Vettel, renacer o morir: ni cuatro Mundiales te aseguran el liderazgo en la Fórmula 1

Cuando Sebastian Vettel aceptó la oferta de Aston Martin tras su humillante salida de Ferrari, muchos pensaron se trataba de un simple movimiento para asegurarse un buen sueldo antes de su jubilación. El alemán demostró que estaban equivocados, pues su aplicación profesional fue impecable y deportivamente dio muestras ocasionales de su grandeza. Sin embargo, también generó dudas acerca de su calidad total como piloto, pues sus famosos ‘días fuera de la oficina’ se hicieron de nuevo evidentes. Hoy, pocos incluyen a Vettel en la liga de los más grandes a pesar de su gran palmarés. En la presentación de Aston Martin tampoco figuró como el líder de un equipo acorde con sus cuatro títulos mundiales.

Sólo le queda un año de contrato, y es su asiento el que peligra si no se traen buenos resultados, y no el de Lance Stroll, quien como hijo del jefe sorprendería mucho que perdiera su puesto. Porque el canadiense, además, ha demostrado ser mucho más que un ‘niño rico que corre gracias a papá’. En varias ocasiones de la pasada temporada Stroll Jr. ha sido más rápido que Vettel y la diferencia de puntos final (43 a 34) ha sido bastante menor de la esperada. En 2022 Vettel y Stroll parten de una hoja en blanco. Para el padre, nada reivindicaría más la carrera de su hijo que este superara a un cuatro veces campeón del mundo. Su posición es ciertamente peligrosa en esta temporada.

Gran piloto, pero no siempre

No era el mejor momento para desembarcar en el equipo de Lawrence Stroll. Aston Martin sufrió el cambio de reglamentación de 2021, que beneficiaba aerodinámicamente a los coches ‘inclinados’ al estilo Red Bull y perjudicaba a los ‘planos’ al estilo Mercedes. Esta circunstancia abrió los ojos a Stroll Sr. sobre el peligro de depender de un proveedor como era el caso hasta su llegada a la propiedad del equipo. Mercedes, por hacerlo corto, les daba el coche del año anterior para que ellos lo siguieran evolucionando. La jugada hace dos años salió perfecta con Racing Point, que disfrutó de una gran competitividad con una inversión tecnológica mínima. Sin embargo, el coche de 2021 estaba mal diseñado en origen para las nuevas reglas y es aquí donde los técnicos del equipo destacaron unánimemente el trabajo de Vettel.

Con buena fama de meticuloso y entregado a la hora de trabajar, el estreno de Aston Martin hubiera sido mucho más catastrófico de lo que fue sin su empeño. La hoja en blanco de 2022 será clave saber si Vettel vuelve o no por sus fueros. Porque siempre ha demostrado ser muy vulnerable psicológicamente. Si las cosas van bien y el coche está a su gusto es de los mejores, pero si le asaltan las dudas y su pilotaje no se adapta al coche se convierte en un piloto anodino.

¿Quiere esto decir que Lance Stroll es mejor piloto de lo que se pinta de él, o que Vettel no es tan especial como su palmarés demuestra? Quizá ni una cosa ni otra, pero Vettel tendrá que elevar el listón en 2022, porque para aspirar a toda la grandeza que promete Aston Martin se necesita un piloto de la liga de los ‘excepcionales’. El nivel de los patrocinadores del equipo, la masiva inversión en nuevas instalaciones y el agresivo proceso de reclutamiento del mejor talento demuestran que Stroll Sr. va muy en serio para llevar a su equipo a lo más alto de la competición. Si Vettel no ofrece ese plus de excepcionalidad llegará la fatídica sentencia: ‘Que pase el siguiente’.

Algunos piensan que Stroll podría ‘boicotear’ a Vettel, para que parezca que su hijo no es tan malo como algunos creen. No es una teoría tan descabellada como pueda parecer. El propio Vettel la sufrió en su último año en RedBull cuando anunció su marcha a Ferrari y, de repente, Daniel Ricciardo empezó a comérselo con patatas. Sin embargo, en estos momentos de construcción de su equipo, para Stroll sería una pésima decisión empresarial en alguien de probado éxito en los negocios.

No hay ‘boicot’, pero sí presión

Cuando su piloto estrella les dijo que se iba a Ferrari, Red Bull quiso mostrar que los cuatro campeonatos del mundo consecutivos los ganó el coche y no el piloto. Sin embargo, en Ferrari, Vettel siempre fue regularmente más rápido y competitivo que Kimi Raikkonen. Resumiendo: Vettel fue fichado como piloto top para proyectar a un equipo a lo más alto y sólo mantendrá su puesto si es capaz de demostrar esa excepcionalidad que se le supone.

Vettel es tres años más joven que Hamilton y siete más que Alonso. No hay problema de edad, pero numerosos detalles demostraba en 2021 que Vettel ha perdido frescura, que ha envejecido prematuramente. No cuestión de esa calvicie que ha remediado a tenor de la pelambrera que exhibió en la reciente presentación del equipo. Tampoco, su paternidad de tres hijos cuando Hamilton o Alonso siguen sin estrenarse en este sentido, una circunstancia no afecta a todos por igual. Ni siquiera tendría que tener que ver un frecuente activismo político que hasta la fecha apenas había mostrado. A Vettel, cada vez es más raro verle con ‘la mirada del tigre’ que habitualmente exhibía antaño.

Con la experiencia de un año en el equipo y un coche totalmente nuevo ya no hay excusas. Vettel insiste que está en Aston Martin porque quiere volver a ganar carreras, no para rellenar parrilla. Pero si no hace cosas excepcionales su fin en la Fórmula 1 se antoja cercano. Actuaciones en Azerbaiyán o Mónaco el pasado año deberían ser lo habitual y no lo excepcional. De no lograrlo, se juega no sólo su continuidad en la categoría, sino también gran parte de su prestigio como uno de los pilotos más exitosos de la historia, al menos estadísticamente hablando. El dilema de Sebastian Vettel es enorme: resurgir, o salir por la puerta de atrás.