Sobre fusiones, ciclismo y superescuadras: el misterio de la ¿unión? de Jumbo y Quick Step

Cuentan que sí van a fusionarse el Toho con el Newteam. Sí, como lo oyen, de verdad. De verdad que lo cuentan, vaya. Cuentan que si todo esto es en ciclismo, que si el Toho es Jumbo-Visma, que si por el Newteam responde Soudal-Quick Step (bastantes bultos sospechosísimos, una superestrella que resuelve problemas él solo, un entrenador que... nah, Lefévere se parece más al míster del Muppet).

Vale, traduzco para gente que sabe quién es Ibon Zugasti... Hablamos de bicicletas y hablamos de algo que lleva gravitando (me encanta el verbo gravitar) casi una semana: la (no) noticia sobre esa fusión entre Jumbo-Visma y Soudal-Quick Step (Cui Estés, si son ustedes nostálgicos del LoL). O, dicho de otra forma, reunir con el mismo jersey (en principio) a gente como Jonas Vingegaard, Remco Evenepoel, Sepp Kuss, Primoz Roglic, Julian Alaphilippe o Wout van Aert (además de Laporte, extraño elemento que gana las carreras que son para Van Aert). Vamos, bombazo. Vamos, equipo de las galaxias. Vamos, dream team, invencibles, bandera blanca, nos rendimos, morituri.

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Marcos Pereda

Si quieren empiezo por el final. A mí todo esto me huele a globo sonda gordísimo, porque ya veía ciclismo con Fabio Parra y me sé algunos trucos. Vamos, que lanzo y recolecto reacciones, y si sí, pues sí, y si no, pues oye, nunca quisimos, era mi primerito día. Lefevere ha dicho que toda la información es "mierda", lo que suena muy "ratificamos fuertemente en el puesto de entrenador a Miguel Ángel Lotina", pero vaya usted a saber. Yo creo que terminará no haciéndose, pero son sensaciones que baso en la absoluta nada (lo es aquello que leen ustedes estos días por ahí, solo que yo reconozco alegremente mi ignorancia, porque ahora todos salimos a entrenar con Vingegaard y nos cuenta secretos y no creo yo que sea de esa forma).

Pero, por puro juguetear, pongamos en que se hace. Para divertirnos, para meter unos cuantos golpes. Dirán ustedes... pero Marcos Pereda, oh oráculo nuestro, ¿por qué abandona Jumbo el patrocinio en solitario, si llevan bicis que parecen el caballo de Atila, si las calas de Sepp Kuss suenan snikt (esta referencia es demasiado pop incluso para el menda)? Pues miren, es que ya estaba decidido, porque tuvieron un asunto feísimo allá por septiembre de 2022, con el CEO de la empresa, Frits van Eerd, pisando prisión por un quítame allá ese blanqueo de capitales. Todo ajeno a las bicis, pero aquí es que se juegan partidas a varios niveles. Así que Jumbo fuera del deporte, que no es solo Van Aert, que también patrocinan a Verstappen, y Verstappen en Países Bajos es como aquí Alonso, pero con más victorias y menos Lob(at)os.

Por ese rollo... hasta comprensible. Han sonado para sustituir a Jumbo cosas como Neom, la ciudad futurista de Mohammad bin Salman, así que esto de fusionarse con otro equipo de bicis parece hasta lógico.

Fusión que (y esto se olvida en prácticamente todos los análisis) no sería tal. Porque un conjunto es más que sus ciclistas y, si ya no entran todos los ciclistas en el equipo resultante, imaginen directores, mecánicos, masajistas, soigneurs, médicos... Algunos de los que dan pedales encontrarán acomodo fácil. Otros lo tendrán más complicado y lo mismo se apuntan el año que viene a la Quebrantahuesos. Del resto, a saber. Así que por ese lado se pierde, porque incrementar las filas del INEM nunca es buena cosa.

Posibles cambios en una fusión

Por lógica, entre los que abandonasen el barco-transatlántico iban a estar alguno de sus líderes. Roglic confirmó un secreto a voces: "Dejaré el equipo, pero queremos contar todos los detalles después de las carreras. Es mi primera vez aquí. Quiero estar concentrado y luego veremos los siguientes movimientos". Roglic tiwnw cierta edad y ataca a dos de meta, pero que coincidan Evenepoel y Vingegaard... impensable. Igual para Alaphilippe y Van Aert, por ir a tipos con escalafón distinto, pero mentalidad idéntica (aquí es más alfa quien menos camina, curiosamente). Así que, de nuevo, análisis apresurado, y tendríamos que ver plantilla final. Pero aun con todo, por mucho que se desgaje... Asusta. Sumen el UAE, que ficha todo el talento joven que hay por el mundo (el que no trinca Florentino, vaya), y nos queda una cosa cuquísima de gigantes sobredimensionados contra tipos que se parecen a Pepe Viyuela.

