La selección que ha subido la autoestima al baloncesto español

Hace casi un año, después de un entrenamiento de la selección española en Madrid, donde preparaba el EuroBasket, un miembro del cuerpo técnico se detuvo a hablar con varios periodistas. En un pequeño corrillo reconoció su preocupación por lo que estaba por venir tras el campeonato continental: las nuevas ventanas FIBA. Tenía dudas, tanto por saber con qué jugadores iba a poder contar el equipo (en ese momento aún no era segura la ausencia de los jugadores de Euroliga, aunque se daba por hecha) como por el nivel de los que sí pudieran jugar. Por primera vez en muchos años, España no iba a contar con sus primeras espadas. Y eso generaba mucha incertidumbre.

Un año después, la situación es muy diferente. La selección ha cerrado la primera parte de la clasificación para el Mundial 2019 con un pleno de triunfos: seis partidos, seis victorias, la última este domingo en Málaga contra Bielorrusia (80-60). Y lo que es casi tan importante: la sensación de que, durante el último año, la clase media del baloncesto masculino español se ha reivindicado.

Si lo ha hecho es porque no se esperaba tanto de ella. ¿Estaban justificadas tantas dudas? Quizá no. Más de un jugador pidió respeto para un grupo que ha tenido que jugar las ventanas y que jugará las próximas si las cosas no cambian. Si hubo críticas, fueron 'a priori', pues la actuación del equipo ha sido impecable. Y las dudas no pertenecían solo a la prensa o los aficionados. Existían también en la federación. Muchos de los jugadores que ha convocado Sergio Scariolo en las tres ventanas no tenían experiencia con la selección al máximo nivel. Y los que sí la tenían, hacía mucho tiempo que no eran llamados a filas.

Ucrania, Letonia y Turquía después del verano

Las ventanas han demostrado que la clase media del baloncesto español es mejor que la de muchos países europeos. Al menos mucho mejor que la de Eslovenia, Montenegro y Bielorrusia, sus primeros tres rivales. Quino Colom, Xavi Rabaseda, Oriol Paulí, Sebas Saiz, Fran Vázquez, etc. han demostrado que les da para superar una fase de clasificación. Como pasa con casi todo, ni las cosas pintaban tan mal hace un año ni pintan tan bien ahora. Esta España puede sufrir, como sucedió en Montenegro y Bielorrusia, y no va tan sobrada (¡ni la España titular va tan sobrada ya!), pero también tiene mucho talento.

El trabajo en la primera parte de la clasificación ha sido tan bueno, que el billete para el Mundial 2019 está muy cerca. Los grupo A y B se fusionan después del verano y todos los equipos arrastran los resultados de la primera fase. A lo largo de la próxima temporada, España afrontará otras tres ventanas en las que jugará a ida y vuelta contra Turquía, Letonia y Ucrania. De los seis equipos que formarán el grupo I, el español es el único que empieza con 6-0. Le sigue Turquía y Letonia con 4-2. "Si conseguimos la victoria en los dos próximos partidos, la clasificación para el Mundial estará casi hecha", dijo Scariolo.

El jugador español no atraviesa su mejor momento en la ACB, donde es minoría ante los extranjeros (en una proporción que ronda el 70-30). El sindicado se queja de que los clubes prefieren buscar fuera en vez de en casa y no invierten el suficiente tiempo en el desarrollo de sus canteranos. ¿Puede servir lo que ha hecho la selección en las ventanas para empezar a cambiar eso? Quién sabe.