Cómo ser abrasado junto a Max Verstappen, o la maldición del segundo coche de Red Bull

“Conozco a Alex desde hace quince años, he estado en el mismo paddock que él, es uno de los mejores pilotos, Max, Charles, todos nosotros lo diríamos, siempre ha estado delante en todo lo que ha hecho. Y no sé qué demonios está pasando. Me siento muy mal por él, porque se le está haciendo aparecer como un idiota, y desde luego que no lo es. No sé lo que está pasando pero deben arreglárselo”. Al finalizar los entrenamientos del Gran Premio de Hungría el piloto de Williams, George Russell, salió en inusual defensa a favor de Alexander Albon, quien atraviesa por un duro comienzo de campeonato. Un año antes, Pierre Gasly había sido fulminado del equipo tras la cita húngara. ¿Qué ocurre en torno a los compañeros de Max Verstappen desde que el holandés llegara a Red Bull?

El Gran Premio de Estiria resultó especialmente embazaroso para Albon. En Hungaroring no pasó del Q2. “George no sabe nada del equipo, mejor debería concentrarse en su coche y rendimiento en vez de hablar por otros”, contestaba Max Verstappen a Russell el mismo fin de semana. Prueba de la situación delicada del tailandés es la decisión de Red Bull que recupera ya en este GP de Gran Bretaña al veterano ingeniero Simon Rennie para tutelarle en la pista, y en el pasado tecnico de Fernando Alonso, Mark Webber y Daniel Ricciardo. Si se trata de reamueblar la cabeza y la confianza del tailandés, Horner y Newey eligen a Rennie para reconducir su mal momento y, quizás, también su futura carrera con los austríacos.

Ricciardo, Gasly, Albon…O han dejado Red Bull tras la llegada de Verstappen, o desploman su rendimiento ¿Es Red Bull un equipo ferozmente focalizado en el piloto holandés? ¿O tan monumental es su talento como para destruir a quienes comparten el mismo coche? Los experiencia de todos ellos en los últimos años invita a contestar afirmativamente a ambas cuestiones.

Ricciardo, y luego Gasly

Helmut Marko nunca lo ocultado. Apostó toda la banca con los Verstappen cuando les ofreció el acceso inmediato a la Fórmula 1 y a Red Bull en su pugna con Mercedes por el fichaje. Tras los títulos de Vettel, Marko quería rizar el rizo con Verstappen para hacerle el campeón del mundo más joven de la historia. Los tiempos de Mark Webber y Vettel (aquel “no está mal para un piloto número dos” tras su victoria en Silverstone en 2010) ofrecieron numerosos ejemplos del ‘estilo Marko’ con su piloto favorito. Webber lideró buena parte de aquel campeonato y luchó por el título hasta las últimas carreras. Lo ganó Vettel. Con la llegada de los Pirelli en 2011 ya no pudo ser rival para el aleman, su estilo se atragantaba con ellos.

“Incluso para la gente que entiende de este deporte, sabe que no fue culpa mía. Sin embargo, escuchas cosas, como que al final se dijera que era culpa de los dos, que fue algo al 50%… No lo creo. Me voy a tomar mi tiempo. Las cosas van a cambiar muy pronto”. En mayo de 2018, Daniel Ricciardo se quejaba a El Confidencial de la respuesta del equipo respecto el incidente en el Gran Premio de Bakú, cuando ambos fueron responsabilizados cuando el holandés bloqueó a su compañero en plena recta. Ricciardo recibía otra prueba más. Cambio de motores sin enterarse, renovación en primer lugar para Verstappen...El australiano vio al equipo bascular hacia su compañero, y parecía ya tener tomada su decisión meses antes de la marcha a Renault. “Ahora comprobaréis de qué va el tema con los Verstappen…” Alguien avisó al australiano y a su padre antes de llegar el holandés a Red Bull.

Tras Ricciardo llegó Pierre Gasly. Pocos creían en su poder para rivalizar con el holandés, y sí muchos en su comodidad para un equipo hipotecado al formidable talento de Verstappen y los compromisos de Marko. Empezó con sus accidentes de pretemporada y se fue descomponiendo según avanzaba 2019. La presión pasó factura y Gasly perdió el punto. Tras no poder superar a Carlos Sainz en Hungaroring fue enviado en un magnánimo sobre a Toro Rosso. Sin embargo, y a pesar de tratarse de una prueba de singulares circunstancias, en el Gran Premio de Brasil ese mismo piloto subía al podio.

Un monoplaza imprevisible

Debutante en la Fórmula 1 el pasado año, Alexander Albon se encontró muy pronto con el volante de Red Bull en las manos. Cuajó actuaciones meritorias como en Brasil, donde perdió el podio por una alocada maniobra de Lewis Hamilton. El mismo que arruinó su carrera este año en Austria. Pero Albon se ha desplomado en las dos últimas pruebas con un monoplaza que en manos de Verstappen sube al podio. De nuevo, esa sensación de maldición en el segundo Red Bull, donde sus pilotos se funden por la presión en el duelo con el holandés. Algo que George Russell no se tragaba.

¿Prima en la evolución técnica de Red Bull el estilo de pilotaje de Max Verstappen con monoplazas difíciles de conducir para sus rivales? ¿Pivota excesivamente el equipo en torno al holandés (primeras evoluciones aerodinámicas y de motor son siempre para él)? De momento, Red Bull reconoce problemas intrínsecos de diseño y comportamiento en el actual RB16. Un monoplaza ágil y reactivo, como se apreció ya en la pretemporada en Montmeló, pero de rendimiento aerodinámico variable y desconcertante para sus pilotos, como lo atestiguan sus numerosos trompos.

Y un talento formidable

“Tenemos anomalías con un coche que no se comporta como se esperaba, estamos llevando mucho trabajo para entenderlo y solucionar los problemas en las próximas carreras”, reconocía Christian Horner tras Hungaroring. Sus ingenieros llevan a cabo numerosos cambios de puesta en cada sesión para buscarle el punto al coche, pero a Alex Albon se le atraganta el comportamiento de su montura, sobre todo en los entrenamientos. “No se comporta como nuestras herramientas de simulación predicen” sentencia Horner.

“No tenenos un buen equilibrio en las curvas, subviraje, sobreviraje falta de adherencia. Cuando llegas a ese límite, el coche se vuelve complicado y fácil de perder la trasera o irte de morro”. Verstappen detallaba en Hungría las ineficiencias del RB16, “y cuando llegas a ese punto donde puedes tener un susto, se te escapa. No es fácil de recuperar”. Considerando las circunstancias y los resultados del holandés, siempre ha de reconocerse su formidable talento para retorcer cualquier monoplaza y, por el camino, también destrozar a sus compañeros. Además, Verstappen suma ya cinco años de experiencia en la Fórmula 1 a pesar de su juventud, mientras Albonen contra de vive su primera temporada completa en el equipo.

Como Ferrari y Schumacher en su día, el contexto de estos años ha confirmado repetidamente que Red Bull y Honda pivotan en torno a Max Verstappen. Con un monoplaza rebelde y una inferior experiencia, Albon afronta un enorme desafío para no terminar 'quemado' en Red Bull como todos los pilotos que pasan por el equipo salvo...Vettel y Verstappen, la niñas en los ojos de Marko. Red Bull acude ahora al veterano Simon Rennie para ayudarle con el potro rebelde del RB16. De no ser domado por sus creadores y si Alex Albon no solventa sus problemas actuales, sus días podrían estar contados.