Los centímetros que le faltaron a Sainz para dar un nuevo 'golpe' a su compañero

Dos milésimas. Tan solo dos milésimas separaron a Carlos Sainz de la Q3 de la clasificación del Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1. Una Q3 que significaba mucho más que ganar posiciones en la parrilla. El rival que acabó justo por delante del español en la Q2 fue Nico Hulkenberg, el hombre por el que apostó Renault. Sainz tuvo en su mano dejar caer al precipicio a su máximo rival, pero perdió una nueva oportunidad de dar un golpe a su compañero de equipo por escasos centímetros y por una fatídica última curva.

El alemán finalmente acabó en una notable séptima posición, mientras que Sainz se tuvo que conformar con la undécima, una diferencia que no es la vista durante los entrenamientos libres y la clasificación. La lucha que tienen ambos pilotos es de las más igualadas del campeonato, y cualquier mínimo detalle inclina la balanza hacia un lado u otro. Hulkenberg se ha colocado con un 10-8 a favor en clasificación gracias a esas dos milésimas, pero Sainz tiene claro que uno de sus objetivos es vencer a uno de los pilotos más duros de superar de la parrilla.

Tras este pequeño varapalo, se abre un nuevo escenario en el que el madrileño tendrá que demostrar su ritmo y acertar con una estrategia que podrá elegir para sumar puntos para los de Enstone y acabar por delante de Hulkenberg en su lucha personal.

“Se nos ha atragantado la última curva”

Sainz no tuvo una Q2 especialmente plácida por diversos motivos. En su primer intento fue ligeramente obstaculizado por el Haas de Kevin Magnussen a final del giro y en la vuelta final sufrió sobreviraje en la última curva, lo que le hizo perder esas décimas que le hubiesen colocado en la Q3. "Se nos ha atragantado la última curva. En el primer intento perdí dos décimas con el Haas, que nos hubiera servido para pasar a la Q3, y luego por detalles como el viento tuve mucho sobreviraje en la última curva. Eso son detalles que marcan la diferencia”, explicó Sainz en declaraciones a Movistar+ F1.

Por si fueran pocos los problemas, las condiciones de la pista no fueron las que esperaba. “No ha habido mucha evolución de la pista. En la segunda vuelta iba mejorando dos décimas y las he perdido en la última curva. Estoy contento porque voy cómodo con el coche. Una pena ese minidetalle que nos ha costado la Q3, pero está bien salir 11º”.

"Será una carrera divertida y al ataque"

A pesar de no conseguir el objetivo de entrar en la tercera sesión, Sainz contará con la ventaja de la elección de neumáticos. Podrá evitar el ultrablando en carrera, con el objetivo de parar una vez menos que sus rivales más inmediatos, aunque cree que será difícil llevar a cabo esa estrategia y hacer menos de dos paradas en boxes. "Creo que tenemos experiencia con los neumáticos y podremos decidir bien la estrategia. Estará al límite entre una y dos paradas”.

Aunque el ritmo de carrera todavía se desconozca por las escasas pruebas de los equipos tras una lluvia afectó al desarrollo de las dos primeras sesiones de entrenamientos, el piloto madrileño llegó a Austin con esperanzas de reencontrarse con un Renault más competitivo que el de los últimos grandes premios y esa es la imagen que está mostrando el monoplaza durante todo el fin de semana. El RS18 parece encontrarse a la par que su máximo rival en el mundial de constructores, el Haas, y Sainz mantiene las esperanzas de tener ritmo en carrera. “Será una carrera divertida y al ataque. Tengo ganas de ver si podemos remontar mañana. No he analizado todavía nuestro ritmo de carrera”.

El piloto español está de aniversario con la escudería francesa después de debutar en este mismo trazado la temporada pasada. En este momento especial, Sainz quiere volver a mostrar el talento y la imagen que dejó en su primer día en Renault, y más cuando tan solo le quedan cuatro carreras antes de marcharse a McLaren.