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Así se escapa una victoria o cómo se le dio a Fernando Alonso la vuelta a la tortilla
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la suerte falló en los momentos clave

Así se escapa una victoria o cómo se le dio a Fernando Alonso la vuelta a la tortilla

A Alonso, Buemi y Nakajima se les escapó la victoria en las 6 Horas de Shanghái tras un error estratégico del equipo que dió el triunfo al coche hermano de Toyota

Foto: Un error de Toyota perjudicó al español. (Twitter: @Toyota_Hybrid)
Un error de Toyota perjudicó al español. (Twitter: @Toyota_Hybrid)

¿Cómo se puede liderar con treinta segundos de ventaja, y en cuestión de pocos minutos ser segundo con medio minuto perdido? Es uno de los rasgos que definen las carreras de resistencia: en cualquier momento el factor más inesperado rompe los esquemas. En las 6 Horas de Shangai, la última prueba del WEC en 2018, le tocó a Fernando Alonso, Sebastian Buemi y Kazuki Nakajima. El coche número 8 fue el más rápido en los diferentes segmentos de la carrera con sus tres pilotos. Y, sin embargo, perdió una victoria que tenía al alcance de la mano. Pero en este mundo, solo se canta la victoria cuando cae la bandera a cuadros.

Y no hubo conspiraciones de Toyota en beneficio de un coche sobre otro cuando sus responsables rompieron la tónica de paradas en boxes de sus dos coches para aplicar una estrategia que acabó perjudicando al coche de Alonso. En el mundo de la resistencia es el equipo el protagonista. Los pilotos son subordinados a su estrategia. Toyota quiso asegurar el doblete ante las complicadas condiciones en las que se desarrollaba la carrera. Pero el tiro salió por la culata para Alonso y sus compañeros.

El ritmo de Alonso bajo la lluvia

La lluvia fue compañera constante de la prueba china, interrumpida en dos ocasiones por las condiciones atmosféricas y de la pista. En los primeros noventa minutos sólo hubo veinte bajo bandera verde. Fue entonces Buemi a los mandos del 8 quien mostró una gran superioridad sobre el numero 7, pilotado por Pechito López. El suizo superó al argentino, pero la bandera roja y los coches de seguridad impidieron lograr una amplia ventaja. Luego le tocaba el turno a Alonso.

El español rodaba por primera vez en condiciones de asfalto mojado en carrera, pero imprimió un ritmo espectacular. Tanto, que logró una vuelta rápida bajo una intensa lluvia cuyo registro no fue superada por sus compañeros hasta los compases finales de la prueba, cuando amainó y el asfalto perdió agua. Alonso aumentó su ventaja por encima de los veinte segundos, tanto por su ritmo como por una primera parada más larga de sus rivales para modificar la puesta a punto del número 7. Con semejante ventaja la prueba parecía bien encarrillada, aunque siempre abierta a otro coche de seguridad ante las dificultades de la carrera.Y llegó, pero en el peor de los escenarios para Alonso y sus compañeros.

A las 3 horas y 35 minutos de carrera, el ByKolles quedó parado en la recta de meta mientras que poco después se salió el DragonSpeed. La dirección de carrera sacó de nuevo al coche de seguridad, que evaporó gran parte de la ventaja del número 8. Aun así, Alonso mantenía el liderato. Toyota aprovechó la oportunidad para llamar al 7 a boxes. Hasta el momento los dos coches habían entrado a la vez, pero en esta ocasión el líder (Alonso) fue llamado después de su coche hermano, una decisión que resultaba extraña. Fue cuando la suerte le volvió la cara al número 8.

Un error que arruinó la victoria

“Fue una situación muy triste. Normalmente, en este tipo de situaciones te preocupas por el equipo y por no tomar riesgos. El coche 8 (de Alonso) estaba por delante y el coche número 7 debía hacer una parada porque tenía muy poca gasolina, no podía seguir fuera", explicaba después Rob Leupen, Director de Toyota. Por tanto, el coche que marchaba segundo "entro en boxes antes y se benefició en comparación del coche número 8". Pero cuando Alonso lo hacía en la vuelta siguiente, todo lo que podía salir mal, salió peor. El español se disponía a volver a la pista cuando encontró el semáforo de la calle de boxes en rojo porque, en ese momento, pasaba todo el pelotón que antes había cruzado por esa calle mientras se retiraba de la recta al ByKolles. Cuando Alonso volvió a la pista había perdido la ventaja y más de veinte segundos, además de tener coches más lentos que superear su posición y la del líder.

"Después, en perspectiva, vimos que cometimos un error y deberíamos haberlo hecho de otra manera", explicaba Leupen, "pero en ese momento decidimos dejar el número 8 al frente porque si hubiera habido una bandera roja (suspensión de la carrera), podía haber ocurrido que no hubiera estado un Toyota delante. Así que decidimos asegurarnos y hacer entrar primero el coche 7 se puso delante y el 8 se cayó en la clasificación. Fue una triste decisión de carrera pero, en perspectiva, como equipo tenemos que optimizar la situación. Por eso, teníamos que tomar los mínimos riesgos. No pudieron dar la vuelta a la situación, lo sentimos, pero tenemos que mantener a Toyota delante".

"Se lo hemos explicado a los pilotos"

Cuando Alonso cedió los mandos a su compañero Nakajima no hubo opciones de recuperar el tiempo perdido a pesar de que el japonés también fue más rápido que Mike Conway, protagonista del relevo final en el número 7. La lluvia a veinte minutos de acabar la prueba y otro coche de seguridad permitieron reducir la diferencia a tan solo dos segundos en la meta, aunque Toyota ya había decidido antes bloquear la clasificación para no correr riesgos.

“Por supuesto que se lo hemos explicado", explicaba Leupen sobre la decepción de Alonso y sus compañeros, "todos los pilotos quieren ganar y hay que aceptar que no estén contentos con esta situación. Cuando tomamos la decisión pensábamos en el equipo, debíamos mantener nuestro coche en primera posición. Lo sentimos por el coche número 8, para el equipo ha sido bueno porque logramos un doblete, aunque para el coche 8 las cosas pudieron ir mejor”.

Alonso, Buemi y Nakajima siguen líderes del Mundial, pero ahora con solo cinco puntos de ventaja sobre sus rivales Conway, López y Kobayashi. “Para Toyota ha sido un triunfo, pero el coche 8 fue más rápido, pudimos verlo". Ya, pero la victoria se había esfumado.

¿Cómo se puede liderar con treinta segundos de ventaja, y en cuestión de pocos minutos ser segundo con medio minuto perdido? Es uno de los rasgos que definen las carreras de resistencia: en cualquier momento el factor más inesperado rompe los esquemas. En las 6 Horas de Shangai, la última prueba del WEC en 2018, le tocó a Fernando Alonso, Sebastian Buemi y Kazuki Nakajima. El coche número 8 fue el más rápido en los diferentes segmentos de la carrera con sus tres pilotos. Y, sin embargo, perdió una victoria que tenía al alcance de la mano. Pero en este mundo, solo se canta la victoria cuando cae la bandera a cuadros.

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