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Los piropos de LeBron a la "inteligencia" de Calderón y del baloncesto español
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UN RASGO DE LA SELECCIÓN NACIONAL

Los piropos de LeBron a la "inteligencia" de Calderón y del baloncesto español

Calderón es uno de los principales escuderos de la mayor estrella del basket, LeBron James. No tiene muchos minutos, pero suele entrar en el cinco inicial y es clave en cosas que no se ven

Foto: Calderón y Ricky, en un partido reciente. (EFE)
Calderón y Ricky, en un partido reciente. (EFE)

El día que se retiró de la selección española, José Calderón ya advirtió que su partida no había terminado. Simplemente liberaba sus veranos, porque las piernas ya no estaban para aguantar un año entero sin parar. La edad, que no perdona a los músculos. La cabeza, sin embargo, no se entera del paso del tiempo, es más, incluso sirve la experiencia para tener las cosas más claras. El base siempre tuvo una gran inteligencia, demostrada sobradamente dentro y fuera de la pista. Sus entrevistas fueron de las más preciadas: medidas, reflexivas, las propias de un tipo que entiende bien su deporte.

LeBron James, que es algo más que un jugador inteligente, reconoce a los que tienen esa característica. Él, cuando era joven, era calificado casi como un trozo de carne, un jugador de un físico portentoso. Con el tiempo demostró a todos que era mucho más que eso, alguien con capacidad para ver siempre la mejor jugada, fuese un pase, un tiro o seguir botando. Él, uno de los jugadores más importantes de la historia del baloncesto, comprende la importancia que tiene en este deporte. Está encantado de tener a Calderón cerca, pero su reflexión va más allá, es incluso capaz de discernir que la principal característica del baloncestista español es su entendimiento del juego.

"He jugado contra la selección española muchos años y no producen jugadores sin inteligencia. Los Gasol, Rubio, el mismo José y la lista sigue y sigue. Es su fuerte para estar en la NBA tanto tiempo, sean cuales sean sus números", decía la que hoy es, indiscutiblemente, la cara del baloncesto mundial. La frase es un piropazo a todo un sistema que ha logrado hacer de un país normal y corriente una potencia mundial del baloncesto.

placeholder LeBron y Calderón. (Reuters)
LeBron y Calderón. (Reuters)

Los números, lo de menos

Entre líneas, también es un guiño a su compañero de faenas. Calderón es importante en los Cavaliers, pero también aparece y desaparece del parqué según la necesidad. Eso no quiere decir que su presencia no sea importante, por eso remarca ese "sean cuales sean sus números", porque las contribuciones de Calderón no son simples estadísticas, él es uno de los encargados de hacer de Cleveland un equipo funcional, algo no del todo sencillo si se tiene en cuenta que han cambiado media plantilla a mitad de temporada, que no se sabe si la estrella continuará, que no todos parecen ir en la misma dirección... pues alguien que con esos fuegos sabe componer un discurso es alguien muy valorado. Y todo eso es Calderón.

"Se cual es mi rol. Intento entrar en el equipo y traer energía, que todos se involucren, se trata de dar lo mejor de ti", explicaba estos días Calderón después de un partido especialmente brillante. Hace poco llegó a las 5.000 asistencias en la NBA, un dato que dice bastante. Lleva muchos años en la liga y, en tiempos recientes, el busca lo mismo que le ofrecen: una franquicia competitiva, que le de opción de estar en play off, incluso de ganar un título, en la que no será estrella ni tendrá muchos minutos pero a la que auxiliará en un montón de cosas que se ven y en otras tantas que no se ven.

Los números no son lo importante, pero tampoco están mal. Juega 16 minutos por partido, anota un 47% de sus tiros de tres, hace más de dos asistencias por encuentro. Más que eso, últimamente ha reclamado un puesto como titular. Da energía al equipo, ayuda a que empiecen centrados la tarea, 32 de los 55 partidos que ha disputado ha formado parte del quinteto inicial. Y no hay que olvidar que Cleveland no es un cualquier conjunto, tiene a LeBron, aspiran a revalidar la corona del este y, aunque están lejos de ser favoritos, podrían llegar a lograr un anillo. Eso es lo que le falta a Jose, uno de los miembros más destacados de esa "inteligencia española" que James, uno de los grandes, admira.

El día que se retiró de la selección española, José Calderón ya advirtió que su partida no había terminado. Simplemente liberaba sus veranos, porque las piernas ya no estaban para aguantar un año entero sin parar. La edad, que no perdona a los músculos. La cabeza, sin embargo, no se entera del paso del tiempo, es más, incluso sirve la experiencia para tener las cosas más claras. El base siempre tuvo una gran inteligencia, demostrada sobradamente dentro y fuera de la pista. Sus entrevistas fueron de las más preciadas: medidas, reflexivas, las propias de un tipo que entiende bien su deporte.

José Manuel Calderón LeBron James
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