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Buen comienzo de Ferrari, pero mirando más al hombre del tiempo que al asfalto
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INCERTIDUMBRE CON EL CLIMA

Buen comienzo de Ferrari, pero mirando más al hombre del tiempo que al asfalto

Leclerc y Sainz fueron segundo y tercero en una segunda sesión de los entrenamientos libres liderada por Verstappen. Mónaco es un circuito en el que pueden conseguir la victoria

Foto: Sainz en los entrenamientos libres del Gran Premio de Mónaco. (Scuderia Ferrari)
Sainz en los entrenamientos libres del Gran Premio de Mónaco. (Scuderia Ferrari)

Se despeja el panorama climatológico en el Principado de Mónaco y, finalmente, los pronósticos que anunciaban lluvia parece que no se cumplirán. Sin embargo, no por ello en Ferrari van a dejar de mirar de manera permanente a su estación meteorológica. Las condiciones soleadas del viernes, sin un calor excesivo, se mostraron ideales para el rendimiento de los coches del Cavallino. Para la clasificación del sábado se esperan circunstancias similares y, por ello, los técnicos y pilotos del equipo italiano rezan para que el domingo todo siga igual. Si algo ha dejado claro el viernes es que el SF-23 tiene una ventana operativa muy estrecha. El mínimo cambio de temperatura o la aparición del viento convierte un coche rápido y previsible en una máquina caprichosa y de competitividad irregular.

Carlos Sainz fue el más rápido en la primera sesión de entrenamientos libre. El madrileño demostró que los pronósticos acerca de su competitividad en Mónaco estaban en lo cierto. La sesión se interrumpió en dos ocasiones. Para mayor alegría de la afición española, el segundo clasificado fue Fernando Alonso, cuyo Aston Martin también prometía un buen desempeño en el tortuoso trazado de Mónaco.

Los Red Bull no mostraron el dominio que es habitual en ellos. De hecho, el propio Checo Pérez había advertido antes de que comenzara la acción que Mónaco no era el circuito más favorable para ellos. Sin embargo, como acertadamente señaló el jueves Carlos Sainz, no tenía duda de que estarían también en la pelea. Dicho y hecho. Max Verstappen se sacó de la manga una de sus típicas vueltas bomba y logró el mejor tiempo en la segunda sesión de la tarde. Su crono fue apenas unas centésimas más rápido que el de Charles Leclerc y una décima escasa que el de Carlos Sainz. El neerlandés demostró que, efectivamente, los Ferrari en este circuito se encuentran como pez en el agua.

Al límite desde el viernes

Carlos Sainz, desafortunadamente, sufrió un accidente en los minutos finales de la sesión y trató de mejorar un registro que ya de por sí era muy bueno. Dejó claro que se compite en cada sesión y en cada vuelta. Su golpe fue uno de los más habituales que suceden en Mónaco, cuando al rozar los guardarraíles golpeó su rueda delantera izquierda y se chocó contra las protecciones en la salida. A pesar de la espectacularidad del accidente, no parece que encierre consecuencias negativas para el estado de su máquina y estará perfectamente a punto para el momento decisivo, la clasificación del sábado.

Si quieres que salgan los tiempos en Mónaco, tienes que pasar en tres zonas del circuito muy rápidas, a un margen del guardarraíl no superior a los diez centímetros. En esa ridícula distancia es en la que se esconden las fatídicas últimas tres décimas que marcan la diferencia. Y en el mismo guardarraíl que ha chocado Sainz el viernes es donde en 2022 y 2021 se golpearon de forma casi idéntica Charles Leclerc y Max Verstappen. Sin daños de consideración en su máquina, hay que considerar una jornada más que óptima del madrileño en Mónaco. Rapidez y confianza para atacar en todo momento. La única receta para ganar en el circuito monegasco implica muchos riesgos, pero, como decía Mario Andretti: "Si tienes todo bajo control, no estás yendo suficientemente rápido".

Se despeja el panorama climatológico en el Principado de Mónaco y, finalmente, los pronósticos que anunciaban lluvia parece que no se cumplirán. Sin embargo, no por ello en Ferrari van a dejar de mirar de manera permanente a su estación meteorológica. Las condiciones soleadas del viernes, sin un calor excesivo, se mostraron ideales para el rendimiento de los coches del Cavallino. Para la clasificación del sábado se esperan circunstancias similares y, por ello, los técnicos y pilotos del equipo italiano rezan para que el domingo todo siga igual. Si algo ha dejado claro el viernes es que el SF-23 tiene una ventana operativa muy estrecha. El mínimo cambio de temperatura o la aparición del viento convierte un coche rápido y previsible en una máquina caprichosa y de competitividad irregular.

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