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'Crock of Gold: bebiendo con Shane MacGowan': una oda al punk de The Pogues
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'Crock of Gold: bebiendo con Shane MacGowan': una oda al punk de The Pogues

Julien Temple recorre la trayectoria del líder de The Pogues en un documental plagado de canciones, sentimiento irlandés y alcohol

Foto: Shane MacGowen, en un fotograma del documental dirigido por Julien Temple. (Sherlock)
Shane MacGowen, en un fotograma del documental dirigido por Julien Temple. (Sherlock)

A Shane MacGowan no se han cansado de decirle que no duraría mucho. Un sentimiento agorero que también presidía 'If I Should Fall From Grace' (2001), de Sarah Share, otro documental sobre él centrado en que, hace 20 años, ya se hacían evidentes los estragos del alcoholismo y las drogas en su persona. Hasta el punto de que resultaba incluso doloroso reconocer en el semblante del que fue líder de The Pogues esa mirada perdida de quien se fue de viaje y ya no volvió. MacGowan, sin embargo, sigue ahí, postrado ahora en una silla de ruedas y recién casado con Victoria Mary Clarke, la periodista con quien comparte su vida desde hace décadas. Ahora es Julien Temple quien le dedica un documental tributo en que resigue su trayectoria a través de sus propios recuerdos y la participación de sus allegados más próximos, como su hermana Siobhan. El director, en cambio, prescinde de otras aportaciones ajenas. No aparecen como testimonios el resto de integrantes de The Pogues ni otras figuras que gravitaron a su alrededor por entonces, tampoco posibles expertos o seguidores del cantante. Aquí la voz de McGowan es la única que importa.

'Crock of Gold: bebiendo con Shane MacGowan' nos sumerge en la vida del cantante desde su infancia en una Irlanda rural, campesina y pobre, donde empezó a beber alcohol y a cantar ya desde muy pequeño, hasta el día de hoy. Julien Temple evita caer en la fórmula fácil de este formato, aquella que se limita a sumar cabezas parlantes dando su testimonio con material de archivo, e incorpora un abanico de recursos narrativos, desde la animación a la dramatización evocadora pasando por el uso creativo de material de archivo, para recrear las recuerdos del protagonista y el contexto por donde transcurren.

placeholder La familia de Shane MacGowen. (Sherlock)
La familia de Shane MacGowen. (Sherlock)

Temple también retrata a Shane MacGowan en el presente a través de conversaciones con diversas figuras reconocidas. Con Johnny Depp, productor además del documental y viejo amigo del cantante, comparten cierta complicidad alcohólica. Con Bobby Gillespie, el líder de Primal Scream, la química no acaba de fluir, pero así Temple tiene la oportunidad de registrar al MacGowan más esquivo y huraño. Sí que funciona, en cambio, el más inesperado encuentro con Gerry Adams, el que fue presidente del Sinn Féin durante 35 años. Con esta reunión, Temple pone en común al fin y al cabo a dos de las personas más importantes en la historia reciente de Irlanda, una en el escenario político, la otra en el cultural. Y refuerza además una de las ideas clave de la película, la inscripción de MacGowan en una tradición propiamente irlandesa de vivir y expresarse artísticamente.

Una de las mejores partes del documental es aquella que relata el exilio londinense del cantante, su descubrimiento epifánico del punk y el inicio de una carrera musical tan influyente como breve. Ningún otro grupo como The Pogues, con el genio poético-beodo de MacGowan al frente, supo actualizar e internacionalizar toda una tradición folklórica nacional a través de cierta actitud punk. MacGowan encuentra en esta subcultura surgida en torno a los Sex Pistols no solo la expresión musical perfecta para sus inquietudes, también una comunidad a la que pertenecer. Como Sid Vicious, el irlandés fue, antes que músico, otro fan fatal de los Pistols, el tipo que estaba en todos los conciertos en primera fila y salía en todas las fotos que fijaban el momento.

placeholder MacGowen, durante uno de sus conciertos. (Sherlock)
MacGowen, durante uno de sus conciertos. (Sherlock)

Uno de los principales documentalistas de la escena punk británica, Julien Temple ya se encontraba a pie de escenario grabando los primeros conciertos de los de Johnny Rotten. Así que fue testigo directo de todo el periodo. Este segmento se beneficia así de una ingente cantidad de documentación original y del profundo conocimiento del tema por parte del cineasta. Como tantos otros, MacGowan acabó formando una primera banda de vida efímera y nombre molón, The Erected Nipples, junto a Shanne Bradley, antes de fundar The Pogues. También esta actitud punk le permitió apropiarse y darle la vuelta a la figura de 'Paddy', el estereotipo de irlandés del que se ríen los británicos, para precisamente reivindicar sus raíces desde una diáspora irlandesa en Londres que en los años ochenta, y en plenos Troubles, congregaba a muchos jóvenes de la isla esmeralda en busca de un futuro profesional.

