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Por qué el Dakar será más duro para Cristina Gutierrez. Y no es por ser mujer
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"mi objetivo es entrar entre los 25 primeros"

Por qué el Dakar será más duro para Cristina Gutierrez. Y no es por ser mujer

En 2018, la burgalesa Cristina Gutierrez fue la primera española en terminar un Dakar en cuatro ruedas. Su mayor ambición para esta edición añade más presión y riesgos

Foto: El objetivo de Cristina Gutiérrez es acabar entre los 25 primeros. (Foto: Mitsubishi Motors)
El objetivo de Cristina Gutiérrez es acabar entre los 25 primeros. (Foto: Mitsubishi Motors)

Cristina Gutierrez se convirtió en 2018 en la primera española en acabar un Dakar sobre cuatro ruedas. Fue una prueba realmente azarosa, con dos horas de sueño los últimos cinco días para lograr culminar la hazaña. Recibió las felicitaciones de Carlos Sainz y Fernando Alonso y pasó una suerte de Rubicón pesonal y deportivo ante la opinión pública. A partir de ese momento, el Dakar ya supone otro desafío diferente.

Desde entonces la burgalesa ha cruzado la barrera del anonimato para convertirse en otro icono sobre la capacidad femenina para seguir conquistando nuevas metas en el deporte. Varios patrocinadores de alcance también lo confirman. “Siempre lo digo así: una vez que estás dentro del mundillo, ser mujer te facilita las cosas porque llama más la atención. Pero también hay que decir que, para conseguir entrar, luché muchísimo. Porque hacerte valer, que te reconozcan que eres una piloto, y encima del Dakar, costó muchísimo. En ese sentido se nos da menos credibilidad, pero una vez que estás dentro y demuestras las cosas, sí que me encuentro bastante respaldada por ser una mujer". Se trata ahora de afrontar un Dakar con mejores armas, con una montura con más 'chicha' y prestaciones. Ya cuenta con ella para esta edición 2019. "Quiero terminar y entrar entre los 25 primeros, un objetivo realista, pero de perspectivas elevadas".

Foto: Joan Barreda vuelve al Dakar como uno de los grandes favoritos a la victoria. (EFE)

Valorada por hombres y mujeres

Este será el tercer Dakar de Cristina Gutierrez, el primero con ese respeto profesional ya ganado. Sin embargo, una estrella como Laia Sanz reconocía recientemente que “el deporte del motor es muy machista”. ¿Comparte la piloto burgalesa la afirmación? "En mi caso, hasta hoy no he recibido ninguna crítica machista. Quizás Laia lo dijera porque está luchando por los diez primeros puestos, y ahí los gallos son de otro corral. Yo me siento bastante valorada en el mundo del automóvil por hombres y mujeres. Es cierto que a veces a un hombre no le sienta bien que le adelantes, pero poco a poco se va viendo más normal la figura de la mujer en el automovilismo. Al final se derriban los tabúes que teníamos".

Gutierrez compitió el pasado año con una montura casi de serie. Al igual que Jesús Calleja, aspiraba este año a contar con un vehículo para competir más que simplemente rodar y sobrevivir. Contará con un Mitsubishi Eclipse Cross que supone un gran salto cualitativo. "El coche más espectacular que he conducido, un paso adelante en cuanto a competitividad, en sentirme más a gusto, y espero que en sufrir menos. En general es un paso adelante en todos los sentidos para hacer lo que quiero y me gusta, que es realmente competir", explica.

placeholder Cristina Gutiérrez pilotará este año un coche mejor que el de 2018. (EFE)
Cristina Gutiérrez pilotará este año un coche mejor que el de 2018. (EFE)

"Bienvenida la presión"

Un coche, para empezar, que ayuda a sufrir menos, más si cabe en un Dakar lleno de dunas como este de 2019. "El año pasado sí que es verdad que en las dunas costaba muchísimo subirlas. Ahora podremos trazar por zonas por donde no éramos capaces. Pero el año pasado nos ayudó para aprender mucho. Este año toca corroborarlo y seguir aprendiendo a un ritmo más alto. En este sentido va ser más difícil, va costar un poco llevar un ritmo alto en un terreno donde es complicado, así que hay que tener cuidado para no tener un accidente”.

