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Cómo la Selección de España de baloncesto logró la mayor hazaña histórica del deporte español
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Cómo la Selección de España de baloncesto logró la mayor hazaña histórica del deporte español

El equipo de Scariolo demostró una capacidad de supervivencia única y una fe inquebrantable para dejar a Europa con la boca abierta. Es el triunfo de la fortaleza colectiva en un torneo donde España evolucionó hasta machacar a Francia

Foto: Willy Hernangómez y Rudy Fernández celebran el triunfo ante Francia. (Reuters/Annegret Hilse)
Willy Hernangómez y Rudy Fernández celebran el triunfo ante Francia. (Reuters/Annegret Hilse)

La Familia ha vuelto a escribir su nombre con letras de oro en la historia del baloncesto de selecciones. En un triunfo grupal sorprendente e inesperado a la altura del Mundial embolsado en 2019, el combinado nacional dirigido por Sergio Scariolo dejó a Europa con la boca abierta. Nadie daba a España favorita por encima de la Serbia de Nikola Jokic, la Eslovenia de Luka Doncic, la Grecia de Antetokounmpo, Lituania ni tan siquiera Francia. Así lo reflejaba el 'power ranking' del Eurobasket, donde España ocupaba el séptimo puesto en las quinielas, justo por detrás de la anfitriona, Alemania. Sin embargo, y aquí está la clave del triunfo, ninguna selección demostró la fe inquebrantable, la capacidad de superación, la resistencia, el coraje, la armonía coral, la mentalidad ganadora ni la determinación de España. El corazón de la Selección en los momentos difíciles fue enorme y jamás dejó de bombear.

Lo explicaba el técnico nacional, Sergio Scariolo, justo después de recoger el oro europeo: "Es fácil decir que estamos muy felices. Llegamos a este torneo siendo séptimos en el 'ranking' y hemos subido paso a paso. Hemos dejado por el camino a equipos increíbles, incluyendo a una Francia increíble, llena de jugadores de la NBA y de la Euroliga, del máximo nivel". Además, el entrenador deslizaba cómo los grandes favoritos cayeron antes de tiempo: "El resto de países en este Eurobasket han sido increíbles viendo el 'ranking' final y viendo a tantos equipos buenos estando abajo. Hablamos de esto al principio del torneo, no teníamos a nadie entre los 'favoritos' para el MVP y teníamos que poner a alguien ahí, dentro de los 15 mejores equipos. Y ahí hemos tenido a Willy, nos ha liderado".

Foto: España celebra su victoria en el Eurobasket. (EFE/Filip Singer)

España tiene un gen ganador que le ha hecho alzarse hasta lo más alto en Berlín. Lo explicaba el Twitter oficial del Eurobasket: "El baloncesto es un juego simple. Diez hombres persiguen la pelota durante 40 minutos y al final, España siempre gana". Lo que ha hecho esta generación, en línea con la anterior, es un episodio más de grandeza deportiva. Llegar hasta este momento de euforia nacional ha costado una barbaridad. No es casualidad que los jugadores españoles se reivindicaran a medida que avanzaban rondas y especialmente tras la final. "¡Nadie creía!", gritaba el ex del Real Madrid y actual jugador de los Houston Rockets, Usman Garuba, en un 'post' de Instagram. Otros como Juancho Hernangómez fueron más contundentes en Twitter: "SOMOOOOOOOSSSS CAMPEEONESSSS DE EURROOOPAAAAAAAAA JODERRRRR!!! El barco está llenooooooo????". Dos ejemplos bastan para expresar el sentir de un grupo humano que rompió todas barreras a medida que avanzaba el torneo y al que cada vez se le dibujó más la sonrisa del campeón en la cara. Imposible volver a dudar de ellos.