Y eso no es bueno. Alguno me dirá que ocurrió siempre, que el dominio de este proyecto ya se vio en el pasado con Molteni, o con Flandria, o con La Vie Claire. Pero no es lo mismo. El Flandria se limitaba a clásicas y Molteni tiranizaba ejercicios, pero es que era solo con Eddy. En cuanto a La Vie Claire... bueno, como era lupanar gigantesco, sus líderes se peleaban entre ellos con cuchillos, bazookas y magias del Golden Axe. Comparen esto con el pastelear (#ganamos todos, #somosfamilia, #fuerahacefrío) de la última Vuelta a España y verán contra qué les estoy advirtiendo.

Es, también, precedente pésimo. Y una consecuencia de algo que existe desde hace década y pico. Desde el desembarco de Sky, aproximadamente. Escuadrones con presupuestos casi en blanco (en blanco por 'está to pagao', no en blanco rollo 'oiga, este cheque no tiene fondos, señor de equipo ciclista con solera'), supergregarios, dominio, control, aburrimiento, bostezos, un moreno mucho más uniforme en estío porque terminas por huir de coñas y coñazos.

La cosa es que aquello parecía excepción y fue introito. Y la perspectiva es fea, porque inflar costes en los equipos buenos (en los equipos que triunfan, en los equipos que salen en la tele y en El Confidencial, en los equipos que trincan retornos a su confianza) significa que aquellos con presupuestos más bajos no cumplirán objetivos, y a lo mejor se les van nombrecitos del maillot, y quienes están fuera del asunto se piensan muy mucho lo de entrar, porque cada vez necesitas más y más billetes gordísimos para aspirar a algo. Así que las inversiones recaen siempre a los monstruos, porque renta más salir en la axila de Evenepoel (a Evenepoel se le ven mucho las axilas cuando alza los brazos) que serigrafiar el pecho de otros más humildes. Y este World Tour (qué invento, el World Tour), que ya apesta a club privado, pues se pone más y más privado, y acabaremos con acceso solo mediante invitación, herencia o chanchullo con un concejal, como en los clubes de campo.

¿Quién piensa en el público?

Y los aficionados, ¿es que nadie va a pensar en los aficionados? Pues miren, el aficionado ciclista es, mayoritariamente, alguien que ha pillado todas las referencias culturales de este artículo. Vamos, que le dices Vip Noche y sabe a lo que te refieres. Que tiene sus años, vaya, que la base generacional apenas gasta dinero en peines. No hay renovación, no hay trasvase (no hay renovación y no hay trasvase por muchas razones, algunas muy distintas a la que tratamos hoy, pero eso es cosa para otra pieza, si me permiten), y hacer una Liga de dos no creo que ayude a enganchar mucha peña (aunque en el fútbol funciona divinamente, oigan). Dicho de otra forma, que salvo los fans (y ya es cosa ser fan de un equipo ciclista) aquí perderíamos todos.

Entonces, oh, Marcos Pereda, heraldo de verdades como puños, ¿por qué no hemos visto más críticas, por qué no hay quejas y análisis tan sesudos como los de 'cuántos puntos le sobran a Movistar para no descender'? ¿Por qué no tenemos manifestaciones en la calle tipo 'No bajen al Celta y al Sevilla, es el mayor problema de este país'? Pues miren, primero porque los simpatizantes de la bici tienen pudor y vergüenza, así que no están para chorradas (madre, aquella Liga de 22). Y luego porque... en fin, porque ahora (casi) todo lo conocemos por redes sociales, y en redes sociales las escuadras ciclistas más potentes (cof, cof, Jumbo, cof, cof), tienen tramas eficacísimas de fanboys, lametraserillos y aplaudidores profesionales. Que algunos, antaño críticos dignos de narices (las sales, las sales, que me dan mareos), están ahora a sueldo y ya pueden imaginar su grado de fiscalización. Sumen otros que ni siquiera, que lo hacen por placer, y nos queda la tormenta perfecta. Dicho de otra forma: hoy, cuanta más información tenemos (teóricamente), más fácil resulta mediatizar opiniones y verdades.

En resumen, que no sé si veré yo esto de la fusión, pero al menos puede servirnos para repensarse el modelo, para reflexionar sobre el medio y el largo plazo. Para rumiar que, oye, tenemos una generación muy brillante de ciclistas. No nos carguemos en este tiempo (precisamente en este tiempo) el ciclismo.