La paliza del Real Madrid de baloncesto alevín abre el debate de la humillación

¿Humillación o no? La paliza del Real Madrid de baloncesto alevín contra el L’Alcora Basquet (5-167) ha generado una polémica, principalmente en las redes sociales, que debaten la necesidad de que un partido entre niños de 11 y 12 años se convierta en una burla. No sólo la diferencia de 162 puntos ha provocado una sorpresa entre los aficionados. También ha generado indignación el hecho de que la cuenta oficial de twitter del club blanco publicara el contundente resultado y las reacciones han sido de desaprobación por lo que se entiende que no es la mejor manera de educar en la competición o respetar al adversario cuando realmente ha sufrido una paliza.

El debate está abierto una vez más con la forma de proceder o comportarse en las categorías inferiores, sobre todo, cuando un equipo es tremendamente superior a otro. ¿Se ha faltado al respeto al rival con esta enorme diferencia y un abultado marcador? ¿Se puede hablar de chulería? ¿Tendría que haber parado el árbitro un partido que no tenía interés por su falta de competitividad y que podría ser una mala lección para los niños por entender que es una derrota humillante? Muchas preguntas surgen cuando se trata de partidos que son para niños y lo que debería primar es la educación, el respeto y los valores por encima de la ambición deportiva.

Los que están en contra de que los partidos entre niños se conviertan en una ofensa o deshonra para los que vapulean por su superioridad a un rival defienden que lo más importante en estas edades es una buena formación que fomentar la ambición. Lo justifican como que debe primar la base del deporte y aquí no debería valer todo. Incluso se plantean que a estas edades se tienen que cerrar el acta cuando las diferencias son de más de 50 puntos.

¿Hay un exceso de afán competitivo?

Hay opiniones diferentes que defienden la competitividad si está dentro de unas reglas de la deportividad y el juego limpio. Ganar con nobleza y sin faltar al respeto no tiene que interpretarse de forma negativa ni abusiva. Si no hay celebración desmedida, falta de respeto, ofensa y desprecio por parte del equipo que tiene una superioridad no se debe considerar como una humillación.

En cualquier caso, el debate y la polémica ha llegado una vez más al deporte base por un resultado exagerado en el marcador que unos ven como un exceso en afán de competitividad del equipo superior sobre el más pequeño, que los más vehementes tachan de prepotencia y otros defienden como algo natural al deporte. En cualquer caso, en el Real Madrid aseguran que publican todas las victorias de sus equipos en las diferentes competiciones.

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