La contrarreloj de Pau Gasol para vestir por última vez la camiseta de España

A sus casi 40 años, Pau Gasol pelea por estar en los Juegos Olímpicos de Tokio y, quizá, alargar un poco más su carrera. Pero no va a ser fácil: no juega desde hace casi un año y la recuperación tras su última recaída avanza lentamente. Hasta hace pocos días andaba con muletas y aún no ha empezado a correr.

"Voy 'despacito', como diría Luis Fonsi", bromeó Gasol en una entrevista con 'EFE' desde Los Ángeles en la que dio detalles de su estado físico. "Hace no muchos días dejé las muletas. Poco a poco voy poniendo peso con la bota ortopédica y ya transicionando a un calzado normal. A finales de marzo me haré unas pruebas que me indicarán si seguimos por el buen camino o si estamos incluso muy cerca de empezar a hacer cosas en la pista", dijo.

Gasol está en una cuenta atrás. Quedan cinco meses para la ceremonia de apertura (si es que los JJOO se celebran), pero debería estar listo un mes antes para el inicio de la preparación de la Selección española. A estas alturas de la temporada, parece claro que si llega a tiempo, lo hará sin jugar ningún partido oficial.

Scariolo cuenta con él

La semana pasada, 'As' informó de que la Federación Española de Baloncesto (FEB) plantea concentrar a una de sus selecciones de formación durante el mes de junio para ayudarle en el tramo final de su recuperación. El seleccionador, Sergio Scariolo, ya ha dicho que si Gasol está para jugar diez o doce minutos, tendrá un puesto en la Selección. El presidente de la FEB, Jorge Garbajosa, también ha indicado que quieren a Gasol en los JJOO de la manera que sea.

"Estoy muy agradecido a la federación, a Sergio (Scariolo) y a Jorge (Garbajosa) por ese apoyo que me están dando y por sus ganas para que forme parte del equipo", dice Gasol, que detalla su hoja de ruta: "Primero, que el cuerpo aguante y que la lesión se haya curado. Luego, trabajar y tener tiempo suficiente para coger ritmo, sensaciones y buena forma para aportar, no digo ya de forma significativa, pero sí cualitativa".

"Hice un tratamiento celular a finales de diciembre para mejorar mis posibilidades de recuperación", cuenta Gasol en la entrevista. A finales de noviembre había visitado la Ripoll y de Prado Sport Clinic, en Murcia, uno de los centros médicos más prestigiosos en lesiones como la suya. Solo unos días antes había rescindido su contrato con los Portland Trail Blazers tras no recuperarse de la fractura de estrés en el pie izquierdo de la que se había operado en mayo y que le había impedido jugar la Copa del Mundo de China.

Gasol jugó su último partido el 10 de marzo de 2019, con los Milwaukee Bucks, el equipo por el que había fichado tras salir de los San Antonio Spurs. La intención era pelear por su tercer anillo de la NBA, pero solo pudo jugar tres partidos antes de decidir parar. Con la operación, Gasol pretendía acelerar su recuperación, pero sus planes no han salido como esperaba. Lleva un año sin jugar y aún le quedan varios meses. "Al final, el cuerpo es el que es: a veces te responde y otras veces no tanto como te gustaría", dice Gasol.

La retirada

"Entiendo que tarde o temprano, ya sea este verano, la temporada que viene, o en otra, mi retirada es algo inevitable", dice Gasol. "Espero que no sea ya: que el pie se recupere y pueda permitirme jugar un poquito más, ya veremos cuánto más, y disfrutar de un último campeonato, una última temporada...".

Gasol sigue sin poner una fecha límite a su carrera, aunque sabe que el final está cerca. No descarta seguir en la NBA. "Ganas tengo muchas, pero intento ir despacito, sin crear unas expectativas que en las últimas dos temporadas pues yo también me había creado a mí mismo (...) Las metas tienen que ser mucho más a corto plazo", señala. Como la recuperación en la que está centrado ahora mismo para poder estar en sus quintos Juegos Olímpicos.