Pero semejante montura también medirá a Cristina frente a pilotos de alto nivel y experiencia con vehículos de prestaciones similares y que compiten, no solo circulan para acabar. Aquí pueden surgir otro tipo de problemas. "Dar el salto de calidad con el coche y obliga a otro ritmo. La presión es buena. Sí que es verdad que es positiva porque me hace ser más competitiva, te hace preocuparte solo de lo que tienes que preocuparte, que es competir con los de al lado. Es positivo porque te hace centrarte a lo que vas, bienvenida sea esa presión, porque esto es lo que hará una buena carrera o no".

placeholder Ninguna mujer española había terminado el Dakar en coches hasta que lo consiguió Cristina Gutiérrez en 2018. (EFE)
Ninguna mujer española había terminado el Dakar en coches hasta que lo consiguió Cristina Gutiérrez en 2018. (EFE)

"Soy más fuerte mentalmente"

El éxito del año pasado ha complicado positivamente su vida durante 2018. A mayores ambiciones, mayor nivel de trabajo para lograr dar el salto. Y todo ello lo tiene que combinar con su profesión de odontóloga. "Ha sido un año muy duro porque compagino mi trabajo diario con la preparación. Al final tienes que administrarte muy bien, todo lo que haces y cómo lo haces para que te de tiempo a todo. Porque el Dakar se prepara desde febrero, hay mucho trabajo que no se ve, de ir y venir mucho, de hablar con mucha gente. En este sentido es estresante, pero merece la pena".

Cristina reconoce que la experiencia de 2018 fue invaluable en todos los sentidos, así como sus repercusiones posteriores. ¿Qué le han aportado personal y profesionalmente estos dos dakares, especialmente el del pasado año? "Sinceramente, la superación personal que me aporta el Dakar día a día es lo que cuenta, te lo llevas a tu día. Soy más fuerte mentalmente que antes de correr los dakares, me siento más evolucionada en este sentido. Como piloto, al final hacer un Dakar es como un máster, muchísimos kilómetros en diez días en los que pasas muchas situaciones, con lo que maduras a niveles impresionantes. Tras el primer Dakar lo noté muchísimo en el primer campeonato español, afronté las cosas de otra manera, porque al final lo ves todo mucho más sencillo, lo llevas todo mucho más fácil, los kilómetros se pasan antes, los problemas se gestionan mucho mejor".

Foto: Sara García, con su moto.

"Mejor con un amigo de copiloto"

Con una montura más competitiva y un recorrido singular, Cristina Gutierrez y su copiloto Pablo Huete tendrán en tanto kilometraje de dunas un enemigo que les pondrá a prueba de distinta forma respecto al pasado. "No nos beneficia que haya tantas dunas porque al final los 'buggies' y los SSV parece que salen beneficiados, pero con este coche lo haremos mejor, seguro. Por ser menos kilómetros no quiere decir que no sea más duro. Al final son menos, pero el tiempo en dunas es mucho más que en pista. Va a ser complicado, son momentos estresantes porque tienes que estar continuamente pendiente de lo que hay detrás, hay que entenderlas muy bien y nunca perderles el respeto porque puede haber una trampa detrás y el accidente. El trabajo es por ambas partes, piloto y copiloto, los dos tenemos que estar muy pendiente de por dónde pasamos. El copiloto te dice también por dónde pasar y te ayuda a ver por dónde no ves tú. Las dunas las pasamos los dos, no solo quien lleva el volante".

¿Y la convivencia con un copiloto con tantas horas de tensión a bordo? "Soy bastante tranquila, pero sí es verdad que cuando hay momentos difíciles hay que saberlos gestionar. Al final convives muchas horas con tu compañero o compañera y tienes que saber comportarte dentro del coche. Pero sí es verdad que hay momentos de nerviosismo, pero cuando a mí me pasa el copiloto te apoya, o yo a él. Es un trabajo de convivencia en equipo y muy importante. Por eso siempre intento llevarme a compañeros de vida, no solo copilotos, sino amigos, porque eso para mí es muy importante”.

Cristina Gutierrez se convirtió en 2018 en la primera española en acabar un Dakar sobre cuatro ruedas. Fue una prueba realmente azarosa, con dos horas de sueño los últimos cinco días para lograr culminar la hazaña. Recibió las felicitaciones de Carlos Sainz y Fernando Alonso y pasó una suerte de Rubicón pesonal y deportivo ante la opinión pública. A partir de ese momento, el Dakar ya supone otro desafío diferente.

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