¿A la tercera va la vencida? Si Sainz tiene opciones de ganar en 2023, es en Mónaco

"Siempre me encanta estar aquí". Así comenzó Carlos Sainz la rueda de prensa oficial previa al Gran Premio de Mónaco. "Dos veces acabé segundo. Creo que es hora de ir a por la victoria. Si no se puede, un podio este año también sería bueno". No es falta de ambición por parte del madrileño, sino puro realismo. Si hay un circuito donde las virtudes de su Ferrari van a destacar más esta temporada sin duda es Mónaco. Las carencias aerodinámicas del SF-23 es donde menos se van a evidenciar y el talón de Aquiles del acusado desgaste de neumáticos es donde menos se va a sufrir.

La posición en parrilla es con mucha diferencia más decisiva en Mónaco que en cualquier otra carrera del Mundial. El Ferrari es capaz de generar temperatura en el neumático antes que nadie. Con una lluevia más que probable y unas temperaturas más frescas de lo habitual, la situación teóricamente rema a favor de Ferrari. Pero no hay que confiarse. En las anteriores carreras, hemos visto cómo la extrema igualdad no permite guardarse pólvora para el final. Un pequeño fallo o algo de tráfico en el momento decisivo, algo de lo más normal en Mónaco, te puede sacar de la lucha por la pole a las primeras de cambio.

Una oportunidad única

Al igual que Carlos -el otro piloto español en pista, Fernando Alonso- también cuenta con Mónaco como una de sus mejores oportunidades para amenazar a los casi siempre intocables Red Bull. "Independientemente de la pista", explicó el madrileño, "Red Bull sigue siendo el favorito porque no se puede decir que aquí no sean rápidos. En curvas lentas, diría que son tan rápidos como nosotros y también van muy bien sobre bordillos y baches. En definitiva, son buenos en todas partes. Así que creo que siguen siendo los favoritos, pero siento que si lo hacemos todo bien, tal vez haya una oportunidad".

La participación de Sainz en la carrera de este fin de semana se puso en duda después de que surgiera una imagen de su pierna envuelta en vendaje después de un partido de fútbol benéfico. Carlos confirmó a través de sus redes sociales que tan sólo se trataba de una media de precaución y que estaba en condiciones de competir. La verdadera clave para el piloto español va a ser si se encuentra con la confianza necesaria para atacar. Cuando se rueda a milímetros de los guardarraíles a 200 kilómetros por hora, o hay una comunión plena entre piloto y coche o en Mónaco no hay absolutamente nada que hacer. Hace falta tener al Carlos de Melbourne, no al de Azerbaiyán.

Sainz fue muy franco al ser preguntado por el factor de confianza en las reacciones del coche. "Obviamente, hubo ese fin de semana fuera de juego en Bakú, pero el resto de los fines de semana lo he llevado bien. Sé lo que necesita el coche. Creo que este año estamos llevando mejor la comprensión y la imprevisibilidad del monoplaza para compensar la falta de sensaciones". Los problemas experimentados también por Charles Leclerc demuestran que no se trata de un problema del madrileño y su forma de pilotar. Carlos pone como ejemplo que basta un leve aumento de temperatura o la aparición del viento para que se desbarate todo lo que estaba en orden.

Un coche específico para Mónaco

La aparición del paquete de evoluciones que iba a introducir Ferrari en Imola se ha pospuesto como consecuencia de la cancelación del gran premio hasta la carrera de Barcelona. Mónaco es tan particular en sus características que podría decirse que es un circuito donde las novedades que se traigan, básicamente, sólo se van a utilizar en este trazado. Los de Maranello utilizarán una versión evolucionada del mismo alerón trasero que en 2022 trajeron en exclusiva para esta carrera. Son diferencias sutiles, que buscan generar la mayor carga aerodinámica posible. Sin aumentar la resistencia al aire de la versión anterior.

El alerón delantero también presenta novedades y no exentas de polémica; presenta unos deflectores en el plano superior. El objetivo es expulsar aire sucio hacia el exterior del coche, algo que se sabe que no gusta nada a los inspiradores del actual reglamento. Esta evolución se sitúa literalmente al límite de la legalidad, pero es que en Mónaco cualquier pequeña ayuda que mejore el agarre al suelo es clave. El asfalto del circuito, dado que absorbe a diario el tráfico del Principado, tiene muy poca adherencia. El hecho de que se abra temporalmente la circulación cuando no hay acción en pista hace que tampoco pueda contarse con la acumulación de goma en la zona ideal de trazada.

Pirelli ha traído los neumáticos más blandos de su gama. Sin embargo, si llueve en algún momento del fin de semana, tal y como anuncia el parte meteorológico, es posible que por fin se estrene el neumático de lluvia que no necesita precalentamiento. Por su desconocimiento por parte de pilotos y equipo, no es descartable que se convierta en un importante factor aleatorio del gran premio.

Ajeno a los rumores

Carlos respondió a uno de los rumores más difundidos la última semana, su presunta sustitución en Ferrari por parte de Lewis Hamilton. Fred Vasseur, el jefe de la escudería, quizá fue el que de forma más elocuente puso sensatez con sus declaraciones acerca de todo el revuelo organizado alrededor de esta cuestión: "Puedo decir en broma que hace unas semanas enviasteis (los periodistas) a Sainz a Audi, y la semana pasada lo mismo con Leclerc a Mercedes. Ahora estoy solo (risas). En esta fase de la temporada cada semana hay una historia. Pero no hemos hecho una oferta a Hamilton. No hemos hablado de nada".

El ingeniero francés admite que sería una tontería negar que a cualquier equipo de la parrilla le encantaría contar Hamilton, pero no hay que extrapolar nada de una conversación entre ambos porque vienen ocurriendo todos los fines de semana desde hace 20 años. De hecho, fue su jefe cuando el piloto británico fue campeón en GP2. A Charles Leclerc, en la conferencia de prensa oficial, también le pusieron entre la espada y la pared con este tema (con Lewis delante). Pero el monegasco salió airoso diciendo que "cualquiera querría ser compañero de equipo de Hamilton, pero estoy contento con Carlos, que es muy rápido".

Aunque las declaraciones de Vasseur y Leclerc sean de manual en cuanto a corrección política, no hay que engañarse. En la Fórmula 1, todos hablan con todos. Directa o indirectamente los pilotos mantienen la comunicación abierta con otros equipos por mucho contrato en vigor que tengan. Hay que tener siempre si es posible otro plan Ben la recámara. Pero como bien dice el propio Sainz: "Si todos los rumores fueran ciertos, cada uno estaría en un equipo diferente cada año. Estoy acostumbrado. Yo tengo que ir a la mía, como siempre". Este fin de semana más que nunca, Carlos.