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'In-season tournament': por qué las canchas multicolor inundan la NBA esta temporada
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Se jugará una final four en Las Vegas

'In-season tournament': por qué las canchas multicolor inundan la NBA esta temporada

La NBA desarrolla el torneo en la primera fase de la temporada regular, un momento en el que las audiencias suelen ser más bajas y para competir en publicidad con la NFL y la MLB

Foto: Foto: EFE, Andrea Montolivo
Foto: EFE, Andrea Montolivo

Seguro que cualquier aficionado (o incluso no aficionado) ha visto este año las nuevas canchas de la NBA. La pista se ha pintado íntegramente con los colores de los equipos, sustituyendo al clásico parquet de madera. Un despliegue de colores que, en no pocas ocasiones, atenta contra los ojos del fan dificultando el seguimiento del partido. Detrás hay una explicación: es la forma que tiene la liga de visibilizar los partidos que corresponden a su nuevo In Season Tournament, el torneo que ha creado la NBA para este primer tramo de temporada y cuya principal función es capturar audiencias en el tramo de menor seguimiento y, sobre todo, crear y posicionar un nuevo producto de marketing que justifique la fuerte subida de ingresos que espera a partir de 2025 con el futuro contrato audiovisual que debe firmar.

Este nuevo torneo de la NBA se entiende en distintas claves. La primera, la necesidad de equilibrar la temporada regular. Este mismo año firmó el nuevo convenio colectivo con el sindicato de jugadores y que estará vigente hasta 2030. Es la antesala y la estabilidad necesaria antes de sellar los nuevos contratos audiovisuales, que en las ligas americanas suelen ser a largo plazo. El actual, que finaliza en 2025, se firmó por una década, igual que el último firmado en la NFL. La NBA espera superar con creces los 25.000 millones actuales y, aunque diferentes medios han especulado con cifras desde 75.000 millones a 100.000 millones de dólares para el nuevo ciclo, no hay ninguna cifra oficial.

En este contexto, se plantea la necesidad de los jugadores, que piden acortar los 82 partidos de temporada regular, con las de los stakeholders, que perderían activos si se redujera el calendario. Y entra en juego otra variable: muchos de los encuentros son intrascendentes y las propias franquicias han encontrado trampas con el llamado load management (dar descanso a sus estrellas sin estar lesionadas). Esta práctica, cada vez más habitual sobre todo en sus partidos fuera de casa, resta valor al producto y es duramente castigada por la liga. Ahí entra el torneo en la ecuación, con el objetivo de crear un nuevo torneo que ofrezca motivación deportiva (y económica) a los jugadores, un mayor atractivo al fan y un producto nuevo a televisiones y espónsors.

Foto: Wembanyama y Durant, tras el Spurs-Suns. (Mark J. Rebilas/USA TODAY)

Ahora bien, como todo en la NBA, la decisión de optar por esta vía para ganar relevancia mediática en un momento del año en el que no la tenía, no es baladí. Antes de introducir un gran cambio, la liga utiliza la WNBA o la G-League como banco de pruebas. La Copa ya se había introducido en la liga femenina con la Commissioner’s Cup desde 2021, que tiene a Coinbase como presenting partner y ha doblado su audiencia respecto al año anterior. La incorporación a la liga masculina este año no es casualidad. El objetivo es posicionar el producto durante dos años para utilizarlo como palanca en la renovación del acuerdo audiovisual y refinarlo en su tercera temporada, ya con este nuevo contrato en vigor.

Por el momento, su éxito deportivo o a entre los aficionados es limitado. Los partidos se disputan como un encuentro más de fase regular. Y eso que cada miembro del equipo ganador se llevará 500.000 dólares. Si bien para las estrellas o la cada vez más nutrida clase media puede no ser tan significativo, para los integrantes del fondo de plantilla es un importante incentivo. El salario mínimo es de 838.000 dólares este año.

La NBA busca crear un nuevo producto, con más visos comerciales que deportivos

El anhelo es crear un aliciente tanto deportivo como económico para seguir creciendo y que culmine en una final four, que en su debut tendrá lugar en Las Vegas del 7 al 9 de diciembre. Las fechas tampoco son casuales. No puede pisar la Navidad, consolidada como uno de los grandes reclamos de la liga, ni el All Star, que se celebra en febrero. De ahí en adelante llega el tramo final de la temporada regular, donde los equipos se juegan sus aspiraciones antes de los play-offs y donde el cansancio acumulado también es mayor. Además, la NBA compite entre octubre y diciembre con el inicio de la NFL y el final de la MLB.

En cuanto a los patrocinadores, más que captar nuevas marcas, pues el ecosistema es el mismo que el resto del año, se trata de captar más ingresos de anunciantes. Sobre todo para las televisiones, que pueden paquetizar contenidos distintos en las emisiones y sacar un mayor rendimiento a estos partidos en periodo del año de fuerte inversión publicitaria a las puertas de la campaña de Navidad. Por otro lado, la NBA empieza así a paquetizar estos partidos con vistas a crear un nuevo producto que podría vender de forma independiente en el nuevo ciclo audiovisual, ya con el torneo más consolidado e identificado por marcas y aficionados. Este primer año es un banco de pruebas, como ha sucedido con los colores de las canchas.

Este proyecto sigue la tendencia entre las propiedades deportivas de segmentar su oferta a través de nuevos productos de competición que ya han seguido otras promotoras. Uno de los principales casos de éxito es la WWE, que opera a través de eventos franquicia como WWE Raw o Smackdown, que suponen el grueso de su facturación por ticketing. Una vez consolidados, se convierten en una fuerza de tracción para anunciantes, que buscan asociarse exclusivamente en estos espacios..

En cierto modo, la NBA ha optado por una europeización a la hora de aplicar esta fórmula. Este formato es propio de las ligas en Europa y, sobre todo del fútbol, que se espera que de un salto cualitativo en Estados Unidos con el Mundial de 2026. Es otra forma de acercarse a aficionados en el extranjero, que sí entienden el formato, a pesar de estar adaptado a una liga americana. Finalmente, como ya ha sucedido con la entrada de fondos de inversión en el capital o la publicidad en las camisetas, la NBA juega a la vez la bandera de la innovación de cara a los anunciantes al ser la liga que abre el camino a las demás en cuestiones clave.

*Artículo publicado originalmente en 2Playbook.com.

Seguro que cualquier aficionado (o incluso no aficionado) ha visto este año las nuevas canchas de la NBA. La pista se ha pintado íntegramente con los colores de los equipos, sustituyendo al clásico parquet de madera. Un despliegue de colores que, en no pocas ocasiones, atenta contra los ojos del fan dificultando el seguimiento del partido. Detrás hay una explicación: es la forma que tiene la liga de visibilizar los partidos que corresponden a su nuevo In Season Tournament, el torneo que ha creado la NBA para este primer tramo de temporada y cuya principal función es capturar audiencias en el tramo de menor seguimiento y, sobre todo, crear y posicionar un nuevo producto de marketing que justifique la fuerte subida de ingresos que espera a partir de 2025 con el futuro contrato audiovisual que debe firmar.

Cotizalia Sports Estados Unidos (EEUU)
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