Es noticia
Goya 2019: la resurrección de Màxim Huerta (con mensaje cifrado a Pepu y Beitia)
  1. Cultura
  2. Cine
la fiesta del cine español

Goya 2019: la resurrección de Màxim Huerta (con mensaje cifrado a Pepu y Beitia)

El ministro más corto de la democracia reaparece entregando un Goya

Foto: Màxim Huerta en la alfombra roja de los Goya. (EFE)
Màxim Huerta en la alfombra roja de los Goya. (EFE)

La noticia es la siguiente: Màxim Huerta entregó esta noche un Goya (al mejor corto documental). Su vestuario fue el siguiente: esmoquin en tejido italiano de Pedro del Hierro. Y el trasfondo (que es lo más importante): la resurrección pública del ministro maldito.

Preguntado en la alfombra roja de los Goya si no se sentía raro al no acudir a la gala como ministro, Huerta dijo sonriendo: "Siempre se es ministro".

Y mientras entregaba el premio: "No se preocupen, que ya saben que yo soy... breve".

Los Premios Goya son su primer acto de perfil alto tras el hundimiento. Recuerden: pocos días después de ser elegido ministro de Cultura por Pedro Sánchez, este periódico publicó que había hecho trampas fiscales, su cabeza rodó, y se convirtió en Màxim, el breve, el ministro más corto de la democracia: seis días en el cargo.

"Pago dos veces la multa. La inocencia no vale ante esta jauría", dijo cuando anunció su dimisión.

Foto: Màxim Huerta toma posesión como ministro de Cultura y Deporte. (Reuters)
TE PUEDE INTERESAR
Màxim Huerta, el ministro más fugaz en España desde la Transición
José Rodríguez Sojo Carolina Martínez

Todo esto ocurrió en junio de 2018. Casi ocho meses después, y tras tomar aire en varios países, Màxim Huerta vuelve al 'show business'. Si esto fuera un juego de espejos, el momento no podría ser mejor: el ministro 'celebrity' caído en desgracia reaparece justo cuando otras dos 'celebrities' culturales sufren las 'bondades' del salto a la política: Pepu y Beitia.

El ejemplo de Huerta

Hace unos días vimos a Ruth Beitia, medallista olímpica, pulverizar el récord de Màxim: su carrera política en la primera línea también había durado poco, dos semanas, pero es que Beitia ni siquiera había llegado al cargo: no pasó de candidata (del PP a las autonómicas cántabras). ¿Los motivos del batacazo? De la bisoñez política absoluta a las puñaladas internas por el dedazo que le había llevado hasta ahí.

Más paralelismos con Huerta tiene el caso de Pepu Hernández como reciente candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid: su elección fue por sorpresa (otro dedazo/ideaca de Pedro Sánchez y su entorno), este periódico adelantó que Pepu creó una sociedad para ahorrarse impuestos (eso sí, Màxim fue condenado por defraudador; Pepu no).

Españoles: Màxim Huerta ha muerto. ¡Viva Máximo Huerta!

Pero lo importante aquí es lo que nos enseña el auge y caída de Màxim como espejo para todos los demás. Los golpes de efecto políticos son estupendos las primeras 24 horas, y después de ese plazo, pues igual ya no tanto: que tu ministro/candidato famoso tenga todos los focos encima desde el primer día, suena bien, a no ser que tu 'celebrity' haya gestionado su fortuna de un modo heterodoxo, no sepa decir dos palabras seguidas o tienda al desbarre cada vez que abre la boca. En cualquiera de esos tres casos: el incendio mediático está asegurado. Por último: los partidos políticos odian a los paracaidistas. ¿Quién lloró el hundimiento de Màxim en el PSOE? ¿Quién lloró la caída de Beitia en el PP? ¿Qué va a pasar con Pepu?

Y ahora viene el mensaje cifrado de Màxim Huerta a todas las 'celebrities' que estén pensando en meterse en política. Huerta publicará en primavera un nuevo libro: 'Intimidad improvisada'. Pues bien: ha pedido firmarlo como MÁXIMO HUERTA. ¿Por qué? Volver a su nombre original —el de antes de mutar un periodista famoso— como metáfora de su renacimiento (como una 'nueva' identidad) tras la muerte pública.

Beitia y Pepu: de la droga (de la política) se sale (y, además, no pasa nada, porque siempre se es ministro).

Españoles: Màxim Huerta ha muerto. ¡Viva Máximo Huerta!

La noticia es la siguiente: Màxim Huerta entregó esta noche un Goya (al mejor corto documental). Su vestuario fue el siguiente: esmoquin en tejido italiano de Pedro del Hierro. Y el trasfondo (que es lo más importante): la resurrección pública del ministro maldito.