Pero McGowan, también como tantos otros músicos antes que él, empezando por los Beatles, no soportó someterse al engranaje de explotación de la industria musical, que entró en funcionamiento tan pronto como The Pogues empezaron a tener éxito. El músico reniega de las giras estajanovistas que se vieron obligados a llevar a cabo y de la deriva del grupo hacia ritmos más verbeneros como los de 'Fiesta', uno de sus temas más pinchados en España por razones obvias. El ritmo frenético, el estrés acumulado y el abuso de las drogas culminaron en un ataque de alucinaciones delirantes durante un 'tour' por Nueva Zelanda que le duró días y del que nunca se recuperó del todo.

placeholder Otro fotograma del documental 'Crock of Gold'. (Sherlock)
Otro fotograma del documental 'Crock of Gold'. (Sherlock)

Como plantea en otras partes del documental en que se relatan experiencias subjetivas, Temple recurre a la animación para plasmar el estado de conciencia alterado que experimentó MacGowan. El director ya había trabajado a partir de la combinación de formatos y de la apropiación de material de archivo en sus dos documentales sobre los Sex Pistols, 'The Great Rock 'n' Roll Swindle' (1980) y 'La mugre y la furia' (2000). Mientras las piezas animadas cobran todo el sentido y tienen fuerza por ellas mismas, en 'Crock of Gold' Temple abusa en algunos momentos tanto de la incorporación de 'found footage' desde la perspectiva irónica como de las dramatizaciones de intención más evocadora de esa Irlanda del pasado.

Justo en 'La mugre y la furia', Julien Temple decidió entrevistar a los antiguos componentes de la banda fundacional del punk ocultando sus rostros entre tinieblas. El director pretendía así que la imagen del grupo se asociara exclusivamente a su momento de gloria y no quedara ensombrecida por el aspecto avejentado de sus miembros en el presente. Los Sex Pistols y Shane MacGowan comparten el hecho de contar con una carrera tan fulgurante como breve, por lo que no les hemos acompañado mientras envejecían sobre el escenario. Sin embargo, en 'Crock of Gold', Temple opta por una perspectiva opuesta a la que planteó en aquel filme. Aquí la cámara muestra continuamente el rostro por momentos próximo al estado catatónico de MacGowan y sus ademanes que parecen filmados en cámara lenta, y registra su discurso parco y apenas articulado. Al principio, el estado de MacGowan puede generar cierto sentido del pudor ajeno. Pero Temple quiere ser coherente con el vínculo de cotidianidad que MacGowan ha decidido mantener con el alcohol, caiga quien caiga. Aunque, como él mismo reconoce, le impida desde hace años componer temas perfectos y eternos como 'A Pair of Brown Eyes' o 'Fairytale of New York'. A nosotros solo nos queda brindar por ellos.

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A Shane MacGowan no se han cansado de decirle que no duraría mucho. Un sentimiento agorero que también presidía 'If I Should Fall From Grace' (2001), de Sarah Share, otro documental sobre él centrado en que, hace 20 años, ya se hacían evidentes los estragos del alcoholismo y las drogas en su persona. Hasta el punto de que resultaba incluso doloroso reconocer en el semblante del que fue líder de The Pogues esa mirada perdida de quien se fue de viaje y ya no volvió. MacGowan, sin embargo, sigue ahí, postrado ahora en una silla de ruedas y recién casado con Victoria Mary Clarke, la periodista con quien comparte su vida desde hace décadas. Ahora es Julien Temple quien le dedica un documental tributo en que resigue su trayectoria a través de sus propios recuerdos y la participación de sus allegados más próximos, como su hermana Siobhan. El director, en cambio, prescinde de otras aportaciones ajenas. No aparecen como testimonios el resto de integrantes de The Pogues ni otras figuras que gravitaron a su alrededor por entonces, tampoco posibles expertos o seguidores del cantante. Aquí la voz de McGowan es la única que importa.

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