La herencia envenenada que Garbajosa ha recibido en la Federación de baloncesto

“Los miembros del Comité Ejecutivo celebrado este fin de semana aceptaron la renuncia del señor Sáez agradeciéndole sus contribuciones durante la última década”. La FIBA anunció este lunes la marcha de José Luis Sáez, expresidente de la Federación Española de Baloncesto, de su organismo, “incluyendo su baja como miembro del Central Board”. Su marcha llega dos años antes de lo previsto y dentro del marco de la investigación que lleva el juzgado de Instrucción 36 de Madrid por su dudosa gestión económica al frente de la FEB. El asunto va hacia delante y podría salpicar indirectamente al actual presidente, Jorge Garbajosa.

Una semana después de que el juez que investiga a Sáez imputara en la causa a la propia FEB, tal y como informó 'El Independiente', el expresidente ha cesado de todas sus actividades en la FIBA (como anteriormente hizo en la federación española). Es un paso más dentro de un proceso del que se le acusa de presuntos delitos de malversación de caudales públicos, apropiación indebida, administración desleal, falsedad documental, blanqueo de capitales, delito fiscal y pertenencia a grupo criminal. El magistrado Juan Antonio Toro, además, quiere resolver si la FEB fue cooperadora necesaria o víctima del daño patrimonial del exmandatario.

A la espera de que se resuelva el asunto, la imputación actual a la FEB supone la investigación indirecta a dos antiguos integrantes del equipo de Sáez: Antonio Montero (director de Relaciones Internacionales) y el actual presidente Jorge Garbajosa (responsable del área de responsabilidad social corporativa). Aunque el exjugador de baloncesto, cuando tomó el cargo en el verano pasado, rechazó el cartel que se le atribuyó como opción continuista de Sáez, los lazos que les unen existen.

¿Qué es ser continuista?

En una entrevista a Mundo Deportivo de hace unos meses y antes que todo este asunto le explotara cerca de las manos, intentó dejar claro que el haber estado en el anterior equipo no significaba estar de acuerdo con todo lo que se hacía: “¿Qué es ser continuista? Durante las elecciones mucha gente se empeñó en decirlo hasta la extenuación. ¿Continuamos con las medallas que nos caen a porrón cada verano? Pues ahí yo soy continuista. ¿Continuamos con unas ligas LEO Oro, LEP Plata, Liga Femenina o Liga Femenina 2 dejadas en un barco a la deriva? Pues no, ahí no soy continuista. Hace pocos días ha salido en medios que el director deportivo (Ángel Palmi) no va a continuar en su puesto a partir del 31 de diciembre, pero es que eso es lo que ha pasado con mucha parte de la antigua dirección de la FEB, desde el antiguo secretario general hasta el antiguo director de eventos, pasando por el director deportivo. Esto es una renovación. Soy una persona joven, quiero renovar el equipo, quiero promocionar mucho talento que hay en la casa, quiero que vengan profesionales de fuera, esto es un cambio”.

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Cuando aceptó el cargo, seguramente no pensaba que tuviera que ayudar a un juez a aclarar dónde se destinaron más de 18,6 millones de euros de la Federación, la mayoría con el objetivo de organizar la Copa del Mundo de 2014, ante la posibilidad de que un buen pellizco haya podido desaparecer… pero así ha de ser, con la mancha temporal de la imagen de la FEB -y la suya propia- que puede causar la herencia envenenada de Sáez.