La dura travesía de Fernando Alonso y Aston Martin para ganar a Red Bull (tarde o temprano)

Parece claro que Red Bull tiene encarrilada un nuevo Mundial sin llegar al primer tercio del campeonato. La única duda es cuál de sus pilotos -Max Verstappen o Checo Pérez- se llevará el gato al agua. Y como remota posibilidad de ser inquietados por alguien, la única alternativa realista es la de Fernando Alonso y Aston Martin. Tanto Mercedes como Ferrari tienen prácticamente imposible pelear por el título por mucho que mejoren. La diferencia en la clasificación es ya considerable. Además, ambos equipos tienen que solventar problemas conceptuales de gran calado en sus monoplazas. Los límites presupuestarios y la imposibilidad de realizar pruebas en pista hacen que todas las evoluciones tengan como objetivo corregir errores de cara a 2024 más que aspirar al título esta temporada.

Alonso está a 44 puntos de Max Verstappen, una distancia grande, pero no insalvable, siempre que el Aston Martin mejore y los Red Bull se estanquen en su progreso. La euforia que rodea a Aston Martin está en parte justificada, pues su progreso espectacular e inesperado. Sin embargo, el objetivo final aún está lejos. Este es el difícil equilibrio que se debe mantener: hacer que un sobreesfuerzo merezca la pena, pero tampoco olvidarse que la superioridad de los Red Bull es demasiado grande como para que sea diluida en la temporada en curso.

Mejor ser realista

Fernando sabe mejor que nadie que queda por hacer lo más complicado. Basta mirar en el espejo de Mercedes y Ferrari para darse cuenta ser candidato al Mundial es francamente difícil. "Veremos muy pronto, en Imola o Barcelona, que los equipos comenzarán a traer mejoras a los coches. También debemos ser un equipo líder en ese sentido, en la pista, pero también fuera de la pista", recordó el asturiano en una reciente entrevista. "Creo que nuestro enfoque principal, para ser honestos, es mirar hacia atrás y tratar de mantener a Mercedes y Ferrari en el campeonato de constructores bajo control. Tenemos que aceptar que Red Bull está haciendo un mejor trabajo que todos los demás y tenemos que hacer un mejor trabajo". Alonso habla de comportarse como un equipo grande en la situación actual. En la ejecución del fin de semana y en la evolución del coche.

La situación actual de Fernando y Aston Martin podría tener un paralelismo con el de cualquier tenista que durante la pasada década le tocara enfrentarse a Roger Federer, Rafa Nadal o Novak Djokovic. Para ganar, el ovetense necesita que no uno, sino los dos pilotos de Red Bull tengan un mal día. Y por supuesto que tanto equipo como piloto lo hagan todo perfecto. Además, porque sus coches además son muy fiables. Es esa típica situación donde tu rival está en la parte alta de la ola y lo que toca es no fallar y sumar la mayor cantidad de puntos posibles. Y a fe que el bicampeón mundial lo está haciendo.

"Creo que este año (la victoria) va a ser difícil", advierte el piloto de Oviedo. "La brecha es bastante grande, aunque creo que hoy ha sido nuestro mejor ritmo de carrera hasta ahora en la temporada. Terminamos, creo, más cerca de los líderes, sin coches de seguridad, y nada en la carrera y todavía somos bastante rápidos. Entonces, veamos. Creo que la temporada va a ser larga. Esperemos que algunas de las pistas estemos un poco más cerca de ellos, y algunas de las mejoras que traeremos más adelante en la temporada tal vez nos pongan en una posición diferente o más competitiva". Fernando admite que sus posibilidades pasan porque, a medida que la temporada avance, Red Bull no evolucione su coche al mismo ritmo que Aston Martin.

La oportunidad de los límites presupuestarios

La oportunidad porque Red Bull, se vea obligado a congelar la evolución de sus coches por superar los límites presupuestarios. Y atención, porque si por segundo año consecutivo se demuestra que infringieron la norma sobre los topes de gasto, al ser reincidentes, las sanciones deberían aplicarse durante la temporada en curso. Sería un cruel sarcasmo ver como un coche aniquila a sus rivales por haber gastado por segundo año consecutivo más dinero del que permite el reglamento. Aunque Aston Martin estuviera en una situación similar, la condición de reincidente de Red Bull respecto a ellos obligaría a la excepción de una sanción de aplicación inmediata. De no hacerlo, se enviaría un peligroso mensaje a todos los equipos. Dicho de otro modo, resultaría más lucrativo trampear y pagar una multa que cumplir con el reglamento.

Es bastante improbable que esta situación, de darse, no ocurra antes del ecuador de la temporada. Hasta entonces no queda otra que seguir sumando la mayor cantidad de puntos posibles y esperar el fallo de sus rivales, ya sea por pilotaje o por fallo mecánico. Y, por supuesto, no descartar que pudiera haber algún circuito como Mónaco donde el Aston Martin encontrara su mejor versión y Fernando Alonso pudiera dar la campanada. El secreto estará en no caer en la euforia y, a la vez, mantener la esperanza.