Doncic se ve por primera vez cara a cara con Wembanyama en la NBA y le barre así en puntos

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La madrugada de este miércoles para el jueves tenía un claro protagonista dentro del deporte estadounidense: Victor Wembanyama. El jugador francés está llamado a ser ya no solo la próxima superestrella de la NBA, sino el gran dominador de la competición a corto y medio plazo. Sus características, únicas para un jugador de 2,24 de altura, levantaron desde hace más de un año una expectación que únicamente puede compararse con la llegada de jugadores como LeBron James. Y eso es mucho decir.

Prueba de ello fue el seguimiento de la propia NBA a su temporada en Francia o cómo los equipos peleaban por dejarse perder y aumentar así las posibilidades de tener el número 1 del draft. Un jugador que condicionó el campeonato varios meses antes de que pusiera un pie en Estados Unidos y que no tardó en demostrar de lo que era capaz en la pretemporada. Tapones y mates fáciles con unos brazos inacabables, zancadas para entrar a canasta casi desde la línea de triple y una muñeca asombrosamente buena para su tamaño. Wembanyama multiplicó la expectación aún más en los partidos de preparación.

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Javier de Paz Fernández

Siendo capaz de meter de nuevo a los Spurs en la pomada de ser uno de los equipos que todos quieren ver, a San Antonio y Gregg Popovich les esperaba un estreno digno de tal revuelo. Tan bien como la NBA acostumbra a hacer. Enfrente, los Dallas Mavericks de Luka Doncic y el cara a cara texano para empezar a abrir boca. Y el estreno fue bastante significativo.

La 'bienvenida' de Doncic a Wembanyama

Wembanyama no tardó en comprender lo que es la NBA y que el arbitraje en la mejor liga del mundo no perdona. El larguirucho pívot pronto se puso con cuatro faltas, obligando a sacarlo de la pista a un Popovich que sabe más por viejo que por diablo y que entendió perfectamente que esta puede ser una valiosa lección para el futuro. Sus minutos, de hecho, acabaron siendo de poco más de 23.

Fue en el cuarto período cuando Wembanyama demostró lo que puede dar, anotando 9 de sus 15 puntos teniendo cinco faltas a la espalda y tratando de pelar por la victoria ante unos Mavs que, cómo no, fueron liderados por un inspiradísimo Luka Doncic. Como si el esloveno quisiera recordarle al mundo que la gran estrella del partido era él, el base de Dallas se echó el equipo a la espalda para darle el triunfo a los suyos en el duelo texano, y hacerlo además con un triple-doble (33 puntos, 13 rebotes, 10 asistencias y 2 robos).

19 años, un indudable potencial y un gigantesco margen de mejora, pero fue Luka Doncic el que decidió el partido, metiéndolas cuando había que meterlas y siendo decisivo en el clutch time para que los Mavs comenzaran con una alegría antes sus vecinos. El unicornio llegó a la NBA, pero el esloveno le dio su particular bienvenida.