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Carlos Sainz malogra en la estocada final una gran faena en la clasificación de Mónaco
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IGUALDAD ESPECTACULAR

Carlos Sainz malogra en la estocada final una gran faena en la clasificación de Mónaco

El piloto madrileño, estuvo en todo momento entre los mejores pero los pequeños detalles jugaron en su contra en el ultimo intento. Su quinta plaza supo a poco en una gran tarde

Foto: Carlos Sainz, en la clasificación del Gran Premio de Mónaco. (Ferrari)
Carlos Sainz, en la clasificación del Gran Premio de Mónaco. (Ferrari)

"No estoy contento con el final de la Q3 (la fase decisiva de la clasificación). Pasar a tres coches lentos en la última vuelta rápida no es lo ideal, sobre todo cuando todo está tan apretado. Pero aún queda la carrera, intentaremos aprovechar nuestro buen ritmo y la estrategia. ¡Vamos!". Este era el resumen que hizo Carlos Sainz en sus redes sociales, acerca de lo que había vivido en la clasificación del Gran Premio de Mónaco. Es difícil condensar mejor en tan pocas palabras la sensación agridulce que dejó la actuación del madrileño en una de las sesiones clasificatorias más apasionantes de los últimos tiempos.

Vayamos a los hechos. Carlos logró la quinta plaza en parrilla a una distancia levemente inferior a las tres décimas de segundo respecto al poleman Max Verstappen, que realizó una de las mejores vueltas de clasificación. Inmediatamente detrás, en la misma décima se situó Fernando Alonso, que admitió que ya no quedaba nada más que rascar en cuanto a coche y conducción. En tercera posición acabó Charles Leclerc, ídolo local y autor del mejor crono de entrenamientos clasificatorios en las dos últimas ediciones. Luego apareció la gran sorpresa de Esteban Ocon que, además de una extraordinaria vuelta, demostró que los Alpine en Mónaco iban muy bien. Y finalmente Sainz se quedó a 70 centésimas del francés y a algo menos de décima y media de su compañero de equipo. Décima y media. En Mónaco.

"Estoy decepcionado, porque en forma y ritmo he estado allí todo el fin de semana", comentó Sainz nada más bajarse del coche. "Incluso después del pequeño error del viernes (en la segunda sesión de entrenamientos libres del viernes), recuperé mucha confianza y estaba muy fuerte, con ganas de hacer algunas vueltas fuertes. Desafortunadamente, encontramos tres coches en esa última vuelta de la Q3, adelantando a todas partes, distrayéndonos mucho con el tráfico. Me enfrenté a mucho aire sucio en la curva tres, cuatro, seis, siete y también en el último sector... Probablemente, no estábamos en el lugar correcto en el momento adecuado".

placeholder Carlos Sainz no evitó expresar su frustración. (Ferrari)
Carlos Sainz no evitó expresar su frustración. (Ferrari)

Los pequeños y decisivos detalles

Los tres pilotos que se interpusieron en el camino de Sainz, en su vuelta decisiva, se apartaron lo mejor que pudieron. Una pequeña indecisión ante lo que pueda hacer el coche que te precede supone dar gas una milésima de segundo más tarde; las turbulencias tampoco ayudaron al equilibrio aerodinámico del coche. No son excusas. Cuando te quedas a menos de tres décimas de la mejor vuelta de clasificación de la historia de Max Verstappen, según palabras de su jefe de Red Bull, Christian Horner, está claro que opciones de estar en la pomada había y los pequeños detalles no jugaron a favor.

La llegada a ese momento decisivo del último intento de Verstappen, que dejó a todos con la boca abierta, no fue de todos modos fácil para nadie. Baste decir que en el segundo intento de Max, en la Q3, el actual campeón mundial se quedó por detrás del primer intento de Sainz, que hizo el segundo mejor crono por delante de su compañero de equipo Charles Leclerc. Y justo a las espaldas de su compatriota Fernando Alonso. Es muy inusual que un piloto haga tres intentos en la última y decisiva fase de la clasificación. Pero tanto Red Bull como el piloto holandés sabían lo carísima que iba a estar el viernes la pole en Mónaco.

Los Ferrari, tal y como se anticipó, son muy rápidos en Mónaco, pero incluso en las imágenes de televisión era muy evidente que eran coches muy difíciles de conducir. El propio jefe de equipo, Frederic Vasseur, destacó el mérito de sus pilotos al sobreponerse a este factor en un circuito tan crítico como es Mónaco. "Nos resultó muy difícil dar un coche donde los pilotos se sintieran a gusto, pero las mejoras desde la última sesión de entrenamientos libres funcionaron. Y lo demuestra el hecho que somos el único equipo con dos coches entre los cinco primeros. Ahora toca jugar con la estrategia para la carrera", concluyó el ingeniero francés.

A la espera de la estrategia o del clima

A Carlos no le queda otra que resignarse y esperar que una buena estrategia. O esos pequeños detalles caprichosos que hoy jugaron en su contra el domingo pudieran favorecerle. Uno de estos factores podría ser la lluvia, pero como el piloto español no cuenta en exclusiva con esta circunstancia. "Al menos el ritmo está ahí y sabemos que mañana, si tenemos un poco de aire limpio, podemos progresar hacia adelante", afirmó Sainz, que no descarta la posibilidad de alcanzar el pódium. "Creo que sí. Creo que estamos en una posición fuerte para mañana en términos de ritmo, no en términos de posición, y sabemos lo importante que es la posición en la pista en Mónaco".

Mónaco es así de difícil y en ocasiones de cruel. Que se lo digan a Checo Pérez, el ganador del año pasado que se quedó fuera de combate en la Q1 (la primera eliminatoria). Si alguien piensa que en el mítico circuito urbano del principado van a salir los cronos sin jugártela en cada momento, se equivoca. Este año, además, había que andarse con ojo de no provocar banderas rojas pues te invalidaban tu mejor crono. Si Max Verstappen bordeó la catástrofe en su último intento, es porque también sabía que si se estampaba contra los guardarraíles, ya no había nada que perder. Le salió bien como en otras ocasiones le salió mal. O si hablamos de lotería y crueldad lo que le pasó a Charles Leclerc, que vio como los comisarios le penalizaban. Y perdió su tercera plaza en parrilla. Sainz, aunque avance una posición y arranque cuarto, desde luego puede estar más satisfecho de su ritmo que de su -relativa- mala posición en parrilla.

"No estoy contento con el final de la Q3 (la fase decisiva de la clasificación). Pasar a tres coches lentos en la última vuelta rápida no es lo ideal, sobre todo cuando todo está tan apretado. Pero aún queda la carrera, intentaremos aprovechar nuestro buen ritmo y la estrategia. ¡Vamos!". Este era el resumen que hizo Carlos Sainz en sus redes sociales, acerca de lo que había vivido en la clasificación del Gran Premio de Mónaco. Es difícil condensar mejor en tan pocas palabras la sensación agridulce que dejó la actuación del madrileño en una de las sesiones clasificatorias más apasionantes de los últimos tiempos.

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