Mirotic y Ricky sonríen en medio de la salvaje batalla del oeste NBA

La temporada NBA es tan larga y en ella pasan tantas cosas, que no es recomendable ser tajante en ningún juicio sobre un equipo o un jugador. En 82 partidos hay tiempo de sobra para que quien estaba abajo acabe arriba y viceversa. Lo objetivos que en un momento parecían lejanos, poco tiempo después pueden estar al alcance de la mano. Y una situación insostenible puede transformarse para bien. Hace dos meses, por distintas razones, las cosas no pintaban bien para Nikola Mirotic y Ricky Rubio, pero hoy están metidos de lleno en la lucha por los 'playoffs' en la Conferencia Oeste.

El 15 de enero, los Utah Jazz perdieron en casa contra los Indiana Pacers por 94-109. Era su 15ª derrota en los 21 encuentros disputados desde el 1 de diciembre. En ese momento, el equipo era décimo en el Oeste, ocho partidos por debajo del 50% de victorias y a cuatro partidos y medio de distancia del octavo puesto, el último que da acceso a los 'playoffs'.

En Chicago, Mirotic atravesaba un oasis en medio de la pesadilla en que se convirtió su temporada en octubre tras recibir un puñetazo de su compañero Bobby Portis. Su regreso revitalizó a un equipo cuya única meta es elegir lo más alto en el próximo 'draft'. Los Bulls ganaron 10 de sus 12 primeros partidos con Mirotic, que durante ese período alcanzó su mejor nivel desde su llegada a la NBA 2014. Tan buena pinta tenía Chicago, que meterse en 'playoffs' ya no parecía una quimera. Pero aquello fue un espejismo, y además Mirotic seguía teniendo un problema: no quería seguir en el equipo.

Menos de dos meses después, los dos están en su mejor momento desde su aterrizaje en Estados Unidos, tanto en lo personal como en lo colectivo. El cambio de los Jazz ha sido radical y Mirotic ha salido ganando con su traspaso a los New Orleans Pelicans, ahora mismo cuartos en el Oeste a partido y medio partido de los Portland Trail Blazers, terceros. En la misma lucha (hay ocho equipos en solo cuatro partidos de distancia) están los Jazz, décimos, pero empatados con el noveno y el octavo.

Ricky, el barómetro de los Jazz

Desde el 15 de enero, Utah ha ganado 20 de sus 24 partidos, el último la pasada madrugada en Memphis por 78-95. En ese período de tiempo, el rendimiento de Ricky Rubio ha mejorado. Pasó de 9,2 puntos de media en diciembre a 11,4 en enero y 16 en febrero, con porcentajes (47,8 en tiros de campo y un 50% en triples) desconocidos en su carrera en la NBA y actuaciones tan destacadas como los 34 puntos en una victoria contra los Spurs.

"Puede que no sea nuestro único barómetros, pero es uno grande", dijo hace unos días su entrenador, Quinn Snyder, para explicar la importancia del español en el juego del equipo. "Intento controlar el ritmo del partido", declaró Rubio a 'The Salt Lake Tribune'. "Quiero ser un líder, jugar bien en defensa y asegurarme de que (mis compañeros) tengan buenos tiros. Este año ha tenido altos y bajos. Pero en general creo que puedo controlar el juego, y eso es lo que quiero hacer", dijo. En lo que va de marzo está en 13,6 puntos y 6,6 asistencias y los Jazz aún no ha perdido: cuatro victorias.

Mirotic, el escudero de Anthony Davis

Mejor ra la racha de los Pelicans hasta ayer, la segunda mejor de toda la NBA con once triunfos seguidos. De New Orleans no se esperaba que a estas alturas estuviera tan arriba, menos tras la lesión de uno de sus dos pívots 'All Star', DeMarcus Cousins, que se rompió el tendón de Aquiles en enero. Pero el equipo se ha recuperado, sobre todo por el espectacular rendimiento de Anthony Davis, que si no es el mejor interior del mundo se le parece bastante. Su ausencia por lesión se notó en la derrota la pasada madrugada en casa ante Washington Wizards por 97-116.

Mirotic llegó con la misión de ocupar el hueco de Cousins y, salvando las distancias, está cumpliendo en su papel de escudero de Davis: 15,1 puntos y 8,2 rebotes de media. A diferencia de Rubio, él sí sabe lo que es jugar los 'playoffs'. Lo hizo en la temporada 2014-2015, en la que los Bulls perdieron en semifinales de conferencia, y el año pasado, cuando cayeron en la primera ronda.