en mucho tiempo rivalizar con su ilustre compañero en velocidad pura. Y eso además de ser una buena noticia para Aston Martin, también lo es para Fernando. Aunque hoy le haya restado algún punto en la clasificación del Mundial, es preciso tener una visión amplia de la jugada. Y Fernando lo está gestionando francamente bien.

No se trata de proteger al hijo del jefe, como maliciosamente se sugiere a menudo. Salvo unos nombres muy concretos en mente de todos, es mejor no dar por hecho que otro piloto de la parrilla saldría en la comparativa respecto a un Alonso pletórico, mejor de lo que lo hace Stroll. Recuerden, por ejemplo, el tiempo en el que compartían equipo en McLaren el asturiano y Stoffel Vandoorne. El belga era el campeón en título de la Fórmula 2 y una de las promesas más firmes de su generación y en dos temporadas, la diferencia fue abismal. Ojo, por tanto, con las comparativas. Pero el Fernando de 2023 no utiliza esa ventaja en la pista para reivindicarse, sino para elevar la moral y el rendimiento de su compañero de equipo. Una demostración de liderazgo real.

Ejercicio de liderazgo

Ni en la clasificación del viernes, ni en la carrera sprint del sábado restó un ápice del mérito de su compañero por haber quedado delante de él. Ningún gesto de disgusto. Más allá de que sea natural o hecho de forma consciente, lo importante es que así es como te ganas la confianza de tu compañero, así es como el equipo se motiva sabiendo que todos reman en la misma dirección. "Sí, estoy contento porque al final, terminar entre los cinco primeros es lo que había. Había condiciones difíciles, había un poco que improvisar en la parrilla", No sabíamos cuánto de mojada estaba la pista. Al final, cuartos y quintos, tres puntos más que Ferrari, ocho más que Mercedes... Buen sábado para Aston Martin". Más claro el mensaje, imposible.

Fernando nunca da puntadas sin hilo. Nunca sabremos exactamente si llegó detrás de su compañero porque realmente suponía un riesgo absurdo intentar el adelantamiento, o, por el contrario, nunca intentó de verdad adelantarle. "Siempre te contienes un poco cuando luchas con tu compañero, tomas cuidado extra —argumentaba el bicampeón mundial—. Hubiera necesitado una vuelta más, una oportunidad con DRS. Era rápido en la curva siete, pero no era un buen sitio. Estuvo muy apretado, pero fue divertido". Un mensaje que en la lectura interna del equipo puede interpretarse como que en el día que tocaba a Lance reivindicarse, Fernando no ha estropeado la fiesta.

Y no hay que olvidar que la velocidad que está mostrando Lance Stroll es genuina. Le haya ido mejor o peor a Fernando, quedar por delante de él en una clasificación como hizo el viernes, es algo al alcance de poca gente. Es un recordatorio de que cuando ganaba a Sebastian Vettel el año pasado, no era porque el alemán estuviera en modo balneario, sino porque cuando al canadiense le salen las cosas bien, es un muy bien piloto. Obviamente, no tiene ni el genio ni la consistencia de Alonso, pero es indiscutible que da la talla. Y a medida que gane experiencia como la que está ganando en la actualidad en Aston Martin, va a ser un piloto más fuerte aún.

Una comunicación fluida

Parece, incluso, que igual que en su momento en el Gran Premio de España, Fernando dijo a través de la emisora: "Dile a Lance que no le voy a atacar"; el propio Stroll dio también un mensaje a su equipo para que le advirtieran al español "que no tenía sentido pelear entre ellos en esas condiciones". Sea cierto o no este mensaje, no sería nada de extrañar que así hubiera ocurrido y que Fernando hubiera obrado en consecuencia.

Quizá Fernando se haya dado cuenta de que Austria es el escenario perfecto para actuar de esta forma. A los Aston Martin, parece evidente, después de dos días, que falta en Austria el pequeño plus que disponían en Canadá. Los coches van muy bien, pero no parecen potenciales ganadores. Está por ver si con todos los datos acumulados en una carrera en seco, como parece que se disputará el Gran Premio, los coches verdes puedan sacar la última gota de rendimiento, pero no parece que sea el caso. "La carrera del domingo se presenta difícil. Una carrera en seco seguramente con los Ferrari muy rápidos. Pero si sumamos más puntos que los Ferrari y los Mercedes será otro buen domingo". Mensaje positivo, pero no escondiendo cierta resignación de no contar con el nivel de competitividad que esperaban.

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Europa Press

La carrera al sprint del sábado de todos modos, al disputarse en lluvia gran parte de la misma, recordó la peligrosidad de la conducción en condiciones de mojado por la nula visibilidad. El falleciemiento del piloto de 18 años Dilano Van't Hoff en una carrera de Fórmulas de promoción impactó muy duro en todo el paddock. Al producirse el accidente en el circuito de Spa-Francorchamps bajo el agua, hizo que Fernando, entre muchos otros pilotos, demandara la atención de la FIA para poner soluciones a este problema.

"No es solo una cuestión del circuito,es que la gente en sus casas debe entender que realmente la visibilidad es nula y debe trabajarse también en los coches", explicó el asturiano. Un epílogo triste, sin duda, a una carrera que fue francamente entretenida y que quizá ahora que se le ha desvinculado de la configuración de la parrilla de salida del Gran Premio, los pilotos están más proclives a asumir riesgos. Excepto cuando eres Fernando Alonso y miras en modo general del ejército Aston Martin.