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El joven piloto (y emigrante español) capaz de dar caña hasta a los propios japoneses
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ÁLEX PALOU CONSIGUIÓ LA VICTORIA EN FUJI

El joven piloto (y emigrante español) capaz de dar caña hasta a los propios japoneses

Álex Palou ha sido el primer piloto español, tras Pedro Martínez de la Rosa, que ha ganado en el Super Fórmula Nipon. Lo ha hecho sin dinero y merced a su gran talento

Foto: Álex Palou celebra su victoria en la carrera de la Súper Fórmula en Fuji. (Foto: Twitter.com/AlexPalou)
Álex Palou celebra su victoria en la carrera de la Súper Fórmula en Fuji. (Foto: Twitter.com/AlexPalou)

Veintidós años, tantos como tiene Alex Palou. Es el tiempo transucurrido hasta que un piloto español ganara en la máxima categoría de monoplazas en Japón. En 1997, fue Pedro Martínez de la Rosa. Palou siguió su larga estela hace algo más de una semana. No se gana en Japón todos los días.

El Red Bull Junior Team está llevando a sus jóvenes pilotos al Super Fórmula. “Por debajo de un Fórmula 1, es el monoplaza más rápido ahora”, explica a El Confidencial el propio Palou. Con casi noventa por ciento de pilotos japoneses, prácticamente todos profesionales, y varios apoyados por Nissan, Honda y Toyota. En semejante avispero logró Palou su triunfo en Fuji, el primer ‘rookie’ en conseguirlo desde 2017. Pero al margen de su talento, a Álex Palou le distingue un rasgo singular: su trayectoria abriéndose camino con el talento como particular patrocinador personal.

Su victoria no fue casual. Rapídisimo desde los primeros entrenamientos privados del campeonato, a punto estuvo de ganar en la carrera de Suzuka. Ahora es tercero en la general ¿Cómo se siente al ganar ante unos rivales tan especializados y experimentados en el SuperFórmula, y con solo veintidós años? “Muy contento. Ya gané en la Fórmula 3 en Japón en 2017, pero esto es diferente. Estás corriendo a 10.000km de casa... Viven las carreras de forma distinta: los aficionados, los equipos, con mucho apoyo de los fabricantes…. Ganar después de Pedro es algo magnífico. La primera carrera que gané en la Fórmula 3 me felicitó, así que imagino que ya se habrá enterado”.

placeholder Álex Palou, en el 'pit lane' antes de una carrera. (Instagram: Álex Palou)
Álex Palou, en el 'pit lane' antes de una carrera. (Instagram: Álex Palou)

"¡Ostras, cómo corre esto!"

El Super Fórmula, tanto el certamen como el coche, se ha distinguido de otros campeonatos internacionales de monoplazas. “El nivel es muy elevado, no solo porque los pilotos son de mucho nivel, sino porque casi el noventa por ciento son japoneses, llevan en la Super Fórmula muchos años, y corren en Japón toda su vida en los mismos circuitos. No es como Europa, donde los pilotos vamos una vez o dos por año al mismo circuito. Como organización el certamen es un estilo a la Fórmula 1, con libres y 'qualy' con Q1, Q2 y Q3. Y luego en las carreras hay muchos aficionados”.

¿Hasta qué punto un Super Fórmula está cerca de un Fórmula 1? ¿Cómo explicarlo desde el punto de vista del propio piloto? “El coche es una pasada, estoy seguro de que es el coche más rápido después de un Fórmula 1. En Suzuka, el circuito que se puede comparar, estamos en tiempos de la Fórmula 1 hace cuatro o cinco años en la vuelta rápida de carrera. ¿Sensaciones a bordo? “Siempre que me subo las primeras diez vueltas es '¡ostras cómo corre esto!', es una sensación que nunca se me ha quitado. Luego, durante el fin de semana te acostumbras, pero siempre al principio tienes eso de “¡qué está pasando aquí!”. Cuando me bajo del GT y me subo al Super Fórmula me digo siempre: '¡Esto no lo sé llevar!'. Las sensación es increíble, y sobre todo en curva rápida, a la velocidad en curva es más difícil acostumbrarte”.

