¿El fin de Chris Froome? Crecen las incógnitas sobre su futuro en el ciclismo

La recuperación de Chris Froome se alarga y, con ello, los rumores sobre su estado de salud. El británico de Ineos sufrió un durísimo accidente el pasado mes de junio mientras preparaba la contrarreloj de Roanne en el Criterium del Dauphiné. El ciclista viajaba a 54/kmh cuando perdió el control de su bicicleta por las fuertes rachas de viento y se estampó contra el muro de una casa, fracturándose fémur, codo, cadera y varias costillas. Ocho horas estuvo en quirófano. Adiós al Tour de Francia que posteriormente ganaría su compañero Egan Bernal y también al resto de la temporada. Ni Vuelta, ni Mundial. Lo importante a partir de entonces: su recuperación de cara a 2020.

El objetivo de Froome pasaba por volver entero a principios de esta temporada, sobre el mes de febrero, y empezar a preparar su asalto al Tour. Esta edición de la 'grande boucle' pasa por ser una de sus últimas oportunidades para hacer historia y entrar de lleno en el selecto club de ciclistas con cinco 'maillots' amarillos, entre ellos Miguel Induráin, pero su situación preocupa y mucho. Según publica 'BiciSport', Froome habría abandonado estos días la tradicional concentración de su equipo en Mallorca antes del inicio de la competición. "No se encuentra bien y no sabemos si se recuperará", indicó uno de sus directores, Dario Cioni, según el citado medio.

Ante el revuelo causado, el propio corredor ha salido al paso de estas informaciones para aclarar, en su cuenta de Twitter, donde es bastante activo, que se encuentra en perfectas condiciones: "Espero poder concretar esto: la última vez que estuve en un 'training camp' fue a principios de diciembre (también en Mallorca). Mi recuperación va bien e iré a la concentración del equipo el próximo jueves". De puertas hacia fuera Froome denota tranquilidad y confianza en sí mismo. De puertas hacia dentro... la realidad es que sus lesiones son de importancia, más para un corredor que este curso cumplirá 35 años. No es un chaval. Su regreso, al menos en plenitud, es una incógnita.

No pierde el humor

Tras la operación, Froome volvió a la carretera tan solo 14 días después, en el Criterium de Saitama, una exhibición. Allí, en Japón, ya señaló a 'Marca' su firme deseo de ir encontrando poco a poco su golpe de pedal para, a partir de marzo del 2020, estar más o menos listo de cara al Tour, con salida en Niza. "Hasta que tenga una buena razón para creer que mi regreso no es posible, lo convertiré en mi meta", aseguró. "Hay que tener paciencia", explican desde el equipo. Las sensaciones no parecen las mejores. Nicolas Portal, director deportivo del conjunto inglés, también alertó en 'Cyclism'Actu' sobre las complicaciones que se estaba encontrando el campeón de siete grandes para progresar encima de la bici: "Creo que Froome se recuperará, pero recuperarse completamente, volver al 100% como atleta, va a ser difícil".

Froome combate la rumorología y las pocas expectativas de su alrededor como mejor sabe, trabajando. Su ejemplo: Alejandro Valverde. El murciano sufrió un aparatoso accidente hace dos años que le fracturó la rótula de la rodilla y le dañó el astrágalo, la tibia y el calcáneo. Parecía el final de su carrera, pero milagrosamente el de Movistar pudo volver y, además, para seguir dominando en el pelotón. La guinda a su resurrección la puso en Innsbruck, donde cosechó el Mundial que tantas veces había perseguido. No es ningún secreto que Froome también tiene fijado entre sus objetivos una prueba de características similares: los JJOO. Tokio ya asoma a la vuelta de la esquina y quiere ser de la partida. Pase lo que pase en el futuro, no pierde la sonrisa. Destila humor a través de las redes sociales, donde se le ha visto alternar sus entrenamientos en la carretera con sesiones de crioterapia y ventosaterapia, todo ello en busca de una feliz vuelta. Su familia, su principal apoyo.