Es noticia
Carlos Sainz busca en el Gran Premio de casa que el viento empiece a soplar a favor suyo
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
AMBICIÓN PERO CON REALISMO

Carlos Sainz busca en el Gran Premio de casa que el viento empiece a soplar a favor suyo

Barcelona suele ser el test definitivo para los coches. El rendimiento del Ferrari en la séptima carrera del campeonato nos dirá si hay esperanza o hay que dar 2023 por descartado

Foto: Carlos Sainz, en la rueda de prensa del Gran Premio de España. (EFE/Siu Wu)
Carlos Sainz, en la rueda de prensa del Gran Premio de España. (EFE/Siu Wu)

"No creo ni en la buena ni en la mala suerte, creo que las cosas pasan por algo. En realidad, han sido seis carreras en que ha pasado un poco de todo". Así resumió Carlos Sainz este irregular comienzo de temporada. Y tiene razón el madrileño en que no se puede culpar a la suerte, porque tanto él como su equipo estén rindiendo por debajo de lo esperado. El Ferrari SF23 ha demostrado ser un coche con potencial de ser tan rápido como el que más a una vuelta, pero en ritmo sostenido de carrera se diluye su competitividad. Pero quizá no sea ese el mayor problema del coche italiano esta temporada. Se trata de un coche de reacciones violentas e impredecibles lo que hace las cosas más difíciles aún a la ya complicada labor de sus pilotos. Los resultados decepcionantes, por tanto, son una consecuencia de lo mencionado anteriormente no de carambolas o errores significativos.

"No nos rendimos en mejorar el coche, en cambiarlo y tirar para adelante", explicó Sainz. "Estoy seguro de que los resultados empezarán a salir pronto. Sabemos que nuestro punto débil es el ritmo de carrera, porque sufrimos cuando se gastan los neumáticos. Es algo que queremos corregir, y esperamos dar un pasito este fin de semana. Ya adelanto este fin de semana nos debería cambiar la vida. Es un primer paso, un paso hacia lo que creemos que es la dirección correcta, e irán llegando más cosas e intentaremos ir carrera a carrera llegando a Red Bull".

Un equipo que no tira la toalla

Es importante ver como los del Cavallino, a pesar de que la lucha por el título mundial se antoja poco menos que imposible, no por ello tiran la toalla. Tal y como resaltó el madrileño, están con la misma intensidad que si estuvieran metidos en la lucha por la victoria: "El equipo ha hecho un esfuerzo gigante para traer un upgrade que no iba a estar disponible en Barcelona. Si se tiene en cuenta la situación en la que estamos y lo necesario que es cambiar el rumbo, no os puedo ni contar los malabares que han hecho en Maranello para llegar a esta carrera. Me motiva ver al equipo enchufado".

En el terreno de las evoluciones, tal y como se ha comentado anteriormente, existe el debate si las mejoras en Ferrari van en la dirección de cambiar el concepto aerodinámico actual del coche o, por el contrario, a mejorar o corregir fallos de lo que tienen entre manos. Los límites presupuestarios hacen que se den pasos muy fino sa la hora de gastar y obliga a tener una idea más o menos clara antes de lanzarte a producir piezas nuevas. Son balas que gastas. Si fallas el tiro no hay vuelta atrás. "No puedo especificar de que se trata (las evoluciones) porque es secreto. Sí puedo asegurar que será un paso adelante pero no un cambio de vida".

Hace bien Carlos en ser prudente, porque es muy raro revertir completamente una situación de una carrera para la siguiente. Y menos aún en un trazado tan exigente como el de Barcelona. El hecho de que se pudieran ver, por ejemplo, los secretos del Red Bull cuando la grúa retiró el coche de Checo Pérez no basta, como puntualizó el piloto español. Porque tienes que entender el porqué de ciertas configuraciones. Con ese ejemplo, Carlos enfatizó el hecho que las mejoras no van a ir dirigidas a copiar nada del coche puntero del momento, sino de hacer más predecible y estable su comportamiento.

Era inevitable preguntar al piloto madrileño acerca de su indignación y suma de errores acontecida en la pasada carrera en el Gran Premio de Mónaco. Aunque es evidente que a la hora de repartir culpas tanto piloto como equipo tuvieron su parte, el madrileño no quiso cargar tintas contra la gestión estratégica. Reconoció, en un acto que le honra, que él también pudo haber hecho las cosas de otra forma. "Fue un fin de semana que me encontraba muy cómodo con el coche, iba muy rápido y ya te pone un poco de mala leche, tener tráfico en tu intento de hacer la pole. El domingo salí con ganas del podio, la estrategia no fue la que me esperaba y la segunda te la juegas para ir al podio quedándote una vuelta más. Está claro que se me notó (el enfado), pero analizándolo con más calma, creo que el equipo tenía sus razones para hacer lo que hizo. Quizá hubo un poco de frustración en esa carrera, y es algo que intentaré corregir".

Centrado en el presente

Otro de los temas candentes que ha sido comentado en las semanas previas al Gran Premio de casa es el futuro de Carlos Sainz en Ferrari y su posible sustitución por Lewis Hamilton. El madrileño no se escondió de la incomodidad que eso supone para centrarse en hacer el mejor trabajo posible. "No es fácil, no nos vamos a engañar", admitió el madrileño. "Que haya rumores y tanto ruido no es lo ideal para revertir la situación. Nadie está contento, todos esperábamos un poco más. Pero todavía quedan 16 carreras, queda mucho año y esperanza de sobra. Y yo, a medida que avanza el año, voy también dando pasos adelante".

El Gran Premio de España, tradicionalmente, es uno de los trazados que mejor se la han dado a Carlos Sainz y el calor de la afición siempre es un indudable plus. "Junto con Austin y Mónaco son los circuitos donde más puntuó todos los años. Y estoy seguro que en Barcelona la afición tiene algo que ver con ello. Sentirse arropado, con buenas sensaciones por parte los que te apoyan, te transmite buen rollo. Estoy seguro de que eso ayuda y siempre me hace dar un punto más aquí". El ambiente previo al Gran Premio de España es absolutamente espectacular. Es posible que el domingo se viva un lleno histórico y Carlos quiere ser protagonista en la fiesta.

"No creo ni en la buena ni en la mala suerte, creo que las cosas pasan por algo. En realidad, han sido seis carreras en que ha pasado un poco de todo". Así resumió Carlos Sainz este irregular comienzo de temporada. Y tiene razón el madrileño en que no se puede culpar a la suerte, porque tanto él como su equipo estén rindiendo por debajo de lo esperado. El Ferrari SF23 ha demostrado ser un coche con potencial de ser tan rápido como el que más a una vuelta, pero en ritmo sostenido de carrera se diluye su competitividad. Pero quizá no sea ese el mayor problema del coche italiano esta temporada. Se trata de un coche de reacciones violentas e impredecibles lo que hace las cosas más difíciles aún a la ya complicada labor de sus pilotos. Los resultados decepcionantes, por tanto, son una consecuencia de lo mencionado anteriormente no de carambolas o errores significativos.

Carlos Sainz Ferrari Fórmula 1
El redactor recomienda