"La comunicación es difícil [...] No hay cafeterías ni bares [...] Los japoneses, aunque no te conozcan, intentan hacerte la vida más fácil"

Correr en Japón obliga a una forma de vida que no siempre es sencilla para los pilotos occidentales. ¿Es complicado el estilo nipón para un joven de veintidós años? “Este año tengo un apartamento en Japón, lo pone el equipo, así que puedo decir que medio vivo allí. Es diferente la vida allí, complicada… Lo que encuentro más difícil aparte de la lengua es estar tan lejos de la familia. Cuando yo me levanto la gente en España se va dormir, y cuando se levantan ellos yo me voy a la cama. La comunicación es difícil, no puedes conocer gente tan fácilmente. Allí no hay cafeterías ni bares. Es todo diferente, aunque tengo que decir que todos los japoneses, aunque no te conozcan, intentan hacerte la vida fácil en cualquier momento. Si estás perdido en la estación intentan ayudarte y ponen mucho de su parte. Pero es complicado”.

La vida de piloto puede parecer cosmopolita, pero también obliga a convertirse en un sacrificado trotamundo. Competir en Japón no es como en Alemania o Gran Bretaña, por ejemplo. “La verdad es que no me quejo, a pesar de las cosas malas, lo prefiero a otras muchas cosas". Por ejemplo, Palou vivirá las cuatro semanas de agosto en Japón. ¿Cuál es su rutina de vida allí? “Vivo a unos cuarenta minutos de Tokio. De lunes a viernes, cuando no hay carreras, tengo que hacer algo. Dos días a la semana los paso con el equipo, y voy al gimnasio. Hay veces que te salen planes, me invita alguien de los equipos a salir y tomar algo, pero hay muchos momentos en que tengo que buscarme algo para hacer. Que no suene que lo paso mal, tiene sus momentos duros, pero me gusta la cultura japonesa. Tiene cosas que a todo el mundo le gustaría. Todo va muy pautado, si un tren tiene que salir a las 10.1, sale siempre a esa hora. Hay muchas cosas que hacen que la vida sea más fácil y ordenada. Y para quien viene de fuera es más fácil. Cuanto más aprendes de esta cultura, más te gusta”.

Su futuro... ¿en la F1?

Tras competir varios años con los equipos de Adrian Campos, Álex Palou tuvo que buscarse la vida. Sin patrocinadores. ¿Cómo ha podido salir adelante? “La verdad es que siempre he tenido la suerte de que, no sé cómo, aparecía la persona adecuada en el momento adecuado, personas diferentes que no se conocían, pero que me confiaban para hacer un año de carreras, y al final sacábamos algo. En el karting, con Adrián en los monoplazas, un equipo japonés que me llevó a Japón. Siempre hubo una persona que le hablaba a otra, y confiaba en mí para darme una oportunidad. Y luego sacábamos un resultado. Al final seguimos ahí y aprovechando estos buenos momentos”.

¿Podría haber un antes y un después de este triunfo en Japón? ¿Abrir las puertas al automovilismo japonés? ¿Piensa en la Fórmula 1? “Este ha sido el primer año que he podido vivir de ello. Hasta ahora no podía aportar dinero para correr, pero tampoco podía ganarlo. Ayuda correr sin poner dinero, pero… No creo que la Fórmula 1 sea posible aún ganando todas las carreras hasta final de año. Y para ir a un Williams, estar dos años, y luego al paro.... No creo que el futuro sea la Fórmula 1. Fuera de Japón, lo que de verdad me gustaría, el objetivo que tengo es intentar ir a Estados Unidos a hacer la IndyCar, un campeonato con más nivel, y sobre todo que tienen quince o veinte fines de semana. El único problema que tiene Japón es que son solo siete fines de semana, sabe a poco. El Indycar sería mi objetivo a dos años vista”.

Veintidós años, tantos como tiene Alex Palou. Es el tiempo transucurrido hasta que un piloto español ganara en la máxima categoría de monoplazas en Japón. En 1997, fue Pedro Martínez de la Rosa. Palou siguió su larga estela hace algo más de una semana. No se gana en Japón todos los días.

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