El golpe de realidad que cambió a la Selección

La derrota en la fase de grupos ante una selección asequible como Bélgica encendió las alarmas en el momento adecuado. No hubo falsas excusas, sino autocrítica y trabajo para alterar la inercia de España en el torneo. "Podemos ser un buen equipo, pero hoy definitivamente no lo hemos sido. Nos ha faltado gasolina en defensa, en las 'deflections', en la presión del balón… Hemos ido siempre a remolque de ellos y cometido errores graves en finales de posesión que nos han castigado. Tenemos que volver a ser humildes, sabiendo en qué condiciones podemos ser competitivos. Lo de hoy ha sido muy pobre en cuanto a esfuerzo. Pero somos conscientes de ello. Quizás ha sido un buen golpe de realidad si lo usamos correctamente, pero esta no es la realidad de nuestro equipo", dijo Scariolo tras el partido. Y vaya si lo fue.

placeholder Una Selección para la historia. (EFE/Filip Singer)
Una Selección para la historia. (EFE/Filip Singer)

El duro correctivo no llevó a la hecatombe, sino a romper el techo de cristal de España. Después de vencer a Montenegro, llegó el turno de la Turquía de los NBA Cedi Osman, Furkan Korkmaz y Alperen Sengun. La respuesta de España fue contundente. Concentración, carácter, talento y fortaleza defensiva. La Selección ganó la lucha de los rebotes a pesar de alinear durante bastante tiempo a un quinteto más bajito que el turco. Por primera vez en un día clave, Lorenzo Brown dejaba detalles de su liderazgo y dirección con España y Willy Hernagómez tiraba del carro anotador. La Selección se engrasó, bajó al barro y firmó el pase a los octavos de final, donde esperaba Lituania.

Una remontada increíble

En la preparación del Eurobasket, el combinado de Scariolo había perdido los dos encuentros que había disputado contra ellos. No había una mejor piedra de toque para comprobar hasta qué punto España iba en serio. Una selección de mínimos, sin las grandes figuras de antaño como los Gasol, Ricky Rubio, Sergio Llull o el Chacho Rodríguez se iba a medir a un equipazo. No fue nada fácil y se tuvo que llegar a la prórroga para discernir al ganador, pero España enseñó una mentalidad ganadora que dejó a Lituanía en la lona. No importó que la Selección llegase al descanso por detrás en el marcador o que un inoportuno palmeo tras la remontada forzara tal prórroga. La reacción colectiva, con Rudy Fernández ejerciendo de jerarca, Garuba elevando el nivel defensivo y Brown ganándose a España, neutralizó el talento lituano.

placeholder Rudy Fernández ofreció una lección ejemplar de liderazgo. (EFE/Clemens Bilan)
Rudy Fernández ofreció una lección ejemplar de liderazgo. (EFE/Clemens Bilan)

En cuartos de final, España ya había cumplido con lo exigible. A partir de aquí todo era un extra. El rival daba pánico porque tenía a un NBA como Lauri Markkanen que acababa de pulverizar a Croacia con 43 puntos y, para colmo, el adversario contaba con un porcentaje anotador desde la línea de tres que quitaba el hipo. No mentía Sergio Scariolo cuando aseguró que el partido contra Finlandia era el que "más preparación" le había costado junto a sus técnicos. "Te vuelven loco, te marean y te acaban metiendo un triple al final de posesión tras haber corrido como pollo sin cabeza". La amenaza no solo la encarnaba Markkanen, sino viejos conocidos de la afición española como Salin o Koponen. El billete a las semifinales peligró durante muchos minutos y España llegó a perder de 15 puntos.

Alberto Díaz, el ejemplo de la identidad española

Fue entonces cuando España sacó la garra y se aferró al Eurobasket para no soltarlo jamás. Hizo falta una bronca de líder de Rudy Fernández, tal y como explicaría Scariolo tras tumbar a Finlandia en una remontada brillante: "Cuando le estaba oyendo, solo pensaba: 'Se está pasando'. Yo no he tenido que levantar la voz ni un decibelio, solo he tenido que decir cuatro cosas que tenía que decir para la defensa y el ataque. El impacto emocional ya lo había hecho él". Un par de minutos después de la charla, España ya había dado la vuelta al marcador, donde las cinco recuperaciones y los dos triples de Rudy (para un total de 11 puntos) se antojaron fundamentales.

