Es noticia
Bombazo en la Copa: Unicaja se carga al Barça con un estelar Darío Brizuela (87-89)
  1. Deportes
  2. Baloncesto
CUARTOS DE FINAL

Bombazo en la Copa: Unicaja se carga al Barça con un estelar Darío Brizuela (87-89)

Los malacitanos remontan y vencen en la prórroga al actual campeón en un vibrante partido. No habrá clásico, el partido más esperado, en semifinales del torneo

Foto: Alberto Díaz, perseguido por Mirotic en busca de una pelota. (EFE/Enric Fontcuberta)
Alberto Díaz, perseguido por Mirotic en busca de una pelota. (EFE/Enric Fontcuberta)

No hay dos sin tres, dice el refrán, pero el aficionado del Unicaja quería evitar que este adagio se transformase en un “no hay siete sin ocho”. Y es que siete eran las veces que el FC Barcelona había ganado a los malagueños en la competición, todas las ocasiones en que se habían enfrentado, sin excepción. Pero todo cambió en una noche invernal de febrero de 2023 en Badalona. Con un excepcional Darío Brizuela y una rocosa maraña defensiva, el cuadro andaluz derrotó al actual campeón tras una prórroga de infarto (87-89). ¡No habrá clásico en semifinales!

Fue un partido trabajado, en el que el equipo de Šarūnas Jasikevičius estuvo por delante en el marcador la mayor parte del encuentro. De hecho, fueron varios los instantes en que la ventaja llegó a superar los dobles dígitos, pero la constante mejora defensiva de los andaluces redujo paso a paso la diferencia hasta voltear el marcador en los minutos finales, provocar el tiempo extra y, finalmente, acabar venciendo a todo un FC Barcelona.

Había mucha ilusión entre los aficionados costasoleños con el torneo. Hacía varias temporadas que no se producía una comunión tan fuerte entre afición y equipo por lo que, por qué no, era la ocasión idónea para soñar. El Unicaja fue uno de los grandes equipos nacionales en el inicio del presente siglo, pero la burbuja parecía haberse pinchado en los últimos tiempos. Sin ir más lejos, el curso pasado no consiguió ni meterse entre los ocho primeros para poder disputar el torneo en Granada. Ha llovido mucho desde el triunfo en febrero de 2005 contra el Real Madrid –la única Copa del Rey ganada por el club– y, desde entonces, se anhela con levantar un torneo que dio mucha felicidad a la ciudad y a la institución. Ibón Navarro ha conseguido que el Unicaja vuelva a ser competitivo y que la melancolía de los tiempos pretéritos, como cantaba Rafael Berrio, sea un motor desde el que construir y no una carga: melancólicos a fuerza de placer.

placeholder Los jugadores del Barcelona, abatidos tras la derrota. (EFE/Enric Fontcuberta)
Los jugadores del Barcelona, abatidos tras la derrota. (EFE/Enric Fontcuberta)

Un extraterrestre llamado Brizuela

El problema es que en frente tenían al FC Barcelona, un equipo candidato a todo y al que, además, nunca han vencido en esta competición. Para derrotar a Laprovittola, Sanli, Higgins y compañía hay que hacer todo bien. Los malacitanos arrancaron con confianza, terminando el primer cuarto tan solo un punto abajo, pero con el inicio del segundo la situación se descontroló y la diferencia subió de los diez puntos. Mirotic, Satoranski y Tobey activaron la apisonadora anotadora y alejaron en el marcador a su equipo. Solo la mejoría defensiva de los últimos minutos del cuarto y el buen hacer de Darío Brizuela y el posmoderno Kendrick Perry evitaron que los andaluces se desconectasen del partido. Se llegó a la mitad con una ventaja de siete puntos para los blaugranas (41-34).

Tres minutos de juego después, el campeón de Europa con la selección española -en el inolvidable campeonato de Alemania celebrado el pasado septiembre- seguía en forma: catorce puntos llevaba Brizuela en ese momento, que parecía en combustión. ¿Dónde estaba su límite? Pero la pena para su equipo es que el Barça no bajó el pistón, con un Satoranski efervescente desde la línea de tres. El partido parecía entrar en punto muerto. La distancia en el marcador permanecía más o menos inalterada, pero el optimismo malacitano parecía enfriarse, pues ante cada arreón del Unicaja le correspondía el FC Barcelona con una buena canasta, y el tiempo pasaba imperceptible pero constante, como en una novela de Thomas Mann.

El lienzo del encuentro parecía pintarse, por momentos, con la misma paleta y los mismos colores que en el primer cuarto de final. Si antes fue el Real Madrid el que veía cómo la distancia adquirida al inicio parecía menguarse poco a poco, casi imperceptiblemente, en este segundo encuentro también era el favorito el que observaba a su rival reducir la ventaja previamente adquirida. El último cuarto empezó con el plantel de Navarro cinco abajo en el marcador, y un triplazo desde Florida de Perry la redujo aún más. Otra vez el partido parecía encaramarse hacia una conclusión emocionante. Y así mismo fue.

placeholder Mirotic, defendido por los jugadores de Unicaja. (EFE/Enric Fontcuberta)
Mirotic, defendido por los jugadores de Unicaja. (EFE/Enric Fontcuberta)

Culminación de la remontada en el tiempo extra

Otro martillazo sobre el parqué del cuadro de Jasikevicius parecía enterrar, ya definitivamente, el partido de forma definitiva. Pero el Unicaja se levantaba una y otra vez se puso a dos puntos a tan solo tres minutos de final. Otra vez un desenlace no apto para los que sufren de corazón. A falta de 120 segundos, los malacitanos estaban tres puntos abajo. ¡Y Osetkowski empató el partido a falta de cuarenta segundos desde la línea de tres! Incluso Brizuela, en lo que hubiese sido una orgía, pudo marcar un triple legendario desde su campo para evitar la prórroga. Pero toco la red sin entrar. ¡Prórroga!

Dos temporadas atrás, en la Copa del Rey tristemente marcada por el Covid-19, Barça y Unicaja también quedaron encuadrados en el torneo. Y el partido, curiosamente, se fue a la prórroga. Pero esta vez ganó el equipo blaugrana. Escribió Marx que la historia se repetía en dos ocasiones, primero como farsa y luego como tragedia. Pero los malacitanos no solo han roto la maldición de la Copa contra el FC Barcelona, sino que han mandado la teoría del autor de El capital al carajo. Y lo hicieron con un Brizuela estupendo, que anotó 27 puntos en el total del partido. La primera gran actuación individual de la Copa. ¡No habrá Clásico! El Unicaja, como en los viejos tiempos, lo ha vuelto a hacer, y espera el Real Madrid en las semifinales del sábado.

No hay dos sin tres, dice el refrán, pero el aficionado del Unicaja quería evitar que este adagio se transformase en un “no hay siete sin ocho”. Y es que siete eran las veces que el FC Barcelona había ganado a los malagueños en la competición, todas las ocasiones en que se habían enfrentado, sin excepción. Pero todo cambió en una noche invernal de febrero de 2023 en Badalona. Con un excepcional Darío Brizuela y una rocosa maraña defensiva, el cuadro andaluz derrotó al actual campeón tras una prórroga de infarto (87-89). ¡No habrá clásico en semifinales!

FC Barcelona
El redactor recomienda