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La carrera para olvidar de Carlos Sainz en el GP de Mónaco: "Saqué lo peor en la lotería"
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Muy mal fin de semana

La carrera para olvidar de Carlos Sainz en el GP de Mónaco: "Saqué lo peor en la lotería"

El buen ritmo y la confianza en sus posibilidades no se tradujeron en un buen resultado para el piloto español. Un fin de semana para borrar que debe dar mucho que pensar a Ferrari

Foto: Carlos Sainz acabó octavo en el GP de Mónaco. (Reuters/Stephane Mahe)
Carlos Sainz acabó octavo en el GP de Mónaco. (Reuters/Stephane Mahe)

Se dice popularmente que hay días que es mejor no levantarse de la cama, porque todo lo que puede salir mal... va a salir mal. En Mónaco hubo más de un piloto que se acordó amargamente de ese dicho. En la ruleta del casino monegasco, probablemente a Checo Pérez la fortuna le fue más esquiva que a nade, pero justo detrás tendría a Carlos Sainz. No se puede atribuir solo a la mala suerte que el madrileño acabara octavo en una carrera con opciones a podio. Hubo errores de pilotaje y de estrategia por parte del equipo, pero es innegable también que los acontecimientos nunca remaron a favor del madrileño. Más bien todo lo contrario.

Carlos Sainz no pudo lograr su objetivo de conseguir tres podios consecutivos en el Principado. El de Ferrari se quedó atrapado detrás del Alpine de Esteban Ocon en las primeras fases del Gran Premio y a partir de ahí fueron construyéndose sus desdichas. Desde el equipo le pidieron que presionara a Ocon, porque con el retraso respecto a los líderes intuían desde el muro de boxes que complicaría el final de carrera. Dicho y hecho, Sainz presionó a Ocon e intentó adelantarle a la salida del túnel. Sin embargo, el francés tiró de su repertorio más sucio y le hizo un brake test al español. Bordeando lo antideportivo, la maniobra de frenar violentamente antes de tiempo era algo que Sainz debía de esperar de alguien con el historial de Ocon. Error de Sainz por no prever el tipo de piloto con el que se estaba jugando los cuartos.

placeholder Ferrari no acertó en su estrategia de paradas en boxes. (Ferrari)
Ferrari no acertó en su estrategia de paradas en boxes. (Ferrari)

Paradas a destiempo

Afortunadamente, los destrozos provocados en el alerón delantero del Ferrari después de impactar con el Alpine no fueron muy graves y, a pesar de perder la placa lateral derecha, Sainz seguía manteniendo un buen ritmo y presionando a Ocon. Aquí llegó el primer fallo estratégico de Ferrari, metiendo a destiempo a Carlos a cambiar neumáticos. Es cierto que había una oportunidad de adelantar a Ocon después de una parada relativamente lenta de este, pero yendo en estrategia diferente al llevar neumático duro... no tenía sentido.

El enfado de Sainz fue monumental y se pudo escuchar en toda su dimensión a través de la emisora: "Es exactamente lo que decía que iba a pasar, ¡me da igual Hamilton!", exclamaba frustrado. Carlos no solamente se daba cuenta de que no había tenido sentido entrar en ese momento, sino que tampoco le convencía la excusa dada por el equipo de que lo hicieron para protegerle de Lewis Hamilton, que venía por detrás.

"Estaba frustrado. Pero no juzguéis por los comentarios en la radio a 300 km/h en Mónaco, rozando los muros, todos estamos un poco... un poco frustrados o emocionados, como quiera llamarse. Hoy, para mí, fue todo un poco frustrante. Fueron dos paradas en boxes críticas, una lo hicimos demasiado tarde y otra demasiado pronto, pero así es Mónaco. Un poco de lotería, y hoy tal vez no lo hicimos bien", admitió Sainz al acabar la carrera. Una vez más, Ferrari se ve cazado en errores de estrategia en momentos clave. Tanto que se hablaba de los de Mattia Binotto como jefe de equipo, o Iñaki Rueda como jefe de estrategia, pero se evidencia que el problema no es tanto de personas sino de la falta de serenidad o confianza a la hora de tomar decisiones en los momentos críticos.

Por si fuera poco castigo entrar en boxes antes de lo planeado para cambiar del compuesto duro al medio, la lluvia tardía motivó que Carlos tuviera que hacer otra parada para poner ruedas de mojado. Ferrari podría haberlo hecho una vuelta antes. No solamente lo hizo más tarde que el resto, sino que además paró sus dos coches a la vez. Retraso adicional para Sainz y ahora el Alpine de Gasly se mete entre medias del monegasco y el madrileó. Sainz error al hacer un trompo, pero cuando te ves más fuerte que tus rivales y que tu propio compañero de equipo, las impaciencias y la ansiedad las carga el diablo.

Con ritmo, pero sin suerte

"Sentí que hoy el ritmo estaba ahí", explicó Sainz al bajarse del coche. "Hay frustración porque no recibimos las otras llamadas correctamente y es algo que tendremos que estudiar si lo podríamos haber hecho mejor. Fue una carrera difícil de leer, pero tal vez el momento de la primera parada en boxes me tomó un poco por sorpresa cuando estaba en sectores verdes o morados en esa vuelta. La idea era extender lo más posible para ver si venía la lluvia, pero nos equivocamos y perdí mucho tiempo", añadió.

placeholder Sainz, en Mónaco. (Reuters/Christian Bruna)
Sainz, en Mónaco. (Reuters/Christian Bruna)

Ese factor es justo el que en un momento dado puede dar un giro radical a tu suerte en una carrera como Mónaco. Quien sabe qué hubiera podido suceder si Ferrari no hubiera hecho esa inútil parada y Carlos hubiera estirado el chicle de sus neumáticos duros hasta el momento que cayó la lluvia. Es muy difícil que hubiera surgido una posibilidad de victoria, pero el tercer lugar del podio era una opción más que realista. La apuesta rojo, impar y pasa salió rematadamente mal y de ese posible podio, se pasó a un gris octavo puesto que a nadie satisfizo.

En Mónaco, todo tienes que hacerlo bien y que los acontecimientos jueguen a tu favor, y ayer domingo, Carlos no pudo lograr ni lo primero ni lo segundo. Pero no todo es negativo. En el circuito más difícil de la temporada, se vio a un piloto agresivo, con confianza, con ganas de demostrar que no se siente inferior a nadie. Y esa actitud y ese estado de forma tarde o temprano se traducirá en resultados. A nivel deportivo y a nivel de su percepción pública.

Se dice popularmente que hay días que es mejor no levantarse de la cama, porque todo lo que puede salir mal... va a salir mal. En Mónaco hubo más de un piloto que se acordó amargamente de ese dicho. En la ruleta del casino monegasco, probablemente a Checo Pérez la fortuna le fue más esquiva que a nade, pero justo detrás tendría a Carlos Sainz. No se puede atribuir solo a la mala suerte que el madrileño acabara octavo en una carrera con opciones a podio. Hubo errores de pilotaje y de estrategia por parte del equipo, pero es innegable también que los acontecimientos nunca remaron a favor del madrileño. Más bien todo lo contrario.

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