Ya entre los cuatro mejores del torneo y con la medalla a las puertas, España se volvió imparable e inmortal. La Alemania de Dennis Schröder generaba respeto por tener a uno de los grandes jugadores del Eurobasket y porque era la anfitriona, con toda la presión que eso conlleva para los árbitros y el apoyo del público berlinés. El camino hasta el descanso fue tortuoso, pero Alberto Díaz cambiaría la final. El héroe inesperado de esta Selección dio una exhibición defensiva legendaria para anular a Schörder y descabezar a Alemania. Con él en pista, +25. Sin él, -20. Schroder, amenaza teutona y autor de 30 puntos, se quedó paralizado y fue abrasado por el fuego pelirrojo del malacitano.

placeholder Un recital defensivo... y ofensivo. (Reuters/Annegret Hilse)
Un recital defensivo... y ofensivo. (Reuters/Annegret Hilse)

La Selección de España, con una gran actuación ofensiva de Lorenzo Brown y Willy Hernangómez como máximos anotadores, desembarcó en la final de Berlín con la plata asegurada y un viaje de ensueño. El combinado de Sergio Scariolo tenía el acabose enfrente: ganar a Francia una final... con la que no contaba; tal y como reconocería Rudy Fernández en la previa. "Estamos con muchas ganas de afrontar un partido que en ningún momento nos pensábamos cuando empezó este campeonato". El seleccionador español, por su parte, dejó una frase paradigmática: "Estoy dándole las vueltas para saber cómo podemos seguir engañando al personal".

La Selección indestructible, a la que necesitas lanzar una bomba nuclear para matar porque tiene muchas vidas, decidió que haría de la final el lienzo perfecto que resumiese su obra en este Eurobasket para los anales de la historia. En una exhibición defensiva y ofensiva de España, la Selección hizo trizas las aspiraciones de una Francia a la que sometió con una superioridad aplastante. Podría destacar muchos nombres propios de la finalísima, pero prefiero quedarme con la fortaleza colectiva que aplacó las esperanzas francesas.

placeholder El arquitecto del milagro. (Reuters/Annegret Hilse)
El arquitecto del milagro. (Reuters/Annegret Hilse)

El triunfo nunca peligró y España firmó el partido más redondo de todo el torneo en el día clave. Símbolo de un grupo que se ha ganado el corazón de todos los españoles a base de llevar al límite sus propios límites. Imposible no sentirse identificados con unos deportistas capaces de suplir la falta de jerarcas históricos con todas las características dignas de un campeón ejemplar. Scariolo reconocía que "no podía pensar en algo así ni en el mejor de mis sueños". Y decía que "siempre piensas que puedes hacer un buen trabajo, un buen baloncesto. Que tu equipo dé la cara y que compita. Eso no lo dudaba. Pero entramos como séptimos favoritos y salimos como campeones". Poco más que añadir. Gracias y enhorabuena.

La Familia ha vuelto a escribir su nombre con letras de oro en la historia del baloncesto de selecciones. En un triunfo grupal sorprendente e inesperado a la altura del Mundial embolsado en 2019, el combinado nacional dirigido por Sergio Scariolo dejó a Europa con la boca abierta. Nadie daba a España favorita por encima de la Serbia de Nikola Jokic, la Eslovenia de Luka Doncic, la Grecia de Antetokounmpo, Lituania ni tan siquiera Francia. Así lo reflejaba el 'power ranking' del Eurobasket, donde España ocupaba el séptimo puesto en las quinielas, justo por detrás de la anfitriona, Alemania. Sin embargo, y aquí está la clave del triunfo, ninguna selección demostró la fe inquebrantable, la capacidad de superación, la resistencia, el coraje, la armonía coral, la mentalidad ganadora ni la determinación de España. El corazón de la Selección en los momentos difíciles fue enorme y jamás dejó de bombear.

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